𝕯𝖊 𝕾𝖔𝖑𝖎𝖙𝖆𝖗𝖎𝖔 𝕬 𝕻𝖔𝖕𝖚𝖑𝖆𝖗 [SeongSang]

32

-- Tú... Tú fuiste el infeliz que me separó de mi familia.

Las lágrimas empezaron a caer mis mejillas.

-- Que buena memoria tienes, sabés, está vez no tendrás la misma suerte de volver a verlos
Se burló.

-- Ojalá te pudras en el infierno.
Le dije con odio

-- Tú te irás conmigo.
Dijo último para luego salir del lugar.

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Me encontraba muy débil, no se cuanto días había pasado, lo que si se es que ya son demasiado tiempo estando en aquel lugar.

Entraron unos hombres agarrándome del brazo haciendome parar

-- Qué le van a hacer? Dónde lo llevan? Pregunta San preocupado.

-- Les cambiaremos de habitación, no tienes el por qué de tener traumas al ver cómo lo tratamos.
Dijo para luego llevarme a otro sitio

Se escuchaba las súplicas de San de que no me hicieran más daño.
Me dejaron caer en el frío piso

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Ya pasó una semana de que Yeosang no ha despertado
Estaba sentado a un costado de la camilla en dónde el se encontraba conectado con varias máquinas

-- Por que aún no ha despertado?.
Pregunte la enfermera que venía a hacerle sus revisiones diarias.

-- Según el doctor es normal que aún no despierte, Ya que ha gastado toda su energía.
Decía mientras anotaba unas cosas en el formulario ese.

Ya era de noche a estas horas viene Daniel a quedarse con él.

-- Ve a tú casa Seonghwa, ve a descansar, yo estaré aquí.
Me dice, suspire, no tengo de otra

Me fui a mi casa, hacia tiempo que no volvía en ella.
Me asee, comi algo, y me fui a mi cama a acostarme, deseando a que Daniel me diga mañana que Yeosang había despertado.

A la mañana siguiente fui nuevamente al hospital muy temprano.

Y así lo hacíamos por turno.
Ahora es hora de que Daniel vaya a su trabajo.

Suspiré, enserio no piensa despertar mi Yeosanggie
Recosté mi cabeza a su costado, no sé cómo pero me había quedado dormido.

Después de un rato me despierta un ruido extraño era como un pitido.
Mire de donde provenía ese ruido y era una de las máquinas de Yeosang.

-- No... No... No!! Doctores!!!.

Empecé a llamar desesperado que vinieron corriendo obligándome a salir de aquel habitación.

Luego de unas horas salieron los doctores, le había informado a Daniel de lo que pasó y había vuelto.

-- Hicimos todo lo que pudimos....

Oh no...

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-- Sannie mirá mi nuevo juguete.
Un niño de apenas cinco años se dirigía junto su amigo.

-- Eso es genial yo también traje uno.
Levantó mostrando aquel juguete.