- ¡Terminen de arreglar eso ya! -gruñí observando nerviosamente a todos lados, asegurándome que no hubiera nadie cerca.
Aria y Sara gruñeron a la par y sacaron las botellas con el tinte ya mezclado. Rojo, azul, amarillo, verde y púrpura.
Aun no entendía exactamente como quede metida en esto. Está bien que era algo problemática e hiperactiva, pero nunca había hecho algo como esto. Tenía esa adictiva sensación de adrenalina, como cuando llenamos de chinches el auto de la señora Hargensten. O cuando cambiamos el preciado perfume de Anne Marie por una mezcla entre pañal sucio, cebolla, ajo y sudor.
-Ya está todo listo, ahora -empezó a decir Sara observándonos a Aria y a mí- ¿Quién será la valiente que toque la puerta de la estúpida de Anne Marie Samont?-dijo con esa sonrisa perversa y macabra.
Observé a Aria y Sara.
Dios, esas gemelas eran tan intensas. A pesar de tener un aspecto idéntico -cabellos rubios, tez blanca y sus ojos; Aria los tenia azules, Sara chocolates-, seguían siendo totalmente diferentes. Mientras que la linda Aria era la más dulce y tierna del mundo, Sara... de nuevo Dios. Cualquiera diría que ella es una bestia andante. Un tigre compacto, como dice nuestro buen amigo Lucas.
Y entonces recordé porque Sara había planeado esta gran venganza. Anne Marie diciendo cosas sobre ella. Rumores muy malos. Sobra decir que contenían las palabras "lesbiana", "orgía" y "demencia". La discusión en sus casilleros se hubiera tornado en una pelea a puño limpio si no hubiera sido por el director Crawford. El querido tío de nuestra estúpida perra. Detención por tres meses para mi pobre amiga. Y ahora en sus ojos veía ese brillo perverso. Sara es una de esas personas a las que no es bueno tener como enemiga.
-Bueno, al parecer solo yo tengo ese deseo de venganza y sangre, así que iré yo -puso los tintes en nuestras manos-. Luego de que toque el timbre y la rubia oxigenada abra la puerta ustedes apuntan con los tintes y los lanzan, hacia la cara y el cabello, luego de eso, salimos corriendo lo más rápido que podemos, la que se queda, pues, se queda.
Sí. Esa es una verdadera amistad. La que te abandona para salvar su trasero.
-Esta es la misión: Hacer pagar a Anne Marie "Perra" Samont.
Aria y yo asentimos. Sara sonrió, tomo los tintes en sus manos y empezó a caminar hacia la puerta. Nosotras las seguimos mientras admirábamos la casa. Era gigante, más pequeña que una mansión, pero mucho más grande que mi casa. Había arbustos con forma de corazones y varios animales, como los que se ven en las películas. Una pequeña fuente de un ángel con grandes alas sosteniendo una jarra. Luego otra escultura de un ángel y una chica abrazados. Demasiadas cosas de ángeles para mi gusto.
Al final llegamos a la puerta grande. Sara de nuevo esbozo esa sonrisa macabra y toco el timbre. Se podía escuchar el eco de campanas de iglesia resonando por toda la casa, luego unos pasos rápidos y el sonido de la puerta abriéndose. Creo que no hubo tiempo para que ella viera quienes éramos. Apenas vimos la masa de rubio cabello lanzamos los tintes y se los embarramos en la cara y rostro. Ella solo chillaba y gruñía como niña mientras intentaba reconocer a sus atacantes.
- ¡Mamá! ¡Papá! -chilló como niña de cuatro años.
Y esa fue nuestra señal. Salimos corriendo como si el mismísimo diablo nos estuviera persiguiendo, Sara delante, luego yo y de ultimo Aria, quien tenía cara de estar a punto de vomitar.
Y seguimos corriendo y corriendo hasta que estuvimos lo suficientemente lejos. Totalmente sudadas y jadeando. Me dolía la cabeza y tuve arcadas por unos minutos. Entonces escuche la risa de alguien. Al principio creí que era Sara, pero al levantar la cabeza... era ¿Aria? Si, ella se estaba riendo. La chica que trataba de convencernos para que dejáramos todo en paz y que no hiciéramos la guerra se estaba riendo como poseída contra el pasto del parque.
Sara, quien también la observaba asombrada también se empezó a reír y revolcarse en el pasto, esta tenía manchas de tinte en las manos, exactamente azul y amarillo chillón. Entonces bajé la vista hasta mis manos, las cuales tenían una mezcla entre rojo y púrpura. Hice lo más sensato que creí. Reír como ellas. Las tres nos empezamos a revolcar en el pasto y reír por la broma, captando las miradas de algunos de los peatones que pasaban. No importaba. Que se jodan. Si esto era divertido no me importaba que pensaran de mí.
-Hey, posesas que se están riendo como lunáticas en el suelo, ¿qué están haciendo aquí? -escuchamos a nuestras espaldas una voz masculina muy conocida que nos hablaba con un poco de seriedad en su voz.
¿Recuerdan que había mencionado a mi buen amigo?
-Mi querido y amado Lucas -dije con una sonrisa, levantándome del suelo y volteándome a verlo. Las chicas hicieron lo mismo que yo- Me sorprende que estés aquí a estas horas -le observé detenidamente.
Lucas Green. Su cabello era de un color castaño claro, de un largo típico y no demasiado ondulado ni demasiado liso. ojos azules, labios carnosos, de piel blanca pero no pálida. Su cuerpo era el de un jugador de fútbol americano, con unos músculos que no eran ni muchos ni pocos, un cuerpo deseable por las chicas del instituto. Sus rasgos eran muy definidos y bien masculinos.
Llevaba una camiseta blanca con un estampado de pintura regada en toda ésta que le remarcaba el torso y los brazos; pantalón jeans negro, zapatillas Vans a juego con su jeans y un gorro estilo beanie de color Gris que le combinaba a la perfección.
Él nos miro de arriba hacia abajo a las tres, escudriñándonos con la mirada, con una pose de "están en problemas niñas" que casi siempre tenía cuando hacíamos algo malo.
-Apenas son las 8:30 PM, -dijo él con una sonrisa de lado, guiñandome el ojo- y recuerden que hay fiesta en la casa de Hutch; tampoco me han respondido lo que les pregunte, aunque no me importa mucho pero ¿Qué hacen aquí? -volvió a preguntar mi querido amigo.
- ¡Ok! ¡Nos atrapaste! Estábamos en la casa de la "Perra" Samont haciéndole un regalo, por así decirlo, -respondió Sara con su cejas -cabe decir que bien depiladas- fruncidas- pero no hicimos nada que la haya dejado mal -continuó ella al ver que Lucas la miraba serio.
- ¿En serio nena? - ¿Qué? OH. POR. DIOS. Le dijo "nena"
Sara se acercó a él de forma amenazante y lo agarró por las solapas de la camisa.
-Escúchame bien, niño bonito, vuelve a decirme "nena", y te parto la cara; ¿Capicci? -Lucas asintió de forma temerosa y mi amiga lo soltó, dejando escapar un suspiro con el ceño fruncido. -Y bien, ¿Cómo haremos para llegar hasta la casa de Hutch? Recuerden que Anne Marie también estará allí, así que tenemos que hacer algo para que no vuelva a salir nunca más de su casa por el resto del año. Aline, ¿Tienes alguna idea? -era verdad, y ni siquiera estábamos listas como para asistir.
-Oh, ¿una nueva broma? Quiero estar en ella -comentó Lucas, acercándose a mi y pasándome el brazo por el hombro.
Después de devanarme los sesos un rato y escuchar lo que dijo el pelinegro, una idea llegó a mi mente como una estrella fugaz.
-Oh si amiga, tengo un plan y tu vas a estar en él, niño bonito -conteste con una sonrisa de lado, burlándome de Lucas
- ¿Y cuál es? -nos pregunto Aria con una cara inocente.
-Ya lo verán chicos, ya lo verán. Aline Hedef Brandon Noir nunca falla cuando se lo propone.
Buenas buenas buenas! Aquí un nuevo capitulo! y además el primero~ antes que nada, quiero decirles que sus votos y sus comentarios (que solo fueron como uno o dos) fueron de lo mas bonito que me ha pasado. Publique capitulo hoy, ya que personitas me estaban diciendo que lo publicara rapido, ya que se quedaban con la intriga de que iba a pasar y todo eso xD
Ya saben que pueden seguirme en Twitter: @AliceCipriano09 Instagram: @CharlineAlice y en mi Ask: @CharlineAlice
Los veo en el próximo capitulo~~~ Bye bye a todos y besitos~
Les dejo una foto de todos los chicos~ se les quiere~♥
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El Error del Ángel (Detenida)
FantasiaNunca pensé que mi vida fuera a dar un giro de 360°, y menos con el misterioso Julian Farrell en ella. Peligro, secretos, miedos, el pasado -mi pasado-, romance e intrigas, todo en el momento en el que llegó. Si simplemente hubiera sabido que las co...