Verde mar (1)

9.2K 609 1.5K
                                    

Todo era como de costumbre, el salón estaba hecho un desorden, risas y palabras confusas. Noriaki pasó desapercibido, yendo directamente al último pupitre del salón para acomodar sus cosas y esperar al maestro.

-¡¡Noriakiii!!

El pelirrojo miró hacia la dirección en la que escuchó su nombre para toparse con Tessa, chica que también poseía un poderoso stand, tal vez por eso era su mejor y única amiga.

-Hola, no grites niña- esbozó una suave sonrisa a la par que la chica se acercaba a toda prisa, sentándose en el piso junto a su amigo.

-No lo vas a creer, ni te imaginas lo que te voy a decir.

-¿Ahora qué hiciste?

-¿Recuerdas a Liz de 2E, La chica con la que todos se quieren acostar?- susurró la pregunta con un tono pícaro.

-Si... No me digas que...

-¡Si! Calla, calla- Tessa tapó la boca de Kakyoin -Yo me acosté con ella.- rió escandalosamente, levantándose para hablar más cómodamente.

-Eres una máquina de seducir mujeres- Comentó divertido mientras jugaba con su largo flequillo. -Pero... ¿Y si lo divulga?

-Sinceramente, no me importa que lo haga.- Miró hacia la ventana- La única razón por la que no digo que soy lesbiana, es porque los chicos que se me declaran me regalan rosas y chocolates, los cuales comparto contigo. Las chicas no suelen hacer algo así- Codeó divertidamente a su amigo, riendo.

-Interesada- dió un tirón al pelo de su amiga a manera de burla, comenzando un infantil juego entre ambos.

-Jovenes, tomen asiento. Hoy llega alguien especial a quien les quiero presentar.

Con aquel comentario todo mundo prestó atención al profesor, Tessa se encaminó a su pupitre moviendo su corta cabellera castaña de modo coqueto, haciendo a varios chicos suspirar; mientras que Noriaki seguía jugueteando con su mechón rojo.

La llegada de un nuevo alumno no era nada preocupante ni algo que sorprendiera al pelirrojo. O eso pensaba el pues no conocía a la persona que llegaría al aula.

La puerta crujió y todo mundo miró con atención. Un chico muy alto y apuesto entro al salón, llevaba una gorra y gabardina negra, observando a todos y cada uno de los que serían sus nuevos fastidiosos compañeros.

-Yare yare daze...- Susurró con un aire cansado, después levantó bien su cara y frunció el ceño- Soy Kujo Jotaro y tengo 17 años, me cambiaron a este instituto de mierda porque en el anterior molí a golpes a un bastardo que se hacía llamar "profesor"...- Su voz fue fuerte y el mensaje le quedó claro a todo mundo, si no querían problemas no debían de molestarlo.

-Creo que me enamoré...- luego de ese comentario por parte de una de las mujeres, siguieron unas risitas muy molestas para el recién llegado.

Noriaki sentía sus mejillas rojas y un extraño calor, no podía dejar de mirarlo, era demasiado apuesto y estaba de sobra decir que era un imán de mujeres. No salió de sus pensamientos hasta que su mirada se topó con aquellos ojos verde mar del chico nuevo. Con vergüenza desvío su mirada y siguió jugueteando con su pelo.

-Kujo, creo que lo último que dijiste no era necesario de saber... Tu nombre y edad eran más qué suficientes, pero en fin- El profesor acomodó sus gafas- Espero que se puedan llevar bien, toma asiento a un lado de Kakyoin, hoy no vino quién se sienta ahí, mañana te conseguiremos un pupitre.

No sabía quién era ese tipo, si el tipo de pelo negro distraído o el que hace unos momentos lo observaba detenidamente, no obstante si sabía dónde sentarse pues era el único pupitre vacío de la clase.

Fuckboy (Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora