Capítulo 17:

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Al entrar era todo un mundo nuevo, nada estaba como en su antigua casa, tenía gustos modernos de la época, como occidentales, era verdaderamente bello.

Había desde mesas, hasta pequeños y lindos jarrones con flores, el papel de las puertas fue reemplazado y modificado y los pisos de madera eran de madera oscuro.

— La modifique un poco, espero no te importe — murmuro Giyuu.

Tanjiro negó extasiado, todo era perfecto tal y como estaba, no le recordaba nada de lo sucedido, Giyuu había hecho un gran trabajo.

Soltó el brazo de su alfa aventurándose por su cuenta, mirando todo con deleite, aunque occidentalizado aún mantenía su cultura, era una combinación bastante curiosa, pero contrastaba bastante bien.

Sus pies lo llevaron hasta la cocina, varias betas cocinaban alegremente entre platicas y chismorreo.

— Tanjiro — una vocecita lo llamo.

El omega salto sobresaltado buscando el receptor de la melodiosa voz y quien más lo llamaba Tanjiro con tanto cariño si no era Yorichi Tsugikumi, junto con su hermano gemelo Michikatsu Tsukiguni, como siempre de la mano.

Sus cabellos burdeos comunes en las tierras Kamado, estaban en una coleta alta, llevaba una katana en el costado, ya debería haber comenzado con sus clases, habían crecido, tenían unos 8 o 9 años.

— Volviste — el pequeño soltó la mano de su gemelo y se abrazó al omega con cariño.

Tanjiro rio encantado, era un niño bastante dulce, un raro espécimen, era alfa de padres betas.

— Yorichi, no seas mal educado, deberías dirigirte a él, como omega Tomioka ahora — dijo el gemelo de Yorichi.

El pequeño niño frunció el ceño, Tanjiro no pudo evitar sonrojarse por la manera en que deberían llamarlo con respeto, aun no se acostumbraba y creía que nunca lo haría.

— Ustedes pueden llamarme como quieran — le sonrió a Michikatsu.

Yorichi, seguía con las cejas fruncidas, como si no llegara a comprender algo aún.

— Estas relleno —murmuro por fin el niño.

Tanjiro se sonrojo furiosamente al instante, cubriendo sus mejillas de la vergüenza.

Yorichi acaricio su vientre abultado casi con reverencia, más o menos al instante el cachorro se sacudió de forma casi violenta, nunca se había movido de esa manera, hasta le llego a dolor.

— Mio — susurro el pequeño alfa.

Ninguno de los presentes llego a entender a que se refería el alfa, pero para Yorichi parecía muy claro.

— Espero sea un omega igual de lindo que tu Tanjiro — soltó el niño sin más, antes de tomar la mano de su gemelo y correr.

— Espera...— trato de alcanzarlos, pero fue inútil, eran jóvenes y vigorosos, además que él estaba muy embarazado —¿Omega? — se preguntó en la puerta que daba a los jardines directo de la cocina.

— ¡Omega Tomioka! No debería estar haciendo eso, es malo para el cachorro — casi grito horrorizada la cocinera beta, al ver a Tanjiro cargar un pequeño costalillo de harina para hacer pan fresco.

El omega rodo los ojos, estaba embarazado, no invalido, Giyuu insistía con lo mismo, no debía cargar cosas pesadas, no debía agacharse y mucho menos esforzarse, relevándolo de sus tareas en el campo y otras actividades domésticas, ¡Ya no sabía que hacer! La casa era demasiado grande y espaciosa, como para no llegar hacer nada, no estaba acostumbrado, necesitaba ocuparse en algo, gastar su tiempo y energías.

Inocente y Sensual  ⌠GiyuuTan⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora