Capítulo 8:

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Tanjiro dio un grito que fue acallado por la boca del alfa, en un beso hambriento y demandante, antes de detonar su ultimo orgasmo de su celo, un celo increíble, inolvidable e inmemorable, pensamientos del propio Tanjiro, el primer celo con su alfa jamás se olvidaria, nunca.

Giyuu dejo relajar los brazos extendidos invertidos hacia atrás, haciendo que se distendiera la espalda curvada, sus piernas se aflojaran y su pecho toco el acolchonado material primero, para acomodar el cuerpo exhausto del omega, su figura quedo boca abajo sobre el blando futón.

Tanjiro respiro profundo, tratando de normalizar sus palpitaciones y respiraciones, aun en la vorágine que le otorgo el orgasmo, con pequeños y ligeros espasmos.

Suspiro satisfecho y complacido, conforme descendía del éxtasis y placer, sus ojos pesaban, luchando por mantenerse despierto parpadeo.

Apoyo se mejilla en los dedos que acariciaban su pómulo, ronroneando de gusto por la atención, Giyuu sonrió magreando el lóbulo adoradado con sus pendientes de Hanafuda de la oreja del omega.

— Duerme — ordeno con voz suave.

Lo contemplo dormir aplaciblemente, retirando un mechón rojo borgoña de la frente de Tanjiro, su pecho subía y bajaba con suavidad a un ritmo constante, su boca estaba entre abierta soltando ligeros resoplidos, sus largas y tupidas pestañas descansaban sobre sus mejillas aun enrojecidas, era hermoso, una visión bella, una obra de arte.

Era su omega ahora.

Suyo.

Y de nadie más.

Era casi increíble, tener al omega más hermoso y perfecto de providencia.

Giyuu gruño posesivo y territorial a los ligeros y constantes toques de detrás de la puerta, olio el entorno en dirección a la puerta, verificando si era una amenaza para su omega, identifico a un beta, quizás un sirviente.

— Alfa Tomioka — susurro casi asustado el beta.

Giyuu gruño más alto en respuesta, escuchando la puerta sacudirse.

— Alfa Urokidaki requiere su presencia — dijo con voz temblorosa el hombre.

Todos eran conscientes que interrumpir el apareamiento era la muerte, el alfa era capaz de arrancarles la garganta, si los creia una amenaza para a su omega.

— Ahí estaré — dijo de mala manera el alfa.

Giyuu suspiro acomodando su yukata en su lugar, mirando a Tanjiro una última vez, aun dormía apaciblemente como un ángel, tomo su katana del suelo y la coloco en su cintura, se dispuso a salir de la habitación para ver a su padre.

Tanjiro quería, deseaba abrir los ojos, pero los parpados le pesaban, aún seguía cansado por la larga faena de su celo.

Su cuerpo no respondió como debía hacerlo, sus músculos destrozados permanecían apacibles, sus caderas se sentían cargadas y ni hablar de su culo, estaba hipersensible.

Logro parpadear tratando de ubicarse, seguía en la habitación de Giyuu, dio vuelta para poder quedar boca arriba, sus huesos y músculos protestaron y crujieron, soltando un quejido se sentó y llevo su mano a su cabeza.

Estaba completamente destruido, de la manera buena claro está, no recordaba mucho, pero las imágenes que sí, eran demasiado... buenas para ser verdad, ¡No podía creer que él había rogado por correrse!¡Y por más!¡Le pidió ser follara más duro! Su rostro se calentó a unos cuantos centígrados.

Aún seguía desnudo, pegajoso y sucio, sonrió al recordar, todas las cosas obscenas, sucias y crudas durante el sexo, no pudiendo evitar la sonrisa de satisfacción llevando la almohada a su rostro para ahogar un grito de júbilo, ¡Lo había marcado!¡Era su omega ahora! Se dejo caer de espaldas de nuevo en el futón.

Inocente y Sensual  ⌠GiyuuTan⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora