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El vestíbulo estaba algo vacío y los ayudantes les habían avisado que todos los pacientes habían sido atendidos, por lo que los nuevos cuidadores decidieron tomar un poco de aire y aprovechar a relajarse con una bebida energizante, puesto que desde la mañana no pudieron desayunar o tan siquiera sentarse.

Danica no tuvo la oportunidad de reunirse con sus amigos al notar que una madre llegaba algo asustada, cargando a un pequeño de no más de tres años, el ayudante le pidió amablemente que esperara mientras llamaba a un cuidador, pero la castaña le tomo el brazo al ayudante para avisarle que ella estaba disponible.

―Pero, señorita Danica, usted llegó antes que todos los demás cuidadores, puedo llamar a la señorita Lagle.

―No pasa nada Riump, puedo encargarme de este caso.

Danica le mostró a la madre el camino a seguir, probablemente fuera una madre primeriza y se asustaba por cualquier inconveniente que su hijo mostraba.

―Soy la cuidadora Danica, ¿sería tan amable de decirme en cómo puedo utilizar mis dones con su hijo?

La madre empezó a explicar desesperada lo que le había sucedido a su hijo desde hace algunos días, Danica escucho pacientemente y se dio la razón a ella misma; aquel niño solo estaba sufriendo una pequeña enfermedad que todos los bebes tenían: "tuulerõuged".

―No tiene que preocuparse, señora― le comento Danica mientras sacaba sus manos de los bolsillos de su falda roja, su uniforme de cuidadora. Le pidió amablemente que recostara a su hijo y ella solamente colocó sus manos sobre la cabeza del pelirrojo para empezar a quitar las manchas rojas en todo su cuerpo, el niño empezó a dejar de llorar y la madre soltó un suspiro de alivio.

―Muchas gracias Danica.

―Si su hijo vuelve a mostrar estos síntomas, vuelva a venir con la tranquilidad que esta enfermedad es muy común a esta edad y no es peligrosa para su salud― volvió a esconder las manos en su falda ―Tuulerõuged es una enfermedad que todos los integrantes de esta comunidad han sufrido desde que fundamos nuestra aldea.

―Las estrellas fueron buenas al elegirla a usted para ser cuidadora― Danica solo elevo sus hombros para irse directamente a descansar y que los nuevos pacientes fueran atendidos por sus compañeros.

―Señorita Danica― Danica hizo un gruñido, mostrando su enojo ante el ayudante, que impedía nuevamente que descansara ―Su madre está siendo atendida por el señor Alvar. Debería saber que su madre es la tercera vez que viene por esta enfermedad, creo que las estrellas han decidido que es-

― ¡No digas eso! ― grito rápidamente Danica para mirarlo enojada ―Las estrellas me dieron estos dones para curar a cada persona de Lemaire, debo hacer algo― giro en su propio eje para ir en busca del cuarto donde estaba su madre.

―Lo siento Danica― dijo su compañero cuando se percató de su presencia ―Sus estrellas han decidido que no se haga ningún esfuerzo, pasa el tiempo que puedas antes que las estrellas decidan que ella debe irse.

Danica se acercó temblorosa a su madre, notando que los años y esta enfermedad habían acabado con su belleza natural; su madre abrió los ojos y ambas mujeres empezaron a llorar, Meelis abrazo a su hija como pudo y le dio palabras de ánimo, rogó para que ella no utilizara sus dones en ella, ya que las estrellas le habían dado su último tiempo y este don debía utilizarlo con quien estaba destinada a ayudar.

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Danica estaba sentada en el pórtico mirando el suelo, un poco descuidado desde que su padre había fallecido; él era quien tenía el don de cuidar a las plantas, al igual que Koit, pero él ya tenía otra responsabilidad y vivía con su pareja.

―Toma― se acercó Andrus y le dio una bebida caliente ―Lamento que tú hayas sido la última en verla, sabes-

―Lo entiendo, ustedes tienen otras preocupaciones y no tenían el tiempo suficiente para venir a visitarla, yo seguía viviendo con ella― tomo un gran trago ―Sobre todo tú, con tus tres hijos pequeños.

―Ahora entiendo lo difícil que es ser padre― se rascó la nuca en un intento de relajar sus músculos, ambos alzaron la vista cuando escucharon las pisadas de todos los niños corriendo hacia ellos, para después meterse dentro de la casa vieja.

―Necesito tu ayuda― hablo Danica después de que se formara un silencio ―Necesito que me interpretes esto.

―Sabes que no es correcto que alguien más lea los mensajes que las estrellas le han dicho.

―Solo léelo Andrus, necesito tu consejo.

Andrus suspiro para tomar el nuevo diario de su hermana, sabía que ella escribía más que cualquier otra de persona de su edad; cuando termino y leyó la interpretación, suspiró, él también hubiera escrito lo mismo.

―Tu interpretación es la misma que la mía, ¿para qué me pides que lo lea?

―Por una simple razón, si ambos pensamos lo mismo, sabes lo que tengo que hacer y no quiero hacerlo Andrus.

―Desde que tienes memoria, desde que te dieron tu diario de estrellas― tomo sus manos para que la joven entendiera que esta era una conversación seria ―Danica, tu destino está ligado al de Eddie, haz lo que debes hacer, no importa lo que esto significa.

Andrus se levantó para adentrarse a la casa y recibir a toda la comunidad, que estaban presentes para ayudar a la familia en los preparativos de la despedida de su madre; Danica por un momento se sintió sola al no tener a alguien que la acompañara en esta etapa, termino su bebida y tomo una decisión, una que cambiaría para siempre su vida como la conocía.




ꜰɪɴ ᴅᴇʟ ᴀᴄᴛᴏ 0

The Wrong Sky ⋆ Tony StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora