Mangel
La cena sin Samuel se había vuelto bastante incómoda, el rey Enrique hablaba furioso con el padre de Samuel, que fastidio.
Por lo que, Lolito, Fargan, Willy y yo habíamos salido a divertirnos afuera.
A lo lejos divisamos a uno de los chicos de la isla, Rubius.
-¿Vamos con él y le invitamos una cerveza?- decía Fargan un poco ebrio.
Fargan comenzó a caminar tambaleándose directo al pobre chico, todos fuimos detrás de él. Al vernos se limpió la cara, estaba llorando, no quería que lo viéramos pero sus ojos hinchados y su cara roja lo delataban.
-¿Qué hacéis, chicos?- su voz temblaba.
-Bebíamos un poco, ¿quieres probar?- Willy estiró su mano con una cerveza a la mitad, Rubius no muy convencido estiró un poco su mano para tomarla.
La llevó a su boca y tomó un trago, su cara cambio a una de disgusto- Esto sabe horrible- hacia gestos de querer vomitar, este chaval da mucha risa.
-Vamos, no te preocupes, Rubius. Al principio si sabe así, pero una vez te acostumbras olvidas todo- Abrazaba a Lolito mientras él seguía bebiendo su cerveza.
Rubius dio otro trago, y otro, y otro, hasta que se la terminó. No se veía tan asqueado como antes.
Unos 15 minutos después...
Rubius reía a carcajadas con nosotros, solo tomó unas 2 o 3 cervezas y se podía decir que ya estaba más ebrio que nosotros.
-¡Hagamos una carrera a los dormitorios!- gritó Fargan, la idea era excitante y peligrosa, tendríamos muchos problemas con los padres de Samuel.
-¡El último que llegue es un pescado podrido!- dije, todos comenzamos a correr hacia el castillo, Rubius llevaba la delantera.
Samuel
Rubén abandono la habitación, me preocupe, quizá lo ignore un poco y eso le sentó mal.
Caminaba por los pasillos, pensando en donde podría estar a estas horas, escuche pasos a los lejos y risas, de repente Rubén venía corriendo hacia mi, riendo, con los chicos detrás de él, miraba hacia atrás, sin darse cuenta chocó contra mi.
Ambos en el piso, mirándonos a los ojos, tal como nos encontramos la primera vez...
Le notaba feliz y tenía un amargo olor a ¿cerveza?
-Rubén- Le llame- ¿Estabas tomando? Hueles bastante a...- me interrumpió.
-Calla, calla, hermoso- ¿hermoso? Realmente le hizo mucho efecto- A mi también me gustas ¿vale? pero que sea un secreto- se levantó rápidamente y entró a su habitación.
Sentí mis mejillas arder, sus palabras no dejaban de dar vueltas por mi cabeza.
A mi también me gustas ¿vale?
-A mi también me gustas, Rubén- susurré y me dirigí a mi habitación, esta era una noche perfecta.
A la mañana siguiente...
Rubius
La luz que atravesaba por la ventana me daba justamente en los ojos, ¿qué estaba sintiendo? Mi cabeza dolía a montones, ¿qué hice ayer? Era horrible.
Escuche el horrible chirrido de la puerta abriéndose, cubrí mis ojos con mi brazo- Auron, no hagas tanto ruido, por favor- escuche sus pisadas acercándose y sentarse en mi cama.
-Buenos días, Rubén- me senté de golpe en la cama, reconocí su voz al instante.
-Principe Samuel- susurré-¿Qué hace aquí tan temprano?- aún me sentía un poco mal por lo sucedido ayer.
-Vamos, ya te he dicho que no seas fan formal, solo dime Samuel- me sonroje un poco, lo sentí y me odiaba por ello.
-Esta bien, pero- Le miré a los ojos- aun no responde mi pregunta- sonreí nerviosamente.
-Ayer probaste la cerveza y estabas algo ebrio-.
-¿Eso explica mi dolor de cabeza?- reímos.
-Así es, es por eso que te he traído unas pastillas para tu resaca- me entrego una cosa blanca pequeña junto a un vaso de agua.
-¿Cómo hago esto?- pregunté confundido, muchas veces escuché a Auron hablar de medicinas y pastillas pero no recordaba como eran.
-Colocas esa pastilla en tu lengua y tomas agua rápidamente, la pastilla debe irse con el agua- asentí, tuve que intentarlo varias veces, sabía horrible.
-Gracias- me gire para ver a Auron, su cama estaba perfectamente hecha-¿Dónde está él..?-.
Me tomo la mano-Rubén- me están comenzando a preocupar- Auron y Luzu partieron esta mañana a Aris-.
-Pero...- sentí como lagrimas rebeldes comenzaron a salir de mis ojos- ¿Por qué no me lo dijo?- el príncipe debe pensar que la única cosa que solo se hacer bien es llorar.
-Raúl sabía que si te decía, querrías ir con él a Aris, pero también quiere protegerte. Si algo malo llegase a sucederte en Aris él nunca se lo perdonaría- Samuel acariciaba mi mano, esto es muy difícil para mi. Nunca he estado tan lejos de Auron, me siento tan... solo.
-¿Cuando regresarán?- mis lágrimas seguían cayendo por mis rojas mejillas.
-Si todo sale conforme lo planeado, estarían aquí para mi baile de compromiso con Akira- miré hacia el piso, con solo pensarlo...
Sus suaves manos tomaron mis mejillas con delicadeza, obligándome a mirarle, sus dedos limpiaban mis lágrimas, sus ojos me miraban con mucho cariño, como Auron lo hacía conmigo a veces, pero...
Mi corazón comenzó a acelerarse, mis mejillas se tornaron rosas, sentía su ardor y el dulce cosquilleo que él ocasionaba en mi cuerpo.
Se fue acercando a mi, cerrando lentamente sus ojos, hice lo mismo que él, otra vez aquella sensación...
Todo desaparece, solo estamos él y yo, sentía su respiración golpeaba suavemente mis labios y puedo jurar que por un momento nuestros labios rozaron...
Sino hubiera sido porque tocaron la puerta, interrumpidos, otra vez, solté un leve suspiro, Samuel se levantó de la cama y rápidamente besó mi mejilla, ¿cómo puedes provocar un revoltijo de emociones en mi, Samuel de Luque?
Se dirigió a abrir la puerta, pude escuchar voces pero no se que decían, volvió a cerrar la puerta y se acercó a mi.
-Tengo que irme, Rubén. Debo ayudar con la organización del baile de compromiso- a él le incomodaba mucho tocar este tema conmigo, lo sabía perfectamente, su cuerpo hablaba por él.
-¿Cuándo es?- pregunté rápidamente.
-Mañana- bajo la mirada, parecía triste, joder, no quiero verlo así.
-Creo que entonces lo mejor será vernos después de mañana- él me miró confundió y negó con la cabeza.
-No, no puedo hacer eso... no lo soportaría-lo último lo susurró pero pude escucharlo perfectamente- Ven al baile- tomo mis manos entre las suyas- Quiero que estes ahí, por favor, Rubén- el príncipe me está suplicando...
Lo dude un segundo pero asentí y sonreí levemente, él necesitaría mucho apoyo para cuando Auron y Luzu regresan... si es que lo hacen...¡no! No pienses eso, Rubén. Ambos regresarán sanos y salvos, lo sé.
-¡Muchas gracias!- colocó un dulce beso en mi frente, dejándome solo en la habitación.
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||Valiente|| Karmaland 4
FanfictionHas logrado llegar aquí por tu gran valentía, sigue así por favor, vive por mi, por tus amigos pero principalmente... por ti. Se que tienes miedo, yo también lo tengo, pero todo estará bien, lo prometo... te lo prometo. Samuel de Luque es el príncip...