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Naruto fulminó con la mirada el libro que tenía delante, haciendo sonidos irritados en el fondo de su garganta. "¡GAAAH!" Levantó el libro y casi lo arrojó contra la pared con frustración, deteniéndose en el último segundo. Prácticamente podía sentir el fantasma de Sasori respirando por su cuello, amenazando con violencia si el libro estaba dañado.

Se agarró la cabeza, se dejó caer sobre la cama y se sacudió las piernas. ¡Me duele el cerebro! El golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos. "Está abierto", gritó, sintiendo a sus compañeros de equipo. Para su alegría, trajeron comida. "¡Ramen! ¡Justo lo que necesitaba!"

"Deberías comer frutas y verduras en su lugar—" comenzó Sakura.

"¡Pero el ramen es la comida de los dioses!"

"Sabía que dirías eso", suspiró. Era exactamente por qué lo habían traído. De lo contrario, tendría un ataque de silbido y se quejaría como un niño. No importa lo maduro que sea, una cosa nunca cambiaría: el amor de Naruto por su precioso ramen. "¿Ya has hecho algún progreso?" Cogió el libro y hojeó las páginas codificadas. Parecía un galimatías para ella.

Solo Tsunade, Naruto y Sai (desconocidos para Naruto) sabían la verdad. A los demás se les dijo que Sasori quería que Naruto continuara con su red de espías por razones desconocidas y que le había dejado el libro. Y fue solo Naruto quien pudo hacerlo. "No", respondió con tristeza. "¡La llave está en mi cabeza pero no sé qué es!"

"¿Por qué no obtienes ayuda? ¿Tal vez de Shikamaru o del equipo de Criptografía?" Sugirió Sai. "Es posible que no puedan resolverlo, pero podrían dar algunos consejos útiles".

"Puede que tengas razón", coincidió Naruto después de sorber los fideos.

"Entonces está arreglado", asintió Sakura, "mañana irás a buscar ayuda. Pero por el resto de hoy, vendrás con nosotros y obtendrás el aire fresco que tanto necesitas. ¿Cuándo fue la última vez que dejaste tu apartamento? "

"Sí, supongo que tienes razón", Naruto dejó la taza. "Tal vez todo lo que necesito hacer es aclarar mi mente y la respuesta vendrá a mí".

"¿Entonces, cómo te fue?" Sai preguntó antes de notar que Sakura venía de detrás de Naruto, agitando los brazos en un movimiento negativo y sacudiendo la cabeza.

Naruto gimió, la cabeza cayó sobre la mesa. Estaban esperando su dango, Sakura se había cansado de comer ramen cada vez que se encontraban. "¡Horrible! ¡Fue horrible! Me confundieron con todo lo que hablaban de algoritmo y clave pública y clave secreta y demás".

"Estoy seguro de que tomarás un descanso pronto", Sakura le palmeó el hombro.

"Feo tiene razón", dijo Sai. "Considerando con quién estás tratando, no sería un paseo por el parque ni siquiera para Lord Jiraiya".

Su dango llegó y el equipo entabló una conversación fácil sobre el sabroso manjar. Sai había estado pensando en los últimos días y decidió que una forma de ayudar a resolver el código era confrontar a Naruto sobre la verdad. Tal vez podría elegir el cerebro de Naruto, llevándolo a una epifanía. Romper códigos fue parte de su entrenamiento; seguramente podría ser de alguna ayuda.

"... ¿Crees, Sai?"

"¿Hm?" Él parpadeó. "¿Lo siento puede repetir eso por favor?"

"Pregunté si tenías alguna idea de lo que Lady Tsunade quería hablarnos", repitió Sakura.

"Ah, no", sacudió la cabeza. "Pero quería preguntarle a Naruto si puedo venir esta noche. Tengo algo importante que quiero discutir contigo".

"Claro", coincidió Naruto, mirando a su compañero de equipo con curiosidad. El trío pagó el dango y se fue a la torre Hokage.

Tsunade tenía una expresión neutral; Jiraiya, por otro lado, miró a Naruto con cautela. No había olvidado el estallido de Naruto. Algo estaba pasando por esa rubia cabeza suya. Y Tsunade lo sabía, pero ella se negó a decirle.

Estará encantado de escuchar lo que tengo que decir. Jiraiya sonrió. "Tengo grandes noticias. Según mis fuentes, Sasuke ha matado a Orochimaru".

"Buen viaje," Naruto se sacudió el polvo de las manos para aumentar el efecto mientras Sakura sonreía ampliamente.

Sai no dijo nada, la parte estratégica de su mente sabía muy bien hacia dónde se dirigía. Si Sasuke mató a la Serpiente, significa que ya no quiere o necesita un maestro. Está preparado para cumplir su objetivo de toda la vida de matar a su hermano. Tsunade era consciente, de ahí la cuidadosa cara de póker. Sakura y Jiraiya, ajenos a los eventos que tuvieron lugar durante el viaje de entrenamiento, estaban encantados.

Momentos en el tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora