Fuckboy (Jotakak)

We are finally here.

-...¿Cómo qué te vas de Tokyo? ¿Es broma o me tengo que comenzar a preocupar?

La mirada triste del pelirrojo lo delató completamente. Tessa se giró para verlo mejor, sintiendo el corazón salir por su garganta.

-S-sé que es muy apresurado pero de otra manera no podré... Estar bien.- defendió su situación.

-¡¿Qué mierda hablas?!- tomó a su acompañante por los hombros sacudiéndolo suavemente- ¿Qué te tiene de esta...? Está... Olvídalo.

Noriaki hizo una mueca de incredulidad y la castaña pareció entender un poco más. Lo soltó con rudeza mientras sentía su ritmo cardíaco aumentar, estaba alterada no sabíendo cómo sentirse.

Kakyoin carcajeo secamente, llamando la atención de su amiga- Cuando no terminas tus oraciones es porque sabes que tus palabras serán hirientes o imprudentes...- la miró con cierto enojó- Dime, ¿Cuál iba a ser el final de esa pregunta?

-¿Qué te tiene de esta estúpida acobardada manera?- afrontó al chico, quién al parecer no se esperaba esa brutal sinceridad.

-¡¿D-disculpa?!- el pelirrojo se mostró ofendido y frunció el ceño- ¡¿A quien le dices cobarde, cobarde?! ¡Tú qué te tiraste a media escuela y hasta casi un año después afronto las consecuencias porque no quisiste hacerlo en ese momento!

Su tono de voz era agresivo tanto que la castaña decidió devolver esa agresividad. 

-Si, tal vez si.- inhaló aire, esperando que la calma llegará a ella- Pero yo deje mi cobardía atrás y afronte mis consecuencias. Ahora no tengo pareja ni amantes y mi único amigo se quiere largar a quién sabe donde porque no quiere poner un alto a su relación pseudo-amorosa. 

-¡¿Entonces por qué jodias tanto con que me alejará de el?!- preguntó exasperado, se levantó grotescamente, dando a notar la diferencia de estatura entre ambos- Es lo que voy a hacer y...

-¡Me refería a que tuvieras los suficientes pantalones para decirle que no eres su juguete sexual y sentimental!- ella también se colocó de pie, interrumpiéndolo- Crees que eso lo va arreglar todo, pero no es así. Es sólo un intento de escapar y escúchame bien, ¡Jamás lo vas a lograr! No de esa forma...

El pelirrojo bufó tratando de controlarse, no necesitaba más problemas y menos con ella. Aunque hizo todo lo contrario.

-¿Qué te hace pensar eso?- su pulso se aceleró y su lengua tomó vida propia- Pues te jodes porque me voy el Jueves.- le dio la espalda a su compañera. Ella no esperaba esa respuesta tan grotesca por su parte, aunque ya ni si quiera le sorprendía. 

-El único que se va joder eres tu. No harás más que recordar a ese idiota y tarde o temprano vas a volver a el.- se aproximó a la puerta para bajar de la azotea y antes, sin mirarlo habló- Maldito cobarde.

Escuchó esa última frase por parte de su amiga junto con un portazo. Cerró sus ojos con frustración esperando con todo su ser el hecho de que ella se equivocara.

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Jotaro se encontraba a las afueras de la escuela, leyendo una revista sobre animales marinos y bebiendo soda.

Su día iba bien, sin perras escandalosas o cualquier otro tipo de problema.

Tal vez por eso nunca vio llegar el golpe en su mejilla por parte de Tessa.

-Bien hecho maldito infeliz. Bien hecho.- Kujo no tenía ni la menor idea del por qué de esa agresión ni el motivo de su enojo. Irritado, se colocó de pie para escuchar a la chica.

-¿Puedo saber qué mierda te pasa?- preguntó a punto de devolver el golpe.

-Tu, maldito bastardo...- sin pensarlo dos veces la de cabellos cortos se abalanzó sobre el, golpeando su torso con fuerza, pero no la suficiente para que al chico le causara algún daño- ¡Te voy a matar! ¡Imbécil de mierda!