Capitulo 6: Marco

60 5 3
                                    

Estaba nervioso. No sabia porque pero me importaba lo que pensara Sara de mi. No entendía porque, pero cuando me fui a la cama ese día después de haber discutido con ella no me sentía bien conmigo mismo. Como si yo fuera el responsable, en parte lo era ya que había sido yo quien la había hablado mal y el que la había apartado de mi lado.

Pero con el simple hecho de haber vuelto a ver a Towson me puso de mal humor. Era un capullo de cuidado y no quería que se acercara a Sara por nada del mundo después de todo lo que le hizo a mi familia.

No quería pensar en ese tema porque solo con pensar en lo que hizo me entran ganas de ir y darle otra paliza.

Respire hondo y me centré en la clase. Quería ser abogado, bueno mas bien era cuestión familiar. Mi abuelo fue sido abogado, mi padre es abogado y yo iba a ser abogado.

Cuando era mas pequeño quería ser como mi padre, un abogado importante y famoso del que todo el mundo hablara. Pero a medida que fueron pasando los años y me di cuenta de que para él era mas importante el trabajo que su familia, me vine a bajo.

Hasta que llego mi madre, ella era la luz que alumbraba mi camino, la única en realidad. Cuando tenia doce años y estaba encerrado en mi habitación llorando porque mi padre no había ido a una exposición en la que estaban todos los padres y madres, excepto el mío, claro. Ella entró en la habitación, se tumbo a mi lado y me consoló.

—¿Marco que quieres ser de mayor?—Preguntó mi madre mientras me acariciaba el pelo con una de sus suaves manos.

—Abogado...—Susurré, era la verdad, aunque yo no quería ser como mi padre.

—Pues entonces, tienes que prometerme que lucharas para ser un buen abogado, pero ante todo tienes que prometerme que antepondrás a cualquier cosa o persona importante antes que tu trabajo.¿Me lo prometes?

—Te lo prometo

Cuando mi madre me hizo prometer esa frase me di cuenta de algo. Mi padre antepuso su trabajo antes que a su familia. Esa noche por fin comprendí que quería ser un abogado, un buen abogado, pero ante todo una buena persona.

Y por eso mismo quería tanto a mi madre, aunque las cosas hubiesen cambiado la quería muchísimo.

Llevaba esperando mas de diez minutos en la entrada de la universidad. Empezaba a pensar que no iba a venir. Cogí mi Mobil para enviarle un estúpido mensaje de texto cuando la vi aparecer a lo lejos. Instantáneamente guarde el Mobil en el bolsillo trasero y una sonrisa de felicidad se instalo en mis labios.

—¡Llegas tarde, zanahoria!—La reñí de forma cariñosa. Me encantaba llamarla zanahoria ya que su pelo era de color naranja y me gustaba ver como se enfadaba cada vez que la llamaba así.—Pensaba que ibas a darme plantón...

—¡Vaya! ¿Un poco mas y daño tu enorme ego masculino?—Soltó de repente mientras subía a mi coche. Maldita Sara, nunca sabia por donde me iba a salir.

—Casi, pero sigue intocable.—Contesté mientras arrancaba el coche. Quería llevarla a algún sitio especial.

—¿Que tal todo?—Pregunté para establecer una conversación.

—Exactamente igual que esta mañana—Respondió mientras se centraba en las vistas de fuera. Vaya, no me lo iba a poner nada fácil.

—¿A donde vamos?—Preguntó Sara mientras centraba toda su atención en mi.

—Es una sorpresa—Contesté encogiéndome de hombros.

—Genial. Odio las sorpresas...—Murmuró, me estaban empezando a molestar sus contestaciones, vale que me había comportado como un capullo pero ahora era al revés.

¿Por ti o por mi?Where stories live. Discover now