Capítulo 6: Encuentros.

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Sabía que me sonaba la voz, al fin y al cabo, aún la había escuchado esta mañana en el cementerio.

-¿Me estás siguiendo?- le pregunté seria.

Me imaginaba cual iba ser su respuesta, pero ya no me parecía una casualidad aquello de encontrarmelo dos veces el mismo día.

-May, como dirías : ¿No crees que tengo mejores cosas que hacer que seguirte por toda la ciudad? -me dijo con tono de burla.

-Sinceramente, de ti, me espero cualquier cosa.. -le dije controlando mis ganas de tirarle toda la coca-cola encima.

-Pero si no me conoces, ¿cómo puedes pensar eso de ? -me preguntó.

-No hace falta conocer a una persona para esperarte cualquier cosa de ella.. -le dije seca.

Se quedó callado mirándome fijamente a los ojos.

Yo no entendía nada. En ningún momento esperé que él reaccionase así, ni si quiera se me pasó por la cabeza.

Seguía observándome fijamente cuando, de repente, las luces se apagaron.

Deje de mirar a Jess y me coloqué bien en el asiento. Sabía que lo mejor era olvidarme de todo lo que acababa de pasar y disfrutar de la película. Pero no iba ser tan fácil como pensaba.

Cuando por fin había logrado concentrarme en la película, Jess lo estropeó todo.

-Quizás si me conocieras bien me tendrías más miedo del que ya me tienes. -me susurró al oído.

Esta vez fui yo la que me quede callada. No sabía que decir, y aún menos, sabía que pensar.

Min Ho se dio cuenta de lo tensa que estaba desde que había hablado con Jess, para él todavía un completo desconocido, y convenció a Susan para intercambiar los asientos.

- May, ¿qué te pasa? -me preguntó preocupado.- Y no me digas que nada porque te conozco y que me estarías mintiendo..

-Tranquilo, simplemente me acordé de que mañana tengo que ir a ponerme una vacuna y no me hace mucha ilusión que se diga.. -le dije intentando desviar la conversación.

-Pensaba que se te daba mejor inventar escusas, pero veo que me equivocaba... -suspiró Min Ho.

-Te lo cuento luego, ahora prestemosle atención a la película. -le susurré.

No correría el riesgo de que Jess me escuchara hablar con Min Ho de él. Estoy segura de que acabaría pensando que era una desesperada o incluso que estaba loquita por él.

-Vale, pero prometeme que vas estar bien y que si necesitas algo vas acudir a . -me hizo prometerle Min Ho, mientras  se metía un puñado de palomitas en la boca.

-Sólo si dejas de comerte todas mis palomitas, pequeño delincuente. -le susurré mientras intentaba aguantar la risa.

Descuidé un momento mi bol de palomitas y Min Ho se había comido media parte de las palomitas. Exigía venganza.

Terminé las pocas palomitas que me quedaban pero seguía hambrienta, muy hambrienta.

Yo no solía comer mucho, pero no debido a que quisiera adelgazar, sino porque mi cuerpo en ningún momento me pedía más comida de la necesaria.

Pero ese día todo era diferente, comiera lo que comiera seguía teniendo hambre. Hasta empezaba a temer que estuviese convirtiendome en un mutante o algún ser antinatural.

-¿Quieres de mis palomitas? -me preguntó Jess.- Tienes cara de estar hambrienta.

-¿Tanto se me nota? -añadí riendome suavemente.

-Un poco, por eso te ofrezco de mis palomitas, temo que recurras al canibalismo.. -dijo entre risas. -Ten en cuenta que para , mis palomitas son sagradas y si te invito a ellas es porque temo por mi vida.

-Eres un idiota. ¿Lo sabes, no?

-Algo así me tienen dicho. -añadió Jess.

No le contesté. Se suponía que estaba allí para disfrutar de la película y no para discutir con un chico que había conocido esa misma mañana.

El resto de la película transcurrió sin ningún tipo de interrupciones, y la verdad, agradecía que así fuese.

Cuando la película terminó, desalojamos la sala. Cuando íbamos de camino a las tiendas de ropa, escuché a Jess gritar mi nombre. Me giré y él se acercó a mí apresurado.

-¿Qué pasa Jess? -pregunté preocupada.

-Olvidé decirte que no voy a desaparecer de tu vida hasta que te acuerdes de . -me dijo con una sonrisa burlona.

Se giró y volvió corriendo junto a sus amigos. Mientras se alejaba, yo moría de ganas de gritarle que estaba loco pero no me salía la voz, me había dejado totalmente atónita.

-¿Quién era ese chico?- me preguntaron mis amigos al unísono.

-Lo conocí esta mañana en el cementerio cuando fui visitar la tumba de mi hermana, pero quitando eso y que nos vimos en el cine esta tarde, no lo conozco de nada más. -añadí confundida.

-¿Estás segura de eso último? -me preguntó Susan.

Eso mismo me empecé a preguntar yo. ¿Conocía a Jess de antes? Y si era así, ¿por qué yo no me acordaba de él?

No todo es dolor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora