24. Blue butterfly's and sunflower's

596 46 22
                                    

Una diada consiste en dos seres que son uno solo en la fuerza, los individuos que la forman comparten una conexión que abarca tiempo y espacio

.

.

Nada. ¿Así se sentía morir? ¿El mundo entre los mundos la absorbió? ¿Dónde había cometido el error? Y aún más importante ¿Cómo era consciente aun?

Rey, la niña abandonada por sus padres. No. Rey, la chatarrera. No. Rey Palpatine. No. Rey Skywalker. Solamente Rey. Bastaba solo eso, Ben se lo enseñó. Ella era suficiente, sin apellidos ni familias poderosas.

.

Después de un tiempo que bien pudo haber sido minutos o años, vio un destello amarillo entre la negrura del lugar. Se acercó gateando y con manos temblorosas tomó el girasol frente a ella. Inmediatamente una sensación familiar la inundó, una fuerza intensa como una tormenta, pero sorprendentemente en calma, como si le enseñaras al fuego a dar calor en lugar de quemar y destruir. Se recostó y de repente sintió todo de nuevo, el peso de la galaxia aplanándole el pecho, después una corriente helada la sacudió, cerró los ojos con fuerza, frente a ella se extendía el cielo estrellado, la noche era fría y se acercó siguiendo el calor reconfortante de alguien a su lado. Aspiró el aroma a flores y algo más... Ben Solo.

Abruptamente abrió los ojos y se sentó. "¿Ben?" dijo en un susurro mirando a su lado donde encontró una mirada cristalina color ámbar que no daba crédito a lo que veía.

"Rey" le dijo incorporándose y levantando una mano para tocarle la mejilla "¿De verdad estas aquí?"

Ella se acercó y se colocó entre las piernas de él, quedando frente a frente "¿De verdad eres tú?" pregunto deseando con todas sus fuerzas estar al fin fuera del mundo entre los mundos. Él lucía diferente, no mucho físicamente salvo el cabello más corto y la textura callosa de sus manos, lucía... libre.

Ben la tomó de la cara con ambas a manos, le acarició las mejillas y con los pulgares le limpió lagrimas recién derramadas "Rey" le dijo con una gran sonrisa que lo hacía lucir jovial y marcaba el hoyuelo en la mejilla, la chica suspiró y se lanzó a sus brazos haciendo que cayera de espaldas. Rey le repartió besos por toda la cara y ambos reían en una mezcla de llanto y alivio. Ben se sentó se nuevo, con ella en su regazo, la tomó de la nuca y la miró a los ojos, después la besó con la mayor devoción que le fue posible, esperando poder transmitirle todos los sentimientos en su pecho: anhelo, paz, alegría, euforia, pero, sobre todo, amor.

La fuerza vibró a su alrededor. La díada estaba junta de nuevo.

.

Explicar que había pasado no era sencillo, juntos trataron de descifrarlo y llegaron a la conclusión de que la fuerza quería que ambos estuvieran listos para estar juntos, el tiempo pasaba diferente en el mundo entre los mundos, Rey sentía que apenas ayer había entrado a la cueva de Ahch – To, para Ben habían pasado casi tres años estándar, le narró su camino a lo largo de ese tiempo. Rey se sentía abrumada, el Ben que conoció se había trasformado, había dejado de atormentarse y encontró perdón para el mismo.

"¿Qué pasa?" preguntó Ben preocupado.

Ella lo veía con adoración, orgullosa y feliz de saber que salió al fin de la oscuridad, lo abrazó de nuevo, acomodándose en su pecho, sintiendo el latido de su corazón "Te extrañe"

El exhaló aliviado "Yo más, chatarrera" le beso la frente y la chica rió.

"¿Ben?"

"Mhmh"

"¿Podemos irnos de aquí? Tengo hambre"

Ben se separó un poco y le sonrió "Vamos, cariño, vamos a casa"

GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora