Bendita Rebeldía [Yaoi,Bl](+18)

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-¿Mamá?–Preguntó Andi cuando abrió la puerta.

-Entra bebé–Dijo su madre colocándose zapatos más cómodos pero no menos bonitos.

-¿Me puedes hacer el favor de cuidar a Ema por un rato?–Preguntó suave y soltó la manita de su bebé y ella siguió caminando como un borrachito.

-¿Que vas a hacer?–Preguntó sería.

-Trabajaré un rato...

-Es el cumpleaños de ustedes dos, ¿no puedes dejar eso por un día?–Preguntó la mujer con el ceño fruncido.

-Solo es un rato mamá, prometo no demorar mucho... además mi princesa debe aprender a preparar ese pastel para que me lo preparé siempre–Andi se arrodilló y abrazó a su hija.

-¿No debe ser al contrario?–La mujer sonrió y se arregló la ropa.

-No mamá, yo incendiaria la cosina–Andi sonrió y su madre río por que sabía que era la verdad.

-Esta bien, me llevaré a Ema a la cosina mientras trabajas.. cuida tu mano cariño, no debes esforzarla.

-Solo fue una pequeña herida en mi mano mamá, estaré bien–Andi se acercó a su madre y le dio un beso en la frente y salió de la habitación.

Caminó por el pasillo hasta su habitación y entró nervioso..

-¿Donde estas?–Preguntó Andi al no ver al más alto.

-Aqui–Dijo Benjamín cuando salió del baño.

-Ya la dejé con mi mamá–Andi sonrió levemente y Benjamín asintió.

-Tu habitación es bonita quitando esos colores de arcoiris–Benjamin dijo con burla y Andi sonrió.

-Estos colores de arcoiris son los que la hacen bonita–Andi se sentó en la cama y suspiró.

-¿Como empezamos? no tengo...

-No lo digas, siempre dices lo mismo–Andi se puso serio y Benjamín sonrió levemente para sentarse al lado de Andi.

-No te enojes–Benjamin agarró la mano saludable de Andi y la colocó en su mejilla.

Andi sintió una alegría inmensa al sentir la tersa piel del amor de su vida. Pasó el pulgar por los labios carnosos de Benjamín y sonrió.

-¿Puedo?–Preguntó Andi mirando los labios del contrario.

-No sé–Benjamin hizo que lo pensaba pero la verdad era que quería que Andi le devorara los labios.

-Dejalo así–Andi no quería escuchar un "no" por que sabía que le dolería.

-Haz lo que quieras, es tu cumpleaños–Dijo Benjamín devolviéndole las ganas de sonreír a Andi.

Andi sin pensarlo pasó un brazo por el cuello de Benjamín y lo besó, el menor quería responderle con intensidad pero no quería mostrarle lo que sentía... Andi sintió que volvía al paraíso, chupar con tanta intensidad los labios de Benjamín le hizo perder el aliento.

-¿Hace cuanto no tienes contacto con otro hombre?–Le preguntó Benjamín.

-No seas metiche–Le dijo Andi y lo volvió a besar pero esta vez Benjamín si correspondió.. quería quitarle la camisa pero no pudo por su mano herida así que Benjamín tendría que hacer todo el trabajo.

Benjamín se quitó la camisa y así mismo lo hizo con Andi, ya no le importaba nada.. sólo quería sacarse todos esos pensamientos que tenía hacía él.

Benjamín acostó a Andi, besó y chupó su cuello con mucho deseo, bajó sus labios hasta los pezones dejando un rastro de saliva por su plano abdomen. Benjamín ya tenía una enorme ereccion... para ser precisos desde que Andi lo tocó él ya estaba así. Se levantó y le quitó el short a Andi, besó sus piernas y miró como el mayor estaba perdido entre su tacto. Benjamín se quitó el pantalón y lo dejó en el suelo, se subió encima de Andi y empezó a frotar sus miembros para enloquecer más al mayor.

-No grites que no estamos en la otra casa.. recuerda a tu madre–Dijo Benjamín con burla y Andi se sonrojó.

-Se donde estamos, además de aquí a la cosina no se escucha nada.. y no grito–Andi estaba avergonzando pero no lo importó y movío su cuerpo buscando contacto con el de Benjamín.

-Si gritas, y mucho–Benjamín sonrió y Andi igual, los dos se besaron y volvieron a ser uno solo en carne.

Ronda de besos y caricias era algo que estaba marcando su final... Benjamín le quitó el boxer a Andi y él también se lo quitó, sus miembros estaban duros y muy erectos.. Benjamín no aguantaba más así que le abrió las piernas a Andi y se aplicó un poco de saliva en su ereccion y empezó a introducirla en la apretada entrada del mayor.

Benjamín puso las manos a los lados del pequeño cuerpo de Andi y se empezó a mover suave.. apretaba los labios para no gemir tan fuerte y dañar la magnífica oportunidad que estaba teniendo.

Andi era un mar de emociones, estaba feliz por tener a Benjamín ahí encima suyo penetrandolo despacio pero fuerte.. pero también estaba triste por que esta sería la última vez lo que tendría entre sus piernas, entre sus brazos y sobre su cuerpo.

-¡Mas, más, más!–Le decía Andi en el oído a Benjamín con cada penetracion.

Benjamín le dio un apasionado beso a Andi para empezar a penetrarlo fuerte.. El mayor apretaba el agarre del cuello para poder soportar todo ese placer que sentía.

Benjamín se volteó y dejó a Andi encima, le encantaba como se movía y todo lo que le hacía sentir... Andi puso una mano en el pecho de Benjamín y se empezó a mover de adelante hacia atrás y de arriba a bajo para buscar más placer.

Benjamín se sentó y abrazó la pequeña espalda del chico, besó su cuello y pecho mientras acariciaba sus nalgas.. Andi se movía de adelante hacia atrás disfrutando de todo... sin aviso unas lágrimas salieron y cayeron sobre el rostro de Benjamín.

-¡¿Por que lloras?!–Preguntó Benjamín excitado.

-No importa–Andi sonrió y se siguió moviendo pero esta vez más rápido para poder llegar al más hermoso, especial, magnífico, doloroso y triste orgasmos de todos sus 17 años.

Los dos cayeron exhaustos... Andi estaba sobre el pecho de Benjamín embobado por su olor y el sonido de su fuerte corazón. Benjamín miraba el techo distraído pero tranquilo y contento por lo que pasó... hace una semana lo había querido y por fin lo había conseguido, es que en este momento él se dio cuenta que Rosa ni las otras chicas de porrismo y las de tercer y segundo año le hacían sentir las cosas que este chico un poco caprichoso y muy lindo le hizo sentir en ese momento.

Andi suspiró y se levantó del cuerpo de Benjamín, se cubrió con la sabana y empezó a buscar la ropa que Benjamín había arrojado al suelo.. luego la puso sobre la cama y Benjamín se empezó a vestir en silencio.