Mi novio es una chica • Michaeng & 2yeon •

Capítulo 38: Felicidad ❤

Chaeyoung se había quedado paralizada en el mismo lugar... ¿De verdad Mina le había dicho que sí?

—No hagas que me arrepienta —agregó Mina dándose media vuelta dispuesta a caminar, Chaeyoung por su parte despertó de su trance y la siguió por detrás.

Mina caminaba a paso rápido a la par que comenzaba a cuestionarse el hecho de haber aceptado la propuesta de Chaeyoung para llevarla a casa.

¿Habré hecho lo correcto?

Era demasiado tarde para arrepentimientos, Mina ya se encontraba saliendo del bar en compañía de Chaeyoung.

En el momento en que la japonesa puso un pie fuera del lugar, Song la detuvo del brazo con una expresión indescifrable en el rostro. Observó como su guardaespaldas le regalaba un gesto nada amigable a Chaeyoung y cuando lo vio querer acercarse a ella, supo que era momento de intervenir.

—Déjala —ordenó Mina.

—¿Qué? Pero ella no...—

—No te metas amigo, deja que nosotras arreglemos nuestros problemas ¿esta bien? —contestó Chaeyoung fingiendo cortesía—. Yo la llevaré a su casa en mi auto, tú puedes seguirnos desde atrás.

—Mina, no me parece que a tu padre le guste ésto —repuso Song con seriedad. Se notaba a leguas la furia contenida con la que el chico miraba a Chaeyoung.

Mina contempló con sumo cuidado todos los gestos y ademanes de su guardaespaldas y de un momento a otro le vinieron a la mente todos aquellos comentarios que su hermana Nayeon le había hecho sobre que Song no la veía como su amiga, sino como algo más.

Quizás en otras circunstancias de su vida, no le hubiese importado fijarse en alguien como él. Mina nunca juzgó a las personas por su estatus social, Song le parecía un chico lindo, atento, amable y respetuoso, pero desgraciadamente sus sentimientos no le pertenecían a él, sino a otra persona.

—Me iré con Chaeng, siguenos por detrás como te dijo y gracias por preocuparte por mí, pero ya estoy lo suficientemente grande como para saber lo que hago —contestó Mina con frialdad viendo a Song alejarse con los puños cerrados—. ¿En dónde está tu auto? Hace frío.

—Oh mierda... —murmuró Chaeyoung dándose una palmada en la cara porque había olvidado el pequeño detalle de que Vernon las había traído a Jeongyeon y a ella en su auto—. Olvidé que Vernon me trajo, discúlpame...

—Hmm ¿entonces cómo pensabas llevarme a mi casa?

—Sinceramente... no pensé que fueses a aceptar mi proposición —confesó Chaeyoung con cierta vergüenza. Era verdad, con todo lo ocurrido en el cubículo del baño, pensó que Mina saldría corriendo y trataría de evitarla a toda costa, pero en lugar de eso recibió una afirmación de su parte—. Pediré un taxi.

—No, no, para nada, un taxi no es seguro y mucho menos a altas horas de la noche —replicó Mina—. Se supone que tú ibas a llevarme a casa, pero al parecer tengo que ser yo quien te lleve a tu apartamento.

—Estoy apenada, no tienes que hacerlo, yo puedo tomar un taxi...

Mina consideró dejarla ahí, todavía no podía perdonarla del todo, pero estaba haciendo un gran esfuerzo por hacerlo. Simplemente se limitó a asentir y dar media vuelta para dirigirse al auto donde Song la esperaba, pero se quedó petrificada al escuchar una tercera voz, volteó disimuladamente hasta encontrarse con una chica que al parecer tenía todas las intenciones de coquetear con Chaeyoung.

—Hola, guapa ¿a dónde tan solita? —murmuró una chica de manera seductora observando a Chaeyoung de los pies a la cabeza—. ¿Eres la misma chica que armó el escándalo dentro del bar? Sí, sí eres tú.