¿Por ti o por mi?

Capitulo 5: Sara

Ayer por la tarde cuando Karen llegó a la residencia, vino acompañada de Katherine y se disculpo mil veces por haber dicho lo que dijo. En realidad me cabree demasiado por una simple frase. Sinceramente no se porque me afectó tanto.

Enseguida la perdoné y seguimos como si no hubiese ocurrido nada.

Al día siguiente Karen y yo fuimos a la cafetería juntas ya que nos habíamos encontrado en los pasillos y cuando abrí la puerta choque contra algo duro, sino llega a ser por unas manos grandes y fuertes que me sujetaron, me abría caído al suelo. Al levantar la mirada me encontré con los ojazos de Marco.

—Lo siento, no te he visto—Me disculpé mientras me apartaba de él ya que me había quedado demasiado cerca. Me agache a recoger algunos de los papeles que se me habían resbalado y para mi sorpresa Marco se agacho también.

—No, ha sido culpa mía, lo siento—Se disculpó él.—¿Estas bien?

—Si, si no ha sido nada—Siseé levantándome y entrando en la cafetería. Eso había sido...raro. Me gire sobre mi hombro y pille a Marco mirándome el culo.

<<¿¡Enserio?!>>

Cuando se dio cuenta de que lo había pillado le salió una sonrisa estúpida en la cara y se encogió de hombros. Me di la vuelta y fui a coger la comida.

La siguiente clase era historia del derecho, me tocaría estar con Marco. Respire hondo ante la idea de tener que trabajar con él durante el trimestre.

Esta vez no quería llegar tarde a la clase así que me apresuré para poder coger un buen sitio. Llegué diez minutos antes y gracias a Dios la clase estaba vacía a excepción de algunas personas que habían hecho lo mismo que yo.

Busque un buen sitio y me senté mientras organizaba todas las cosas que debía de hacer. Hasta que alguien decidió sentarse a mi lado. Me gire para ver un rostro bastante familiar, Marco.

—La clase es muy grande—Comenté sin apartar la vista de mis notas.

—Lo se, pero este sitio me gusta, desde aquí puedo ver todo perfectamente.—Respondió mientras sacaba algo de su bolsa. Cogí mis cosas y me dispuse a marcharme cuando me cogió del brazo.—Quédate, no te molestaré, pero podríamos llevarnos bien al menos...

Sopesé su respuesta y aunque pensándolo bien, íbamos a tener que hacer el trabajo juntos, por lo que volví a sentarme. Con lo que no contaba es que mi sitio estuviera ocupado.

Un par de chicos y chicas vinieron en nuestra dirección pero se pararon en seco cuando vieron que sus sillas estaban ocupadas. 

—Perdona, pero este es nuestro sitio...—Informó una de las chicas señalándonos a mi y a Marco. Este levanto la mirada y se giro para ver a los dos chicos que la acompañaban. Vi como se tensaba a mi lado y apretaba la mandíbula demasiado fuerte.

—Ahora es nuestro sitio, así que os largáis—Ordenó demasiado tenso. Me fije en los dos chicos que se habían quedado mas apartados. Y me fije en como uno de ellos estaba con los puños apretados.

—¡Eh...No! Este es nuestro sitio, por lo que te largas tu.—Afirmó una de las chicas con los brazos cruzados. La tensión se palpaba en el aire. Algo iba mal, entonces el chico que estaba con los puños apretados se acerco a Marco, este se levantó y me di cuenta de que también tenia los puños apretados y los nudillos blancos de la fuerza que estaba haciendo.

El chico rubio se puso delante de Marco, aunque no tenia nada que hacer. Marco era mas alto y mucho mas fuerte que él. Estaban demasiado juntos, sus narices se rozaban.

—No quiero problemas, Towson. Largate y déjame en paz. No te lo diré dos veces.—Ladró Marco cabreado.

<<Towson, me sonaba ese nombre...>>