Capítulo 1:

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Para cuando Tanjiro llego al establo, estaba exhausto, cuando Takeo por fin soltó su mano, no podía mantener el aire en sus pulmones y su corazón bombeaba rápidamente contra sus costillas.

Takeo dio un salto al cercado de uno de los emplazamiento de los caballos, una bella yegua color marrón reposaba tranquilamente en su pequeño lugar.

El animal parecía feliz de verlos, trotando, dando pequeños pasos hacia ellos, moviendo su cabeza haciendo que su largo pelo se balanceara y bufando satisfecho.

Takeo chillo cuando sus dedos alcanzaron el cuello de la yegua.

Tanjiro sonrió observando lo feliz que era su hermano de solo tocar al caballo. Al animal le gustaba jugar porque mordisqueo el cabello de su hermano haciéndolo reír, provocando la risa del omega.

Un relinchido fuerte tomo la atención de Tanjiro, analizando, observando, contemplando su entorno, tratando de localizar de donde provenía el sonido del caballo, otro relinchido más fuerte lo hizo saltar de la impresión, fue tanta su curiosidad de saber que hacían con el caballo que miro una última vez a su hermano antes de salir a la parte trasera del establo.

Un gran corral se extendía por una gran área de tierra, pero eso no fue lo que lo impresiono, no, fue el fuerte alfa, si era un alfa sin lugar a dudas.

Tanjiro jadeo cuando los bíceps del alfa se tensaron agarrando y tensaron la rienda, sus fornidos muslos abrazaban al caballo, el sudor perlaba su piel y hacía que la camiseta se tensaba en sus musculoso y vigoroso cuerpo.

Trataba de domar al formidable animal, hermoso de color negro como la noche, daba su pelea, pero el jinete era experimentado.

El caballo pateo un par de veces antes de bufar y dejar de luchar, el alfa palmeo un par de veces el cuello del animal.

— Buen chico — hablo el alfa, premiando.

Tanjiro sintió una corriente recorrer su cuerpo de solo escuchar su voz, fue inevitable acercarse, hasta tomar el carril de madera, ¿Qué podía decir? o hacer, no lo conocía, ni mucho menos, pero lo impresiono al punto de encantarle.

— Um — fue lo único que salió de su garganta, al tragar.

Pareció que logro tomar la atención del alfa, porque detuvo en seco el cepillo en el cuello del animal.

Las fosas nasales del alfa aletearon al momento de olisquear el aire, su mirada se dilato, ansiosa busco algo o alguien, vagando por su entorno con desesperación.

Los oscuros ojos azules lo miraron directamente a los ojos casi rojos de Tanjiro.

Tanjiro tembló y retrocedió asustado, nunca había sentido tantas emociones por un alfa.

— ¿Qué? ...— murmuro el alfa soltando el cepillo.

Tardo más en caer la escobilla que el alfa en llegar hasta Tanjiro, el omega chillo al momento de sentir los calientes dedos en su nuca para después ser pegando a la barandilla de madera.

Sintió un cosquilleo en su cuello que le envió un escalofrió por la columna vertebral, al sentir la nariz acariciar, salto y apretó los hombros del alfa cuando sintió la lengua del hombre lamer en nacimiento entre el hombro y el cuello, donde debía ir la marca de su alfa.

Por alguna extraña razón no quiso huir, se sentía bien y a salvo entre los brazos de ese alfa, en vez de hacer otra cosa dio más acceso a su cuello, dejando caer la cabeza a un lado, era puro instinto en estos momentos, el alfa gruño complacido, apretándolo más contra su pecho.

Tanjiro gimió un poco asustado al momento de sentir los colmillos tratar de perforar su tierna carne.

— Giyuu, Urokidaki te busca — dijo una chica muy bella con fastidio.

Inocente y Sensual  ⌠GiyuuTan⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora