Bendita Rebeldía [Yaoi,Bl](+18)

💈45💈

Ya había pasado una semana desde que pasó todo y ya estaban cansados de la situación.

Esa mañana tocaron la puerta muy temprano, como nadie abrió decidieron abrirla con la llave.

-Andi despierta–Dijo su madre suave y con mucho cariño.

Andi pensó que era un sueño así que no quiso abrir los ojos, hace mucho su madre no le hablaba asi de bonito.

La mujer sonrió al ver a su hijo así de dormido, le dio un beso a Ema y la puso cerca de su hijo.. ella no podía resistir más estar lejos de su bebé, tuviera la edad que tuviera Andi siempre sería su bebé.

-Mi princesa–Susurró Andi cuando abrió los ojos, no aguantó y empezó a llorar cuando abrazó a su bebé y ella repetía "papá".

Andi había extrañado mucho a su pequeña, nunca la había tenido tan lejos y tan cerca al mismo tiempo.

-Gracias mamá–Dijo Andi llorando pero de la alegría.

-No agradezcas, ella te extrañaba mucho.. la tienes muy consentida–La mujer abrazó a su hijo y a su nieta.

-¿Ya no estás enojada conmigo?.

-Esto lo hice para que pensarás lo que habías hecho y que no debías hacerlo más por que podías perder lo que amas... no lo hice por que estaba enojada–Le dijo la mujer y le sonrió. -Eres mi bebé y mi obligación es que aprendas de tus errores.

-Ya aprendí mamá, no quiero perderlas a ustedes.. las amo mucho–Andi sonrió por primera vez en muchos días, le dio un beso en la mejilla a su madre y acarició su lindo cabello negro, se quejó por que su mano estaba mal cuidada.

-Cuidaré tu mano...

-Estoy bién mamá, mi mano no duele, la verdad nunca dolió–Andi le sonrió muy grande y Ema empezó a gritar, era común en ella hacer eso.

-Siempre dices eso bebé, desde que eras un niño te caías y así te hicieras una herida decías que no dolía para seguír jugando–La señora sonrió con melancólia, en ese tiempo estaba su amado esposo y era todo mejor.

-No podía ser ese niño débil que todos decían, hasta las niñas eran más fuertes que yo–Dijo Andi riendo y haciéndole juegos a Ema que estaba feliz por estar con su padre.

-Saldré cariño, te quedarás un tiempo sólo pero prometo no demorarme.

-Esta bien mamá, además sólo no estaré.. hay muchos guardias en la casa, esto es una fortaleza–Andi acostó a Ema y le dio un juguete.

-Esta bien.. feliz cumpleaños, a los dos.. los amo–Dijo la mujer y le dio un beso a cada uno.

-Gracias y también te amamos–Andi se levantó y abrazó a su madre, su alma había vuelto a su cuerpo y se sentía casi vivo.

-Volveré rápido–La señora Forney le dio un beso en la frente a su hijo y lo miró, al fin y al cabo él aún era un adolescente que sólo quería vivir su historia de amor igual que los chicos normales.

La mujer se fue y Andi se subió a la cama para darle besos a su hija en todo su cuerpo y hacerla reír, también le hacía cosquillas y su corazón latía con fuerza y felicidad.

Tocaron la puerta y Andi le dio un juguete a Ema para que no llorara, se levantó y fue a la puerta... abrió y se llevó la mayor sorpresa de todas.

-¿Que haces aquí?–Preguntó Andi sorprendido.

-No contestas, no llamas, no has ido al colegio así que vine...

-Entra–Andi agarró de la mano a Benjamín y lo jaló dentro de la habitación. -¿Quien te dejó entrar?–Le preguntó asustado.

-Smith, él me dejó aqui y se fue corriendo vine a entregarte la tarjeta–Benjamin sacó la tarjeta y se la acercó.

-Pudiste enviarla o dejarlo así, después sacaría otra–Andi la recibió y suspiró pesado.

-Tambien vine por otra cosa–Benjamin sonrió pero dejó de hacerlo cuando escuchó el llanto de Ema.

-Oh mi amor hermoso no llores, tu papi está aquí, no llores princesa–Andi habló suave y con cariño, se acercó a Ema y le dio mimos para que dejara de llorar.

-¿Papi?–Benjamín se sorprendió mucho.

-Ujum, ella es mi hija–Andi lo dijo suave, ya no podía ocultarla más.

-Oh Dios.. ¿por que no me lo dijiste?–Benjamin se sentó en la cama y lo miró aún en shock.

-No tenía por qué decirte.. además si te lo decía tú ni siquiera hubieras aceptado estar conmigo ¿o si?–Andi siguió haciéndole juegos a Ema.

-No sé–Benjamin se levantó y respiró profundo, necesitaba repasar la idea que Andi tenía una hija. -¿Quien es el papá?–Preguntó serio.

-Yo–Respondió Andi tranquilamente.

-El otro papá–Benjamin se sentó en la cama y Ema gateo hasta donde él agarrandole la mano para jugar.

-Ella sólo me tiene a mi, a mi mamá y a Ricky... no necesita a nadie más–Andi agarró por el estómago a Ema y la alejó de Benjamín.

-Si tú lo dices–Benjamin suspiró y miró a Ema. -Es muy linda, se parece mucho a tí–Le dijo más calmado.

-Gracias–Andi le sonrió leve y le dio el celular a Ema.

-¡Cariño!–Gritaron al otro lado de la puerta.

-Mierda–Dijo Andi con el corazón a mil.

-Qu..–Benjamín iba a hablar pero Andi le puso la mano en la boca silenciandolo.

-Es mi mamá cállate–Susurró Andi nervioso, con la mano buena levantó a Benjamín y lo puso detrás de la puerta y abrió. -Dime mami–Trató de no sonar nervioso pero era inevitable. -Volviste muy rápido.

-Ni siquiera salí mi amor–Dijo la mujer sonriendo. -Ricky me trajo las cosas que necesito y ahora puedo hacer ese grandioso pastel de chocolate que tanto te gusta... será el mejor pastel de cumpleaños.

-Gracias mamá, Ema estará feliz de disfrutar de su primer pastel de cumpleaños–Andi sonrió y su madre le dio un beso en la mejilla.

-Lo sé, iré a cambiarme para ir a la cocina y empezar con los preparativos–La mujer sonrió y se fue.

Andi suspiró y cerró la puerta, miró a Benjamín y negó con una sonrisa.

-Si te hubieran visto me matan–Le dijo Andi con un pesado suspiro y se sentó en la cama.

-¿Asi que hoy es tu cumpleaños?–Preguntó Benjamín con las manos en los bolsillos.

-Nuestro cumpleaños.. el de mi hija también–Andi sonrió y le dio un beso a Ema.

-No traje nada pero creo que lo que te daré te gustará–Benjamin acostó a Andi y se le subió encima, acercó sus miembros e hizo fuerza hacia abajo sacándole un jadeo a Andi.

-¿Que haces?–Preguntó Andi sorprendido.

-Darte tu regalo de cumpleaños y el cierre de este trato–Benjamin sonrió y Andi sintió un cosquilleo en el estómago.

-Pa.. pá–Lo llamó Ema y Andi la volteó a ver.

Andi miró a Benjamín y este se levantó.. Benjamín suspiró pesado y miró como Andi se levantaba con Ema.

-No podemos hacer nada–Andi estaba tranquilo hasta que Benjamín se acercó a él y le puso una mano en el trasero y acercó sus rostros a centímetros.

-Dile a tu madre que cuide a la niña y listo...

-¡Siiiiii!–Dijo Ema aplaudiendo.

-¿Ves?, hasta ella está de acuerdo–Benjamín sonrió al ver a Ema sonreír con sus poquitos dientes.

-Espérame aquí.. no salgas y ten cuidado que a veces entran sin avisar–Andi pasó saliva grueso por que apesar de todo aún era débil ante el menor.

Benjamín se separó y abrió la puerta para que Andi saliera, cerró la puerta y suspiró.

-Despues de esto debes seguir como si nada con Rosa, ya no más escusas Benjamín.. tu no lo quieres y él tampoco te quiere–Benjamin se repitió esas palabras una y otra vez, debía convencerce de alguna manera.