Momentos en el tiempo

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Tsunade suspiró mientras miraba por la ventana de la torre Hokage. La misión con Sasuke no había ido de acuerdo al plan. Sai había recibido una orden secreta para asesinar a Sasuke, pero decidió no hacerlo por el bien de sus compañeros de equipo. Sasuke estaba tan loco como siempre con la necesidad de matar a Itachi.

Tsunade volvió a suspirar y se frotó la frente. Podía entender su obsesión por matar a su hermano, pero pensaba que era extremadamente autodestructivo. Conocí a mucha gente durante las grandes guerras Shinobi; Eran realmente una reminiscencia de este tonto. Al igual que ellos, el Uchiha también estaba tan consumido por la venganza y el odio que al final, solo terminaría causándole más miseria.

Afuera, el sol se estaba poniendo, tomando el tranquilo pueblo en hermosos rayos de color naranja dorado, los pájaros jugando perezosamente en el cielo. Se volvió hacia su escritorio. A veces me pregunto por qué acepté convertirme en Hokage. Esto es molesto. Tsunade estaba despotricando mentalmente sobre la ruina de la existencia de cada Kage: el papeleo. Vio el informe de Yamato y sus pensamientos volvieron a Sasuke, con expresión sombría.

Él va a terminar causando dolor a todos; Su necesidad de eliminar a Itachi limita con la locura. Ella entrelazó sus manos frente a ella, los codos sobre su escritorio.

Naruto y Sakura estaban tan decididos a traerlo de regreso, desesperados por volver a los viejos tiempos del Equipo Siete, que estaban cegados por lo que su antiguo compañero de equipo se había convertido, ya se había convertido en un traidor.

No podían ver más allá de sus propios deseos y a ella le preocupaba el daño que causaría si se enfrentaran a Sasuke en la batalla o trataran de arrastrarlo hacia atrás. No dudará y se lastimarán de una forma u otra.

En la hora del día, la mayoría de los aldeanos se dirigían a sus familias. Una mancha anaranjada voló sobre los tejados sobre el mercado. El olor a comida casera se abría camino por la nariz del ninja.

Hombre, ¡no puedo esperar para llegar a Ichiraku's! ¿Qué ramen debería tener hoy? ¿Carne de vaca? ¿Cerdo? Y siempre estaba el delicioso miso ramen. Pero antes de que el ninja hiperactivo pudiera celebrar, un pensamiento repentino entró en su mente. ¡Oh espera! ¡Le prometí a Shikamaru que iría a una ronda de Shogi con él!

"¡NO!" Naruto Uzumaki se agarró el pelo y entró en pánico como si fuera una señal, cuando se le ocurrió una idea. "¡Oh, lo sé!"

Una sonrisa astuta reemplazó su expresión una vez llena de pánico cuando juntó las manos e hizo que la mano sellara su jutsu característico. ¡Maricón! Otro ninja vestido de naranja apareció en una nube de humo.

"¡Yo, jefe!" El me saludó.

"Oye, ¿te importaría ir a la casa de Shikamaru? Prometí que jugaría Shogi con él. Él siempre gana, así que ¿qué importa si juega el verdadero yo o mi clon de sombra?"

Su clon le dio un pulgar hacia arriba, "¡Correcto!"

Los dos se separaron y Naruto volvió a pensar en el ramen, casi babeando. No muy lejos en la calle de abajo, un comerciante estaba en su camino alegre después de un duro día de trabajo.

"¿Q-por qué tengo una sensación horrible de repente?" El comerciante observó su entorno con cautela. Pero desafortunadamente, no había cubierto los techos. Mientras revisaba dos veces su entorno, vio una mancha naranja en su visión periférica que se dirigía hacia su carro un segundo demasiado tarde.

¡CHOQUE!

"¡Mis coles!"

El hombre miró la forma menos que decente de sus coles ... ¡pero espera! Vio la única verdura de hoja verde sin daños.

"Ugh ... ¿Qué acaba de pasar?" Naruto miró a su alrededor, levantándose sobre piernas temblorosas, desorientado. Accidentalmente, se resbaló en la última verdura preciosa del viejo.

"¡Noooo!"

El grito de puro horror hizo que Naruto volviera a sus sentidos; vibró sus tímpanos. Miró para ver el daño que había causado; un anciano lloraba por la destrucción de su orgullo y alegría.

¡Uy! Mejor sal de aquí antes de que se dé cuenta. Se alejó sutilmente. Sin pensarlo dos veces, salió de la situación difícil tan rápido como pudo antes de que pudiera empeorar.

Sí, si fuera mi única situación difícil. Él reflexionó sobre lo que había sucedido momentos antes de su, um, entrada dinámica. Supongo que el ramen tendrá que esperar. Descubrió que su apetito había desaparecido y que más que nada le preocupaba.

Con el corazón pesado, se dirigió hacia la torre Hokage, con la mente abrumada por los miedos. Era un joven sano, un jinchūriki. Pensar en la bestia de cola encerrada dentro de él lo hizo acelerar. La mano de Naruto tocó su estómago, sobre el sello. El daño al sello no era algo que estuviera dispuesto a arriesgar.

Podía escuchar la voz de Tsunade mientras se acercaba a la puerta. Él irrumpió, "Hola abuela, ¿qué pasa?"

"Naruto, ¿cuántas veces tengo que decirte que te refieras a mí según mi título?"