Fiesta de navidad

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Violet.


A día de hoy me encantaría poder escribir que esta fue nuestra historia. La historia de dos chicas luchando contra la opresión de su relación homosexual contra el mundo. Pero no podría estar más alejada de la realidad, porque esta ha sido su historia.

Este es el último capítulo de esta gran aventura, pero esto no acaba aquí, porque al contrario de muchas historias esta es cierta y los protagonistas no son personajes que he manejado a mi antojo según mi imaginación, son mis mejores amigos, y su vida sigue. Ellos seguirán creciendo, seguirán viviendo y cambiando.

Pensaba que lo que más feliz me haría en este mundo era reinar y organizar el baile junto a la mujer de mi vida, pero aquí arriba del escenario, lo siento muy frío solo a su lado. Pues esto lo habíamos conseguido en grupo y no en pareja y eso hacía que lo más importante de mi vida fueran ellos: mis amigos.

La fiesta de navidad de este año tiene la temática de máscaras, todo el mundo tiene que llevar una máscara y un vestido largo con guantes y tocados. La sala viste una decoración minimalista pero tradicional, simulando un salón antiguo. Hay mesas asignadas junto a una gran zona de baile, con comida y bebida incluso, con ayuda del padre y la madre de Logan, contamos con una gran fuente de chocolate. Hay una banda de cinco chicos trajeados y uno de ellos con un vestido largo y rojo a juego con su tocado. Son unos chicos del pueblo que, al igual que a nosotras, miraban raro por ser diferentes, pero en este baile todo el mundo tiene cabida, así que tienen su espacio arriba del escenario cantando todos sus temas.

Rico es el que llega primero, y no deja de buscar a Tea por toda la sala hasta que ella hace una entrada espectacular con un precioso vestido estilo renacentista y una máscara negra de encaje y pequeños brillos.

Está preciosa entrando a la sala al ritmo de la banda. Tiene el pelo más corto y los ojos brillantes deseando encontrarse con los de él. Cuando eso sucede os puedo jurar que la magia existe y la crean esos dos pares de ojos mirándose por primera vez después de cinco meses sin mirarse.

Tea sonríe y es nuestro turno de actuar, Alaia le da la señal al grupo y Sin miedo a nada empieza a sonar por la sala.

Si nos quedaba alguna duda de que esta no era nuestra historia es en el momento en el que Rico susurra un "Me muero por suplicarte, que no te vayas mi vida..." al ritmo de la canción mirando a Tea.

Tea se muerde el labio y se acerca a él el pequeño espacio que los separa. También hemos colocado un foco que sigue ese camino y apenas a unas palabras del estribillo Tea se lanza en los brazos de Rico y le besa perdiéndose el mundo en ellos dos.

Cuando se separan Tea vocaliza un "Sentir cada día, ese flechazo al verte..." y Rico le sonríe de vuelta acariciándole la cara.

En esta historia había muchas personas, muchas historias, pero fueron ellos los que la cogieron y la hicieron suya con todos esos sentimientos nuevos que empezaron a sentir y tuvieron el valor de perseguir, por muy diferentes que eran, por todas las miradas que tenían encima. A pesar de eso supieron verse debajo de ese maquillaje de persona popular y plastificada y eso es lo que hace grande esta historia.

Porque nadie sabe si el año que viene se mirarán así, o si incluso dentro de unos meses, pero hoy en día quien haya visto como Francisco Javier Rico mira a Teodora Armillo y como esta respondía esa mirada con una sonrisa de amor, le ha dado un vuelco enorme el corazón al descubrir que aún existen grandes amores.

Porque el amor bonito es el de ellos, el real, ese que nace entre una loca por las redes sociales y un ermitaño criado en un hotel.

En este libro se hablará de nosotras, las primeras princesas del baile de navidad, de Logan y Olivia, los mejores amigos que al fin descubrieron que sentían más que amistad, de Miranda y Dan, la chica que solo amaba la popularidad, de Mat y Yanira, los que tuvieron que buscar su felicidad en otras historias, pero lo que más se recordará será la gran historia de amor de Rico y Tea, más grande que la de Romeo y Julieta, y con menos muertos, más grandes que Edward y Bella, que Tristan e Isolda, Cleopatra y Marco Antonio y miles de historias llenas de estereotipos y engaños.

Tal vez no llame la atención, tal vez la gente nunca los llegue a conocer fuera de aquí por algo más que ser el heredero de los hoteles Rico y su pareja, pero esta historia no podía perderse en la nada, no podía evaporarse en el aire.

Este amor sempiterno, taciturno y brillante como el sol, como sus ojos cuando se encuentran en medio de una sala llena de gente, como sus sonrisas después de un beso, como sus manos buscando a tientas al otro con el único fin de sentirse cerca.

Con las ganas locas de estar juntos y de cumplir sueños, con el respeto por el otro y por sus propósitos de futuro, con amor del bueno, del que no duele, del que no aprieta, del que acepta y suma, del que no prohíbe y agobia, del de Tea y Rico.



FIN.

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Y LLEGÓ EL FINAL, GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ.

Primero de todo decir que les tenía cariño pero después de ir releyendolo para poder publicarlo les he amado más. No son perfectos y eso es lo que me encanta de esta pareja.

Mis reinas, súper orgullosa como si fueran verdaderamente mis mejores amigas y Logan y Violet, real que me encantaría hacer algo solo de ellos.

Espero que os haya gustado y leo vuestros comentarios tanto postivos como de mejora.

BESOS.

AJ-

OPERACIÓN: PRINCESASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora