Neapolitan

09. Dudas.

Sorpresivamente para Seungwoo, Wooseok está bastante bien descansado y sus ojeras no caen hasta el suelo. Él también sonríe de una manera tan energética que encanta a Seungwoo, y que lo hace sonreír hasta casi tocar sus orejas.

Wooseok lo saluda alegremente con un destellante "Buenos días" y acaricia la cabeza de un Yohan dormido a su lado. Este se despierta, y cuando se da cuenta del extraño cambio de su amigo, su expresión cambia a uno horrorizado.

- ¿Qué te sucede? ¿acaso hice algo mal?

- ¿De qué hablas? -Wooseok ríe. - ¿Tan mal te trato como para que encuentres una caricia mía algo aterrador?

- Pues sí. -Yohan afirma, entonces Wooseok golpea su nuca y este chilla quizás demasiado dramático. Después de eso, le lanza una mirada lastimosa con un puchero en los labios, Wooseok se burla.

- Parece que hoy es un buen día. -Comenta Seungwoo con una sonrisa brillante, Wooseok se encoge de hombros.

- ¿Lo es?

Seungwoo revuelve su cabello y queda mágicamente desordenado, dando la sensación de que podría verse increíble aún con un mono en su cabeza. Algunas chicas dos filas atrás chillan emocionadas, los tres allí saben que tienen la constante atención del resto, y es tan común que deciden ignorarlo.

Diez minutos antes de que inicie la clase, dos chicas de primer grado se acercan a Yohan. Con su pose seductora, él las saluda y ellas parecen demasiado mucho muy felices por ello.

- Ah, bien, nos preguntábamos si vas a asistir esta noche a la fiesta que estamos organizando los de primer grado.

- ¿Fiesta de Viernes por la noche? -Yohan ríe. - Nenas, cuenten conmigo.

Ellas gritan y golpean sus palmas como si Kim Yohan fuera algún actor famoso o algo así. Cuando están más tranquilas y captan a Kim Wooseok mirando toda la escena. Así que parecen avergonzarse y tratan de mantener la compostura. Una de ellas codea a otra e intercambian miradas, lo siguiente, es dicho con más cuidado simplemente porque va dirigido para el Príncipe de la Universidad.

- Err... Wooseok... ¿Tienes planeado venir?

De repente, todo el mundo allí parece estar interesado en su respuesta, incluso los que están en la última fila al extremo contrario de ellos. El silencio dura lo que Wooseok tarda pensando.

Bien, siendo sinceros, es el primer Viernes que tiene libre desde hace años, y tiene siglos que no va a ninguna fiesta. De repente, piensa en Seungyoun. Piensa en todo lo que le dijo la noche anterior y el hecho de que él va a asistir. Se imagina a ambos riendo juntos y haciendo cosas de chicos de su edad, se imagina que bailan juntos y la posible mirada que tendrían los ojos de Seungyoun si él los viera desde abajo, con sus torsos permaneciendo juntos mientras él se sostiene de su cuello y Seungyoun de su cintura. Enrojece, sonríe con tanta vergüenza e ilusión que se le agitan los latidos. Ahora sorpresivamente quiere ir. Necesita ir.

Así que asiente con una bonita sonrisa en los labios, su garganta hace un sonido aprobatorio y las niñas chillan, gritan y saltan, olvidando que quieren verse bonitas y elegantes frente a Kim Wooseok. Todos jadean y comienzan a hablar entre sí, algunos salen, otros teclean cosas en su celular. El caos se desata con una pequeña acción de Wooseok, quien ni siquiera tuvo que pronunciar una sola palabra.

El timbre suena y todo vuelve a una aparente y silenciosa normalidad. Sin embargo, todos se mensajean la más reciente y caliente noticia.

Kim Wooseok al fin asistirá a una fiesta de Universidad.

La hora del almuerzo llega, tanto Wooseok, Seungwoo y Yohan guardan sus cosas y se preparan para ir a la cafetería.
Seungwoo coloca una mano sobre el hombro de Wooseok. Sonríe mucho, así que se lo contagia inmediatamente.