Bendita Rebeldía [Yaoi,Bl](+18)

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Cuando Andi llegó a su casa ya era muy tarde y sus dos amadas mujeres estaban durmiendo.

Andi se quitó el saco, el chaleco y la corbata, se quitó los zapatos y se acostó unos minutos en su cama, en su cabeza estaba la imagen de un Benjamín con una linda sonrisa, unos lindos ojos negros, una perfilada nariz y unos lindos labios rosados... según Andi era perfecto.

Andi se levantó de su cama y fue a la habitación de su madre, entró despacio y las vio dormir... este chico aprovechó que su madre se movió y le quitó la niña, la tomó en sus brazos y le dio un dulce beso en la frente.

-Vamos para que duermas con tu papi–Le susurró para sonreír contento.

-Llegaste muy tarde bebé–Dijo su madre adormilada.

-Lo sé madre perdón, sigue durmiendo, me llevo a Ema.. descansa–Dijo él suave y se sentó en la cama.

-Tu también descansa bebé–Ella se sentó y le dio un beso en la frente. -Te amo hijo–Le susurró y se acostó.

-Yo más madre–Él abrigó a su madre y se levantó abrigando a su hija.

Andi salió de la habitación y se fue a la de él.. acostó a la niña en su cama y buscó una pijama para poder cambiarse buscando descansar de un agotador día.

Si lo piensan bien a este chico le tocó madurar o crecer muy rápido... su padre murió hace dos años y él asumió su rol en la empresa y en todo, le tocó cuidar a su madre en la pena y meses después cuidar su embarazo. Su novio no quiso nada que ver con la bebé así que Andi sólo optó por irse y tenerlo en una ciudad donde él no era el centro de atención.

El chico se abrigó y abrigó a su pequeña con una manta de flores de todos los colores.. era la favorita de su hija.

-Descansa mi amor, papá no volverá a dejarte nunca más–Le dijo Andi a su hija y cerró los ojos para dormir.

Mientras Andi dormía tranquilo con un olor a bebé en su nariz, Benjamín estaba en otra casa fumando, tomando y inhalando todo lo que le entraba por la nariz.

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Un poco más de las tres de la mañana Benjamín estaba de regreso a casa, su madre lo recibió en la puerta y en silencio con ayuda de un guardia lo llevaron a la habitación, lo acostaron, le quitaron los zapatos y toda la ropa para que su hijo durmiera mejor.

En cambio Andi estaba en la cosina con la bebé en los brazos preparando la fórmula para darle de comer a su hija.. subieron a la habitación y éste se estaba quedando dormido pero los pequeños golpes en la cara de su hija lo despertaban. A los minutos los dos se quedaron otra vez profundamente dormidos.

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Al amanecer la alarma despertó a Benjamín dándole aviso que un nuevo día había empezado... y de paso también le daba aviso de un fuerte dolor de cabeza.

Andi tenía una alarma muy diferente...

-Papá... pa, pa.. papá–Ema repetía esas mismas palabras una y otra vez, se acostó en la cara de Andi y gritaba para que su amado padre se despertara para que jugará con ella.

-Ema amor no hagas esto–Andi habló adormilado y quitó a su hija de su cara.

-Papá–Volvió a decir ella.

-Amor lo único que sabes decir es papá o nana–Andi le dio un beso a su bebé y le hizo cosquillas, las hermosas risas resonaron por toda la habitación y se abrió la puerta.

-Ya despertaron–Dijo su madre cuando entró.

-Ujum, mi hija hermosa es un relojito–Andi se levantó y le dio un beso en la mejilla a su madre.

-Na.. na, nana–Dijo la niña mirando a la mamá de Andi.

-Mi hija sólo sabe decir dos palabras mamá–Andi arrugó las cejas y buscó que ponerse.

-Despues aprenderá tantas palabras que no sabrás que dirá–Ella se sentó en la cama y consintió a su nieta.

-¿Me la cuidas por fis? me ducho súper rápido–El hizo un puchero y su madre asintió contenta.

Andi corrió al baño y se desvistio rápido, se metió a la regadera y abrió la llave para darse una relajante ducha que le ayudaría a empezar el dia. Tomó una toalla y se secó la cara, otra la puso en su cintura y salió con cuidado para no caer.

-¡¿Sales hijo?!–Preguntó su madre al otro lado de la puerta. -¡Debo bajar por tu desayuno..!

-¡Voy saliendo mamá, puedes irte!–Respondió Andi colocándose la ropa interior.

Andi salió del baño y no estaba su madre, sólo estaba su pequeña en la cama jugando.

-Mi amor.. ¿prefieres rosado o celeste?–Preguntó y le mostró los trajes a su bebé.

La pequeña Ema no entendía nada y pensó era un juego de su padre y aplaudía riendo cuando él subía el traje celeste así que su padre asumió que el ese debía llevarse esa mañana.

Se empezó a vestir y la pequeña Ema se concentró en ver a su padre, por unos minutos no se escuchaba nada más que respiraciones tranquilas.

-¡Paaaaa!–Gritó Ema de pronto y río mostrando sus pequeños dientesitos y otros que estaban saliendo ya.

-No grites que asustas a papi–Andi puso el saco en su brazo y con el otro brazo cargó a su hija para bajar a desayunar.

Ema era una niña muy alegre, muy imperativa, ella no se podía dejar sola por que hacía desastres en pocos segundos... era, es y será el terremoto amado de Andi y de su madre.

-Buen provecho–Dijo Andi al sentarse y revisar la tablet que estaba al lado de su plato.

-¿Vendras a almorzar con nosotras?–Pregunto su madre.

-No sé, talvez si.. no veo reuniones hoy en la agenda...

-¡Acabo de poner una!–Dijo Ana mientras corría.

-Buen día Ana–Saludó la señora Forney.

-Buen día señora, joven, pequeña Ema–Dijo ella sonriente.

-Smith el celular y el reloj se me quedaron arriba, tráemelo por favor.. Anita no le hagas muecas a mi bebé–Lo ultimo Andi lo dijo en un tono neutro y tomó café.

-No estoy haciendo nada–Se defendió Ana. -Ella es la que me hace muecas...

-Madre si podré venir a almorzar pero no me quedaré, tengo muchas cosas que hacer–Andi se levantó con la niña que la tenía en la pierna izquierda sentada. -Papi se ira a estudiar y tu te quedarás con tu nana–Dijo Andi mientras tenía a su pequeña arriba y la movía suave para que riera. -Chao madre, te amo.. las amo, cuidensen ambas–Le dio la niña a su madre y le dio un beso a ambas. -Las voy a extrañar–Susurró sonriendo y salió de ahí.

Ana tomó el saco y corrió detrás de Andi, Smith ya lo esperaba en la puerta con el reloj y el celular.. se los entregó y se subieron al auto.