TU Y YO Y NADIE MÁS

capítulo 3 - corregido

-¿me puedo sentar con vosotras? - preguntó una chica, que se paró enfrente nuestra

-claro - me moví hacia un lado para que ella se sentara

-gracias - sonrió la chica

-¿como te llamas? - le preguntó Clarie a la chica

-Sheila - respondió ella

-bonito nombre - dije yo

-¿y en qué curso estás? - pregunté

-en primer año - dijo Sheila

-nosotras también - contestó Clarie

•••

Después de desayunar en la cafetería con Clarie y Sheila, me fui a dejar mis libros. Abrí la taquilla y metí todos los libros que tenía en mi mochila y saqué los que tenía que utilizar ahora...

Cerré la taquilla y me dirigí a mi aula. Estaba tan distraída, que choqué con un chico antes de pasar por la puerta de mi aula. Mis libros cayeron al suelo y yo alcé mi vista hacia el chico que me miraba atentamente

-lo siento, que torpe soy - me disculpé y me agaché para recoger mis libros

-mil disculpas - se disculpó y se agachó a ayudarme

-¿Como te llamas? - pregunté yo

¿Que hago?

Sonrió y me respondió.-James ¿y tú?

-Hannah - le miré a los ojos y él me devolvió la mirada

Repasé cada parte de su rostro. Tenía el pelo rubio desordenado, los ojos azules, los labios finos, pero con ganas de ser besados, la mandíbula marcada. Bajé la mirada y lo observé detenidamente, los brazos tonificados se ajustaban a su camiseta negra, los vaqueros azules junto a sus zapatos de marca hacían que se quedarán bien

-bueno, yo me voy - dijo él levantándose

-y-yo también - tartamudeé y me levanté

Me dedicó una última sonrisa y se dió la vuelta, perdiéndose en el pasillo. Yo me metí en mi aula y me senté en unos de los asientos vacíos

-buenos días, alumnos - dijo el profesor entrando por la puerta

Que empiece el infierno

•••

Ya terminé mis últimas clases del día y dejé mis libros en mi taquilla, pero antes me despedí de Clarie y Sheila, las cuales se despidieron de mi con un beso en la mejilla. Sheila, me a caído muy bien, es una chica muy simpática y encantadora

Salí del edificio y comencé a caminar en rumbo a mi nueva casa, la cual compartía con un chico que es popular y deseado...

Me metí en una calle y seguí andando. Cuando siento que se para un coche negro delante mía, me temblaron las piernas del miedo. Desviando el coche, seguí caminando, pero esta vez con un poco más de velocidad. Me daba miedo el echo de estar sola por la calle y tener a un coche detrás mía siguiéndome