Momentos en el tiempo

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"Naruto, no lo rasques".

"¡Pero pica!"

"Deberías haberme escuchado cuando te dije qué plantas deberías evitar. Entonces no hubieras terminado en un parche de hiedra venenosa", regañó Itachi ligeramente.

"Aw, papá, seguiste hablando de tantos de ellos que dejé de escuchar", se lamentó Naruto y abrazó a Itachi con más fuerza, quien lo llevaba de regreso al campamento.

Itachi suspiro. No puedo esperar que los obtenga todos a la vez. Él es solo un niño pequeño. Itachi no se había dado cuenta hasta que Naruto acaba de decir lo que hizo, pero se estaba volviendo como su padre.

Fugaku Uchiha no había sido exactamente el mejor ejemplo de cómo debería ser un padre. Y Naruto no había sido criado durante un tiempo de guerra. O en la mentalidad del clan Uchiha sobre cómo debe actuar un verdadero shinobi. Necesitaba tomárselo con calma al niño.

"Está bien, Naruto. Te lo diré de nuevo. Y prometo no hacerlo aburrido para que no lo olvides todo".

"Está bien", el niño resistió el impulso de rascarse los brazos y las piernas.

Itachi sabía que tendría que inventar una historia exagerada sobre un ninja heroico y su gran aventura para derrotar a las plantas cobardes. Como la hiedra venenosa. Él suspiró; No era lo suficientemente creativo como para lograrlo. Es bueno ser un recluso que me convirtió en un ratón de biblioteca. Tenía que pasar el tiempo de alguna manera.

Itachi, siempre preparado, había traído ungüento con él. Si bien no eliminó los efectos de la hiedra, los redujo en gran medida. Eso junto con la curación de Kyūbi; Naruto probablemente estaría bien antes de la hora de la cena.

En su camino de regreso, mientras Naruto tomaba una siesta, Itachi estaba perdido en sus pensamientos. Había tenido la oportunidad perfecta, pero no fue capaz de hacerlo. Estaba secretamente contento de que Naruto hubiera atravesado el arbusto de hiedra venenosa. Le dio una excusa para no dejarlo ir.

Pero solo había retrasado lo inevitable. Tarde o temprano, probablemente más temprano que tarde, Itachi iba a tener que dejarlo ir. Y ese día se acercaba rápidamente. Ese día podría ser mañana.