Capítulo 37: Encerradas

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Ethan tomó asiento en el sofá mientras se recargaba cómodamente en la espera de Hye.

—De confesar que no esperaba éste recibimiento de tu parte, ¿me has extrañado tanto como yo a ti? —preguntó de manera burlesca antes de soltar una carcajada—. Aunque no me lo creas, yo te he extrañado querida.

—Déjate de estupideces Ethan, eres lo peor que me ha pasado en mi vida, eres el ser más despreciable que conozco ¿¡Cómo pudiste hacerle eso a mis hijas!? ¿¡Con qué derecho!?

—¡No me levantes la voz! —gritó Ethan de manera amenazante poniéndose de pie—. Las mujeres no deben gritarles a los hombres, ustedes para lo único que sirven es para complacernos.

—Eres un maldito —murmuró Hye conteniendo toda su ira manteniendo los puños cerrados. Apretó su mandíbula al ver que Ethan se acercaba hasta ella—. Si das un paso más, te prometo que te vas a arrepentir.

—¿Qué vas a hacerme? No me hagas reír Hye, ¿qué podrías hacerme tú?

—No subestimes lo que soy capaz de hacer por mis hijas.

Ethan arqueó una ceja de manera confusa. No pudo evitar sentirse sorprendido al ver la confianza y seguridad que Hye mostraba en sus palabras, ella no se parecía en nada a la mujer ingenua e indefensa que mantuvo cautiva por meses a expensas de noticias sobre sus hijas.

Hye no perdía el contacto visual con Ethan, eso de alguna manera la hacía sonar más segura y lo estaba, ella estaba dispuesta a sacar a Ethan de sus vidas al precio que sea.

—Hablemos de negocios, ¿deseas algo de tomar? —preguntó Hye con una media sonrisa plasmada en el rostro—. Mis hijas tienen de todo, tu pide.

—No quiero nada, gracias. —respondió Ethan frunciendo el entrecejo observando como Hye se servía una copa de vino y la bebía frente a él.

—¿Me crees capaz de envenenarte? —preguntó Hye de manera cómica antes de soltar una ligera risita que hizo a Ethan apretar su mandíbula con enojo—. No cariño, no soy tan estúpida como para hacer eso. No cuando hay otras maneras...

—¿Me estás amenazando de muerte, Son Hye?

—Yo no dije eso —contestó rápidamente antes de colocar su copa de vino vacía sobre la barra—. Pero bueno, hablemos de negocios.

—¿Tú que sabes de negocios? —cuestionó Ethan con burla.

—Deja de hacer preguntas, cállate y escucha, ¿cuánto dinero quieres por desaparecer de nuestras vidas?

Ethan abrió los ojos con sorpresa, definitivamente no se esperaba ésta propuesta y mucho menos de Hye, ¿a caso quería engañarlo? Él sabía de sobra que las Son estaban en banca rota, no tenían un solo centavo, él había arrasado con toda su fortuna.

—No me digas... ¿de dónde se supone que has sacado dinero? —preguntó Ethan interrogante—. Tú estás en banca rota.

—¿A caso me creías tan idiota como para poner todo a tu manejo? —Ethan cambió su expresión de manera radical—. Por supuesto que no, no soy tonta, desde un principio supe que solo me querías por la empresa de mi difunto marido, pero quiero que sepas que eso no era nada en comparación a todo el dinero que tengo.

—¡Todo lo que tú posees me pertenece también! ¡Estamos casados!

—¿A caso leíste el contrato matrimonial? Deberías leer las letras pequeñas, todo es mío, nada es tuyo. Incluso mis hijas tienen un fideicomiso millonario que les dejó su padre, ellas tienen más dinero de lo que pueda costar tu maldita existencia.

Mi novio es una chica  • Michaeng & 2yeon •  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora