Luke Hemmings leyó por última vez el perfil del aclamado director de cine Michael Clifford. Desde que había leído aquel correo hacía un mes atrás, se había obsesionado con el hombre de cabellos rojos y sentía la necesidad de saber todo de él. Vio cada una de sus películas, escuchó entrevistas y lo buscó en sus redes sociales para poder hacerse una idea de su personalidad, pues el proyecto que le ofrecía era importante y Luke se daba el trabajo extenuante de investigar cada director de cine que recurría a él con las intenciones de hacer uno de sus libros, una película.
Luke suspiró, tenía altas expectativas en torno a Michael por su increíble trayectoria a pesar de su corta edad. Habían escritores, como Luke, que alcanzaban la fama desde muy jóvenes, pero los directores de cine, todos eran mayores, con demasiada experiencia antes de ser reconocidos. Michael, por otra parte, ganó su primer Oscar a los 25 años y el segundo a los 28. Ahora, por lo que entendía Luke, estaba por cumplir 30 años, mientras que él apenas tenía 26.
Observó como la cafetería familiar seguía vacía. Era su escondite, donde escribió cada uno de sus libros y prefería que lo siguiera siendo. Él mismo había citado a Michael al lugar, quería por lo menos estar en su territorio ante tan importante conversación.
Volvió a abrir su correo electrónico y leyó el mail que llegó a su bandeja de entrada hace un mes.
—————
Estimado Luke Hemmings:
Lamento si mis habilidades en la escritura no son extraordinarias como las suyas, pero no existe pérdida alguna en escribir este correo electrónico.
Hace un par de noches terminé de leer el último de sus libros "A flor de piel" y déjeme comentar cuan cautivado acabé con su narración, trama y sus personajes. La historia que prometía ser romántica, terminó siendo un misterio que quitaba la respiración y disparaba la ansiedad. No pude evitar imaginarme como esta obra de arte que escribió, podría convertirse en una obra cinematográfica.
Estoy realmente interesado en realizar una película de su obra, esperando que su arte llegue a más público y a más lugares, con una combinación única de los elementos que desee, y que yo puedo brindarle.
Espero su respuesta para poder habar en persona acerca de esta propuesta, sea positiva o negativa, pues no me perdería la oportunidad de conocer a alguien tan talentoso como usted.
Atentamente, un fan más.
Michael Clifford.
———
Luke levantó su mirar cuando escuchó las puertas de la cafetería abrirse. Una figura vestida completamente de negro, se adentró. Buscó con la mirada entre las mesas y cuando tuvieron un contacto visual, quitó la capucha de su cabeza, dejando al descubierto sus cabellos rojos.
Luke se puso de pie con una sonrisa, mientras el hombre, caminaba hasta él con una expresión de emoción en su rostro.
—Michael Clifford, a sus servicios —se presentó el pelirrojo, estrechando sus manos.
—Luke Hemmings —respondió el rubio al gesto, para luego invitarlo a tomar asiento junto a él.
El escritor levantó su mano, atrayendo a una adolescente hasta su mesa. Luke vivía a cuatro calles de la cafetería, en donde vio como el negocio familiar crecía y los dueños, junto a su hija, lo veían como un miembro más. Sally tenía 17 años y ella fue la encargada de llevarle su clásico latte de vainilla a Luke, mientras escribía cada uno de sus libros.
ESTÁS LEYENDO
Lille | Muke.
RomanceMichael y Luke en diferentes mundos, vidas y circunstancias. Pequeñas historias.