capítulo 64

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Un mes después

Entre mis manos sujetaba un test de embarazo. Logan y yo tuvimos relaciones y hoy debería de bajarme la regla, pero no me bajaba. Coloco el test de embarazo sobre el lavabo y me siento en el váter, nerviosa. Mis piernas se mueven de arriba a bajo y mi mente no para de darle vueltas al asunto. ¿Y si estoy embarazada? Eso era lo que ambos queríamos, pero, ¿Y, si realmente no estamos preparados para tener un hijo?

—¡Hannah! —cojo la prueba de embarazo rápido y la escondo dentro de mi pantalón, tapando la otra mitad con la camiseta. Abre la puerta y me mira—. ¿Que haces sentada en el váter?

—estaba....—no sabía si decírselo, ya que no estaba segura de lo que iba a salir del test—.... Estaba pensando.

—¿En qué, amor? —se arrodilla delante mía. Cojo su cara con mis dos manos y le doy un beso en los labios.

—dentro de cinco días es tu cumpleaños —cambio de tema.

—¿En qué pensabas, Hannah? —acaricia mi cara con sus dos pulgares.

—si tenemos un hijo, ¿Podremos cuidarlo? —comienzo a ponerme nerviosa.

—no te preocupes por eso, Hannah —besa mis labios—. Si tenemos un hijo, yo entraré a trabajar y os cuídaré a ambos.

—vale —me calmé.

—¿Por qué lo preguntas? —frunció el ceño.

—por nada —sonreí.

—vamos abajo —me coge de la mano y me levanta del váter. Yo pongo la mano en la zona del test y mi mente comienza a invadirse de preguntas de cómo voy a dejar yo esto.

—baja tú primero, voy a hacer pipi —le dije con toda la confianza del mundo. El ríe y planta un beso largo en mis labios. Acaricio su pelo mientras nos besamos y luego se separa de mi. Cierra la puerta a sus espaldas y yo suspiro. Abro el cajón que hay debajo del lavavo y dejo la prueba de embarazo escondida entre las toallas de baño.

Bajo la escaleras y me acerco silenciosamente a él. Rodeo mis brazos al rededor de su cintura y él se gira. Agarra mi cara en sus manos y comienza a besarme. Mis pasos se mueven hacia atrás y acabo estrellándome con la mesa. Mis manos suben por dentro de su camiseta y llegan a su espalda. Araño con mis uñas su piel y él presiona su lengua contra la mía. Nuestras respiraciones son difícil de controlar y nuestras lenguas más. Amo la sensación de besarlo, es como si sus labios me salvaran. Lo amo muchísimo.

—te amo —muerde mi labio inferior.

—te amo más —rodeé mis brazos alrededor de su cuello.

—me encantaría hacerte el amor aquí en la cocina, pero creo que hay algo más importante de que hablar —me pongo nerviosa y él parece notarlo, ya que coge mis manos—. Tranquila, no es nada malo, solo es que quiero que vayamos de viaje juntos y disfrutemos a solas en otro país.

—vale, me parece buena idea, pero, ¿Y la universidad que? —le miré.

—de eso me encargo yo. Di que sí, por favor —hace puchero—. A parte, ya tengo los boletos compradas.

Se dirige a su cartera y de ella saca dos billetes de avión. Llevo mis manos a mi boca y abro mucho mis ojos. Me acerco a él y cojo los billetes de avión.

—¿Por qué lo has echo? —miro con ilusión lo que tengo entre las manos.

—porque te amo —coloca sus manos en mis caderas.

—¿A dónde es el viaje? —pregunté. Él señala con sus ojos el billete y yo comienzo a buscar—. ¿Las Maldivas?

—¡Si! —me da un beso en los labios.

TU Y YO Y NADIE MÁS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora