capítulo 5 "COMIENZO A CALENTARME"

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(...)
Estoy demasiado aburrida y no puedo dormir por el ruido de la cafetería, Emma está demasiado lejos para molestarla.
-¿qué lees?- pregunto inconcientemente a Romeo pero él parece muy concentrado en su lectura que ni siquiera me escucha.
Tomo un lado de el libro y lo cierro un poco para leer el nombre de este.
"Anatomía humana"
-Tan aburrido- digo mientras pongo los ojos en blanco y dejo caer mi cabeza sobre mi brazo.
-tal vez deberías dormir un poco- me dice Romeo con una sonrisa y una ceja arqueada.
-necesito mi cama para eso- le digo mientras quito el pelo que había sobre mi rostro.
-puedes usar el asiento como cama- me dice Emma encogiendose de hombros.
-y mis piernas como almohada- dice Romeo, volteó a verlo con mala cara pero dudo que me haya visto, volvió su vista a la lectura.
-eso jamás- ahora me apoyo en mi brazo izquierdo dándole la espalda a Emma y Romeo.

(...)
Una parte de mi quiere abrir los ojos, otra quiere seguir durmiendo, optare por la segunda.
Estoy acostada en el asiento de la mesa de la cafetería, no sé hace cuanto pasó eso pero, me quedé dormida, seguro Emma me acomodó así, puedo sentir sus piernas bajo mi cabeza.
Me remuevo en el asiento con cuidado de no caerme para poder acostarme de lado, me tambaleo un poco y siento como Emma me toma de la cintura y parte de la espalda para que no caiga.
Volveré a dormir, estoy muy cansada como para despertar todavía, no sé cuánto falta para que entremos nuevamente a clases pero seguro Emma me despertara para cuando sea hora.
-ahora vuelvo, ¿gustas un poco de agua?- habla Emma, su voz se escucha lejos pero, supongo que es por el sueño que la escucho así.
-estoy bien, gracias- la voz de Romeo se escucha encima de mis orejas, es ahí cuando me doy cuenta que todo este tiempo que creí que era Emma en realidad era Romeo, siento mi corazón latiendo rápido, me da miedo abrir los ojos, ¿qué le diré?.
Un gracias tal vez...
Un...lo siento, me quedé dormida.
Un...a quien engaño, no sé qué diré, Dios, que vergüenza, ¿y si me vió babear?, ¿y si ronqué?.
¿Y si te callas y dejas de hacerte la dormida?
Me acomodo boca arriba nuevamente y siento como la mano que tenía en la cintura ya no está, abro mis ojos de a poco los cuales duelen por luz, así que los vuelvo a cerrar rápidamente, parpadeo unas cuantas veces para acostumbrarme a la luz cuando siento que mis ojos estan a salvo los mantengo abiertos.
-buenos días...-me dice Romeo sin verme, con una mano sigue sosteniendo el libro y con la otra me está cubriendo de la luz.
No sé qué hacer...
Inconcientemente llevo una mano a mi cara para verificar si no llevo restos de saliva y afortunadamente no.
-¿dormiste bien?- me pregunta viéndome directamente a los ojos, sus ojos café se ven más claros de lo que había visto que eran y esa sonrisa que tenía parecía tan perfecta desde aquí.
-¿dónde está Emma?- es lo único que se me ocurre preguntar, aún sabiendo la respuesta.
-dijo que el lugar estaba muy caliente y que comenzaba a calentarse ella también, fue por agua, creo que le dió un poco de sed- me dice inocentemente, no puedo evitar reír y molestar al mismo tiempo, Emma estaba coqueteando con él y el nisiquiera captó su indirecta.
-pero...- habla nuevamente -comienzo a pensar que lo decía con otro sentido- dice sonriendo de medio lado sin separar sus labios, eso hace que ambos nos riamos después de unos segundos.
-oh despertaste- dice Emma sentándose nuevamente con nosotros.
-la verdad es que me siento tan cansada que nisiquiera puedo moverme- le digo desde mi lugar, mi cuerpo se siente tan cansado...
Justo cuando iba a levantarme escucho a unas chicas hablar a un lado de Romeo.
-¿qué tal?-
-eres Romeo, ¿cierto?-
-yo puedo ser tu Julieta si así lo quieres-
Casi me hecho a reír con eso último.
-hola, guapo- habla otra chica aún más cerca, siento como empuja mi cuerpo con su trasero haciéndome caer debajo de la mesa, todo esto para que ella pueda quedar sentada a un lado de Romeo, desde abajo le lanzo una mirada de odio.
Agh, mi cuerpo duele.
Me levanto con cuidado de no golpear mi cabeza con la mesa gracias a la ayuda de Emma y me siento junto a ella, sin dejar de lanzarle miradas de odio a la chica.
-lo siento, no te vi- dice esta con un tono amable, tan falso como su cabello rubio.
- mi nombre es Zoé- ahora le habla a Romeo. -dime como quieras, cariño-
Romeo se nota incómodo, tal vez molesto, la verdad es que debe de resultar agobiante que todo el tiempo te estén coqueteando e insinuandose de esa forma.
-basta, chicas, me alegan- dice Romeo sorprendiendome por completo -¿ya han desayunado?, les invito un café- las chicas soltaron chillidos cuando Romeo se levanto de su asiento y comenzaba a caminar con ellas a su alrededor, casi colgadas de él.
Emma y yo nos miramos realmente confundidas, la expresión de Romeo cambió por completo cuando esas chicas llegaron.
Y pensar que comenzabas a pensar que sería diferente a como te lo imaginabas...
Quise engañarme a mi misma, que estúpida soy, me deje llevar, tal vez sea por que no he hablado, ni salido con muchos chicos desde hace mucho, bueno es que en realidad no he salido con ninguno, pero bueno ¿qué se le puede hacer? Romeo resultó ser el chico que le gusta pagar el desayuno a todas las chicas que se les pase por enfrente, y yo emocionandome por que lo hizo conmigo, sólo espero que no se vuelva a acercar a mi.

(...)
-¿sabes?, aunque sea un mujeriego, me encanta- dice Emma en el sofá llevándose una cucharada de helado a la boca.
-o bueno, no tanto ya, se nota que le gustas- se encoge de hombros, yo casi me atraganto con el helado, eso me pasa por llenar la cuchara.
- Estás loca, eso jamás va a ser cierto, es sólo un mujeriego, le gustan todas- dije antes de volver a meter mi cuchara a el bote de helado.
- no lo sé- dice Emma pensativa, como si ocultarla algo -podrá ser un mujeriego, pero aún así te mira diferente a el resto-
-eso que importa, por ahora no me interesan los hombres y menos uno mujeriego- le digo mientras pongo mis ojos en blanco.

¡ROMEO! posa para miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora