Capitulo 11: Sara

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Odiaba ser débil ante la gente y Marco había visto mi parte mas débil. Porque mentir, las palabras que me dijo Marco antes de salir de su piso me dolieron mas de lo que quería pensar. Porque en cierto modo pensé que estábamos empezando a construir algo, aunque fuera una amistad, estaba intentando volver a confiar en alguien y ¡Pum! Parecía que el pasado me perseguía.

Al salir de su edificio fui andando hasta la residencia ya que no conocía ningún lugar mas. Había intentado quitar todo rastro de lagrimas de mi rostro y rezaba para que ni Karen ni Katherine estuviesen en la residencia, no tenia ganas de explicar mis problemas a nadie.

Al llegar abrí la puerta con suavidad y solté un suspiro de alivio al ver que estaba vacía. Al ver mi reflejo en el espejo me quede horrorizada, aquel día había decidido ponerme rímel ya que me hacia las pestañas aún mas largas, pero en el pote decía claramente que era resistente al agua pero mi reflejo no decía lo mismo. Tenia la cara llena de manchas negras de rímel y los ojos un poco hinchados.

Me lave la cara y fui directa a la cama, no tarde mucho en quedarme dormida con mil pensamientos en la cabeza y sabia que esa noche iba a tener pesadillas.

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Apenas había dormido nada, tuve varias pesadillas en las que me desperté sudando y con los ojos llenos de lagrimas, por suerte Karen había pasado la noche fuera con su novio ya que me mando un mensaje para que no me preocupara.

Tras intentar en vano volverme a dormir, decidí que seria mejor hacer algo productivo porque sino iba a echar a perder el día.

Llevaba ya casi un mes en Madrid y aún no había hecho nada de turismo con lo que me lave la cara me vestí con unos simples tejanos, una camiseta holgada y me prepare para ir de turista.

Lo cierto es que Madrid era muy bonito y busque por internet diferentes sitios para visitar. Durante todo el día visite la puerta del sol, gran vía y el museo del prado. Quería ir a visitar el parque El retiro, por lo que compre un bocadillo y fui hacia el parque, me senté en la hierba y me comí el bocadillo rodeada de naturaleza.

Madrid me estaba gustando mucho, las calles tenían cierta gracia. También quería visitar el barrio de La latina pero la verdad es que estaba muerta y me dolían mucho los pies. Por lo que en cuanto empezó a oscurecer llamé a un taxi para que me dejara en la residencia.

Viajando en el taxi observaba cada detalle que podía ver desde la ventana, los coches, la gente, las tiendas...Todo, me gustaba observar y Madrid de momento me estaba gustando.

Mi movil empezó a vibrar dentro de mi bolsillo y vi que Marian me estaba llamando. Una sonrisa instantánea se formo en mis labios y me apresuré a contestar.

—¡Marian!

—¡Hola, cariño! ¿Como estas?—Preguntó esta con un hilo de voz.

—Bien, bien. Hoy he visitado Madrid y sin lugar a dudas me encanta...—No pude decir más porque escuche un sollozo al otro lado de la linea.

—¿Marian, que ocurre? ¿Estas bien?—Pregunté alarmada.

—Tom...—Susurró entrecortadamente llorando desconsoladamente, mi corazón dejo de latir durante un segundo al escuchar su voz desgarrada.

—¿Que...que...le ocurre...a Tom?—Pregunté con miedo en la voz y con las lagrimas en los ojos.

—Han tenido un accidente de coche...Ariel y Tom....—Los sollozos no la dejaron continuar y mi mundo se derrumbo. 

—Ahora mismo voy para allá—Colgué para que no le diera tiempo a rebatirme.

El taxi me preguntó varias veces si estaba bien a lo que yo respondí que solo me tenia que dejar en la residencia. Quería darme una ducha antes de coger el tren, había mirado los horarios y en menos de media hora salía uno para allá. Con un poco de suerte a las diez estaría en Barcelona.

Al entrar en la habitación no me esperaba para nada a Karen y Katherine.

—¡Sara, por fin...—Karen se quedo a media frase al ver en el estado que estaba—¿Que ha ocurrido?—Preguntó acercándose a mi y tocándome en el brazo.

—Nada, tengo que ducharme—Me escabullí en el baño y puse el pestillo.

Al salir otra vez a la habitación estaban las dos sentadas en la cama observándome con preocupación.

—Sara, me estas asustando, cuéntanos lo que ha ocurrido.

No aguanté mas y rompí a llorar, las dos vinieron hacia mi y me abrazaron. Pero Marian me vino a la cabeza, tenia que estar con ella y ayudarla.

Me separe de ellas y las miré directamente a los ojos sabiendo que no iban a dejarme ir sin saber lo que ocurría, mire un momento mi reloj y me di cuenta de que aún quedaban veinte minutos para el tren, tiempo de sobra.

Me senté en la cama y les expliqué todo lo que sabia, que era más bien poco.

—Te acompaño—Dijo enseguida Karen, me sorprendió su comentario pero algo en mi se ablando y una pequeña sonrisa se formo en mis labios.

—No, Karen. Quédate aquí no se si el lunes abre vuelto y tienes que ir a la universidad—Vi en sus ojos que le daba igual y quería ayudarme pero necesitaba estar sola.—De verdad, ademas me ira bien despejarme y todo.—Finalmente parecio acceder porque asintió con la cabeza.

—De acuerdo, Karen no irá contigo pero yo te llevo a la estación—Dijo Katherine mientras se levantaba y supe que no aceptaría un no por respuesta. Me las quedé mirando unos segundos de más y añadí:

—Gracias chicas, de verdad que os agradezco lo que estáis haciendo por mi...—Lo dije con total sinceridad.

—No nos des las gracias, somos tus amigas y te apoyaremos en todo—Sentenció Karen con los ojos vidriosos.

—Venga, menos cháchara que llegaremos tarde—Intervino Katherine, pero pude ver que sus ojos también estaban vidriosos.

Y entonces justo en ese instante me di cuenta de que me querían y me apoyaban como lo hacían Marian, Tom y Ariel.

Rápidamente prepare una mochila con algunas cosas y fuimos hasta el coche de Katherine.

Una vez delante del tren me di la vuelta para despedirme de mis amigas pero al hacerlo me percate de que las dos estaban llorando.

Nos dimos un abrazo conjunto hasta que me aparte y me limpie las lagrimas.

<<Por suerte esta vez no llevaba rímel>> pensé para distraerme de la situación.

—Cuando llegues me mandas un mensaje y que sepas que mañana por la mañana te voy a llamar, y el lunes...Todos los días hasta que vuelvas.—Se apresuró a añadir Karen antes de que me subiera en el tren.

No podía hablar, si lo hacía rompía a llorar y no podía volver a hacerlo por lo que simplemente asentí con la cabeza.

Katherine me dio un beso en la mejilla cariñosamente y me subí al tren al escuchar que en breve cerraban puertas. Busque mi asiento y cerré los ojos hacia la oscuridad. 

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¿Que les habrá ocurrido a Tom y Ariel...?

¿Que ocurrirá con Marco...?

Dejad vuestros comentarios. Espero que os haya gustado, nos vemos en el próximo capitulooo. 

Besos. 

¿Por ti o por mi?Where stories live. Discover now