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Izuku

Cinco meses pasaron desde el incidente.
Fueron cinco meses un tanto extraños, pero tener la compañía de mis allegados, mi madre y, por sobre todo, la de Sho-chan lograron hacer que fueran menos difíciles para mí.

El secuestro y el incidente que casi me costó la vida fueron las experiencias más traumáticas que viví en toda mi vida, pero no dejé que me atormentaran. Con mucho esfuerzo y paciencia, estoy sobrellevando bastante bien la situación... o eso fue lo que mi terapeuta dijo; luego de vivir aquello se me hizo imposible no volver a recurrir a él. Aunque solo es una hora y media, dos días a la semana, ayudan mucho.

Mi madre suele acompañarme, y de esa manera pasamos más tiempo juntos ya que, debido a mi trabajo y aislamiento, casi no puedo ir a verla. Es una forma de poder estar juntos. Al menos por unas horas.

Días después de todo aquello, evité mirar las noticias, redes sociales y salir de casa —recomendación de mi terapeuta—, y por ésa misma razón no logramos ir a aquel almuerzo que habíamos planeado con la familia Todoroki, es decir con sus hermanos, sobrina y su madre. Esa iba a ser la primera vez que conocería a Rei-san, pero lamentablemente quedó pospuesta para otra ocasión.
Sho-chan me comentó que su madre lo había tomado muy bien, fue muy comprensiva, pues escuchó todo lo ocurrido, y solo le aliviaba saber que ambos nos encontrábamos bien; misma situación atravesó mi propia madre.

Creí que a la pobre le daría un infarto luego de que la invitaramos a almorzar en mi departamento como una excusa para ponerla al tanto sobre lo sucedido, y al final no hizo más que llorar y abrazarme con todas sus fuerzas. Aterrada y al mismo tiempo aliviada. Yo también lo estuve.
No se vio molesta ni nada por el estilo, y eso fue un gran alivio.

Nobara Leo, mejor conocido cómo Million Forms, se encuentra bajo arresto —por lo que oí sin querer en la radio de un supermercado— al igual que todas las personas involucradas en su organización clandestina e ilegal. Y eso tenía a Sho-chan más tranquilo, puesto que, unas semanas luego de ser dado de alta del hospital, me contó sobre su teoría de los ataques relacionados hacia mí, la cual resultó ser una realidad y no una teoría, dejando al villano encarcelado no solo por ser el causante de los últimos ataques que había vivido con el propósito de llegar a Sho-chan, sino que también por los asesinatos y secuestros que cometió alrededor de unos cuatro años seguidos.

Sho-chan, el mismo día que salí del hospital, se quedó conmigo e hizo todo muchísimo más fácil para mí. Aunque todavía me sienta mal lo de su repentino retiro.

Sí. Sho-chan, una semana después, convocó una conferencia de prensa en la que anunció su retiro indefinido; dejando en su lugar al héroe Audible, es decir a Shinso-san, a cargo hasta que él decidiera volver. Y claramente el mundo se revolucionó en cuestión de minutos, pero nadie se atrevió a objetar nada.

Luego de aquello, se mudó temporalmente a mi departamento porque no quería dejarme solo, y la verdad es que yo tampoco quería estarlo, así que estos cinco meses de convivencia fueron muy agradables. Realmente los necesitábamos mucho a estos días de descanso y paz en los que somos únicamente nosotros dos.

Con respecto a Katchan, lo veo y atiendo con frecuencia. No me pude permitir descansar tanto del trabajo como Sho-chan hizo —y aún hace— ya que tengo una responsabilidad que cumplir con mis pacientes, y entre ellos se encuentra mi viejo amigo de la infancia, quien está transitando ya su sexto mes de embarazo. Y la noticia de que el pequeño bebé resultó ser una fuerte y saludable niña, dejó a todo el grupo muy feliz.

La pequeña Akane crece sin ningún tipo de complicación. Todo está más que perfecto. Bueno, excepto por los repentinos cambios de humor de Katchan. Pero eso lo sufre más Kirishima-san que cualquier otra persona.