Momentos en el tiempo

5

"Kisame, cierra la boca. Te ves ridículo". Itachi levantó a Naruto en sus brazos y se giró para mirar a su compañero. "Es hora de regresar a casa", dijo intencionadamente.

El espadachín comprendió de inmediato que Itachi había decidido ir con el 'papá' para que el niño los acompañara voluntariamente.

La pareja de Akatsuki más Naruto se acercó a la frontera del pueblo de Rain sin incidentes. Habían esperado ser emboscados, pero se encontraron con ningún desafío. Los dos hombres intercambiaron una mirada. La idea de que habían encontrado a su objetivo, envejecidos y desprotegidos, dispuestos a venir con ellos, era absolutamente alucinante. Las posibilidades de que eso ocurriera eran tan minúsculas que resultaba incomprensible.

Naruto no pudo evitar tiritar ante la corriente de aire frío, vestido solo con su camisa azul, que cayó de rodillas. Su ropa vieja era demasiado grande para él. Los hombres agarraron todo y se lo llevaron.

Itachi se detuvo en la siguiente rama cuando notó cómo la piel de Naruto se estaba volviendo más fría y el niño había comenzado a temblar. Hizo un gesto a Kisame para que abrazara al niño. "Tómalo".

"No papi, quiero quedarme contigo", Naruto hizo un puchero y lo apretó más fuerte, no queriendo estar cerca del hombre tiburón.

"Es solo por un momento", prometió Itachi. Miró al niño haciendo pucheros hasta que cedió. Cuando el Kisame tomó a Naruto de los brazos de Itachi, era obvio que el espadachín estaba tan emocionado por abrazar a Naruto como el niño estaba por ser abrazado por él.

Mientras Kisame sostenía rígidamente al niño de mal humor, ambos descaradamente infelices por la situación, Itachi se desabrochó la capa. Tomó a Naruto nuevamente en sus brazos y se abrochó el botón, envolviendo sus brazos alrededor de Naruto debajo de la capa. El niño felizmente se acurrucó más cerca del calor. "¿Mejor?"

Naruto sonrió, "Mm-hm".

"¿Tienes hambre?"

"¡Sí! ¿Podemos tomar un poco de ramen? ¿Por favor?"

"Hay un pequeño lugar cerca, iremos allí. Pero dudo que sirvan ramen". Naruto hizo un puchero pero estaba demasiado hambriento para ser exigente. Itachi miró al niño en sus brazos, frotando su cabello rubio.

Mientras tanto, Kisame estaba teniendo dificultades para creer lo que estaba viendo. El es muy bueno. El hombre tiburón pensó con curiosidad. Ya está clavado fingiendo un padre cariñoso con perfección.

Se detuvieron en una pequeña tienda y tuvieron una comida rápida. Luego entraron en el pueblo y fueron a la torre más alta, que se encontraba en el centro del pueblo, la base del Akatsuki. Naruto, lleno después de comer y cálido y cómodo, estaba casi dormido en los brazos de Itachi.

"No creo que sea una buena idea simplemente entrar y dejar que el mocoso vea a todos. Primero hablemos con él", dijo Kisame a su compañero y recibió un asentimiento. "Les haré saber a los demás que se mantengan fuera del camino hasta que él tome una decisión".

Los pensamientos de Itachi se volvieron hacia su esquivo líder. Nadie, excepto Konan, lo había visto, pero tenía respeto por el hombre. Era un hombre que vivía en las sombras, reuniendo a los asesinos más peligrosos de todas las naciones para crear una organización de rango S como ninguna otra.

Al Uchiha le habían dicho que la única razón por la que los miembros de Akatsuki podían ir a la cima de la torre a su oficina era en caso de una emergencia. La situación actual contaba, estaba seguro. Tenía mucha curiosidad por ver al hombre detrás de la cortina. ¿Quien era él? ¿Era alguien en el Libro de Bingo? ¿Cuáles fueron sus sentimientos hacia el pueblo de la hoja?

Cuando Itachi llegó a la cima, sus brazos comenzaron a cansarse ya que había estado cargando al niño sin parar. Naruto estaba dormido y de vez en cuando murmuraba sobre el ramen, lo que hacía que sus labios temblaran.

Una vez que se detuvo frente a la puerta, una expresión neutral reemplazó a la divertida y llamó a la puerta.

"Adelante."

Abrió la puerta y entró.