TU Y YO Y NADIE MÁS

capítulo 59

No creo que sea buena idea tener que buscar un pretendiente en la comunión de Adriana, pero por divertirme un rato hago lo que sea. No se como él va a reaccionar, pero sea cual sea su reacción me negaré a cualquier propuesta que me ponga, ya que si me ve con otro chico me dirá que me aleje del chico, creo. A lo mejor yo estoy sacando conclusiones y luego él ni siquiera reacciona y se queda normal sin decir nada. YO QUE SE. Me estoy arriesgando a algo que pondrá a arder la comunión, creo

—te presento a Hannah— Raquel me coge de la mano y me pone enfrente de un chico moreno, ojos marrones, más alto que yo y un cuerpo definido — Hannha este es Javier y viceversa

—hola— me saluda con una sonrisa en la cara

—soy Hannah, encantada— estreché mi mano con él

—igual— aprieta mi mano y me acerca a él

—bueno yo me voy— antes de irse Raquel se acerca a mi oído y me susurra—: haz lo que te dije

Sin dejarme hablar, se fue de nuestra vista, perdiéndose entre el montón de gente que había en la pista bailando. Giré mi vista hacia el chico y este no apartaba la vista de mis labios. Me removí incómoda al sentir su mirada tan penetrante y él pareció haberse dado cuenta

Recorrió todo mi cuerpo con su vista y comenzó a hablar

—te ves irresistible— se muerde el labio inferior y yo sonrio falsamente

Asco

—si, gracias— hice una mueca

—¿Quieres bailar?— estrecha su mano y yo la acepto, aunque lo último que quiero es bailar con ese tipo

Cuando llegamos al centro de la pista, comenzó a sonar una canción con más ritmo que las anteriores y yo comencé a mover mis caderas lejos del alcance de que él pueda tocarme y recorrerme con sus manos

—¿Por que tan lejos?— susurró en mi oído y yo me estremecí

—hay muchos insectos por ahí— pasé la mano por mi nariz, indiferente

Tu eres uno de ellos

—yo no vi ninguno— soltó una carcajada

—¿Bailamos o que?— alcé una ceja y él agarró mi cintura fuertemente, pegándome a su cuerpo

—disfruta— hace la forma de mi cintura con su mano

—¿De qué? ¿De bailar? Tranquilo eso lo que haré— di un paso disimuladamente hacia atrás para separarme un poco de él

—no te separes tanto, nena— me acercó de nuevo a su cuerpo, solo que esta vez mi espalda quedó pegada a su pecho

Sentí como aspiraba en el hueco de mi clavícula. A tal acto me sentí incomoda, demasiado diría yo

—¿Channel?— separó su rostro de mi clavícula y me sentí liberada

—esa es la colonia que yo suelo utilizar— sonreí

—huele muy bien— me da la vuelta, quedando frente a él —. ¿Tienes novio?

—no— no quise mentir

—perfecto— sonríe de lado

—¿Y tú?— pasé la mano por su brazo derecho

—si tuviera novia, no estaría aqui— no despegó la mirada de mis ojos —. Por lo tanto, eso significa que no tengo novia

—vale— no sabía que decir

Ignorado todo lo que estaba alrededor mío, incluido él. Comencé a bailar al ritmo de la música. En algunos movimientos me dificultaba moverme, ya que el vestido llegaba hasta mis pies y lo pisaba sin darme cuenta