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Luego de haberse puesto al día con su mejor amiga, darle los obsequios que trajo desde California hasta Forks para sus familiares y amigos, visitar la playa de la Reserva por unos breves minutos y disfrutar la suave, fría y refrescante brisa que soplaba, Lionel ahora se encontraba regresando a su hogar donde era que muy probable su madre la estuviera esperando con una deliciosa cena preparada para terminar aquel día y prepararse para el siguiente.

A pesar de estar feliz, había algo que al muchacho inquietó y era el no haber visto en lo que llevo de tiempo en la Reserva fue a cierto chico complexión atlética, de cabello azabache y ojos negros que le fascinaban hasta cierta manera. El quería ver a Jake, pero lastimosamente el destino no lo permitió y ahora quedaba con la intriga de saber como estaba.

Giró con una mano el volante hacía la izquierda, entrando finalmente al garage que poseía la casa que perteneció a su familia desde hace generaciones. Una diminuta sonrisa nostálgica adornó sus carnosos labios al recordar vagamente aquellas historias que su padre solía contarle de niño, mucho antes de aquel horrible suceso en donde su padre murió tras un accidente automovilístico.
Negó repetidas veces, como queriendo desechar aquellos sentimientos de tristeza que querían agobiarlo. Borró cualquier rastro de tristeza y con una radiante sonrisa bajo del auto no sin antes tomar aquella pequeña pero llamativa caja de madera tallada que Billy Black enviaba para su madre, agregando el diminuto recado que iba junto con ella.

─ Dile a tu madre, que se las envia él que ella ya sabe. ─ dijo Billy con cierta diversión y misterio que causó la intigra en el muchacho aunque a la vez diversión.

─ ¿Acaso es Lord Voldemort qué no mencionas su nombre? ─ habia respondido con gracia.

Aquel recuerdo lo hizo reírse mientras salía de completamente del automóvil con la caja en una mano y sus llaves en otra. Cerró la puerta del conductor y a paso rápido, debido a la repentina lluvia que comenzó a caer con fuerza, caminó hasta la puerta, abrió la misma y sacudió aquellas pequeñas gotas que lograron mojar su cabello negro.

─ ¡Mamá! ¡Ya llegué! ─ gritó el joven mientras se quitaba las zapatillas, dejándolas en una esquina de la puerta donde no molestaría al que entrara, se puso unas pantuflas de color negro mientras oyó a su madre gritar que se encontraba en la cocina, se quitó el saco, lo colgó y siguió adentrandose a su hogar con dirección a la cocina en donde su madre se encontraba.

Se acercó hasta el marco de la puerta que unía la cocina con la sala comedor y sonrió feliz ante aquello que sus ojos presenciaban.
Su madre, bailando mientras tararearla y cocinaba.

─ ¡Arthur! Mi niño ven ─ la mayor extendió su mano hacía su muchacho sonriente mientras este dejaba la pequeña caja sobre la mesada de la cocina y sujetaba la mano de su madre dándole una ligera vuelta completa encajando el momento justo con la melodía.

─ ¿A qué se debe la emoción?

─ No puedo estar feliz porque mi hijo regreso.

─ Ajá si claro. ─ la miró con falsa molestia.

─ ¡Bien! Quería que fuera sorpresa pero contigo no se puede.

─ Me amas, lo se ma.

─ No me queda de otra. ─ se burló de su hijo mientras le daba un beso en la mejilla y se iba a atender las galletas que tenía en el horno.

─ Fingiré que no escuché eso.

─ ¡Superalo Arthur! ─ la suave risa de la mayor resonó en la cocina. ─ ¡Conseguí trabajo! Saluda a nueva enfermera de la sección de neonatología del hospital de Forks. ─ se señaló a si misma luego se haber dejado las galletas sobre la mesada.
Su hijo aplaudió emocionado y la abrazó llenándola de besos en el rostro.

─ ¡Felicidades mamá! ─ exclamó sin soltarla. ─ Sabía que lo conseguirias.

─ Lo se cariño, tu positivismo siempre trae cosas buenas. ─ se separó y lo observó con curiosidad. ─ De verdad, no recuerdo un día en el cual no pasen cosas buenas cuando estás involucrado.

─ Es pura coincidencia mamá, no te alteres por pequeñeces. Mejor vamos a cenar que tengo hambre.

° ° ° ]




¿Qué tan importante son los cumpleaños?
Todo depende de la persona a la cual se la preguntes.
Una sola pregunta, múltiples respuestas.
Pero, para Lionel, un cumpleaños simboliza un nuevo año. Un nuevo inicio en el cual todas aquellas metas sin cumplir podrás cumplirlos, sin peros, ni excepciones. Y era por esa razón que estaba organizando y acomodando todo para celebrar el cumpleaños de su media hermana Bella.

━ ¿Piñata y globos?

━ ¡Listo!

━ ¿Confeti?

━ ¡Listo!

━ ¿Aperitivos?

━ ¡Listo!

━ ¿Regalos?

━ ¡Listo!

━ ¿Pastel? ━ nadie respondió. El pelinegro despegó la vista de la hoja en sus manos y miró a su padrino quién se veía algo apenado. ━ El pastel aún no esta ¿no?

━ Llegará en media hora, eso me dijeron.

━ Mientras sea a tiempo...

━ Lionel, no le veo la emoción en esto. ━ dijo Leah, la cual estaba ayudándolo ya que él se lo había pedido. ━ Estoy segura de que no vendrá, se la pasa con los Cullen todo el tiempo.

El pelinegro solo suspiró antes de dejar la lista de lado y observar a su amiga.

━ Ella me lo prometió, dijo que vendría y yo confío en Bells ━ aseguró confiado en las palabras de su media hermana Bella. ━ Ella vendrá, lo se.

Más las horas pasaron e Isabella nunca apareció.
Charlie sintió una tristeza profunda al notar la mirada decepcionada de su ahijado, le palmeo los hombros y se dispuso a ordenar todo nuevamente.
Lionel solo hizo una mueca y se puso a ayudar a su padrino a ordenar.










➡➡➡⬇

Primero que nada, disculpen la demora y por lo corto del capítulo.
Anduve sin datos hasta hace pocas horas.
Y con respecto a lo corto del capítulo, quise hacerlo así
Why? No tengo ni idea xd

En fin espero les haya gustado el capítulo y disculpen la mala calidad jsjs se hace lo que se puede.


Atte:

LirioEscarlata~💕

𝐿𝒾𝑜𝓃𝑒𝓁 | Jacob Black Donde viven las historias. Descúbrelo ahora