Capitulo 3:El despertar

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Gediz

Fuego,humo,sirenas. Mucho,mucho dolor. Solo había confusión
.Hizo un intento inútil por mover las piernas ,pero ellas no respondían. Solo llegaba a mover sus dedos,un poco,pero su brazo y manos permanecían inmóviles.Su cabeza estaba apretada contra el volante,la bolsa de aire conteniendo su cabeza,casi ahogandolo.Le costaba respirar.
Pudo oír a la ambulancia cuando llegó,y vio como llegaron dos personas hasta el.Sabia que le hablaban ,pero no podía responder nada. Se sentía en un raro limbo de sentir y no sentir.
Cuando lo levantaron,sintió como si sus pulmones fueran a estallar,nunca había sentido su pecho tan pesado . Le colocaron algo en la garganta y tomaron su pulso. Pudo ver a la enfermera tomar su muñeca,pero no sintió nada.
Vio cerrarse la puerta blanca de la ambulancia, y luego la vio abrirse de nuevo.Ella entro con rapidez y se sentó a su lado. Sus ojos azulados estaban rojos,su rostro muy pálido,y sus manos tomaban su cabeza una y otra vez,el conocía ese gesto muy bien. Lo había visto muchas veces ,cuando el mencionaba algo negativo o que ella no quería aceptar.Se pregunto que era lo que ella no quería aceptar para estar en ese estado.*Tal vez ella, al igual que yo, sabe lo que pasará*
Penso en todos los que dejaria si dejaba de existir en esa ambulancia.
Que haría su madre sin él,o Müge? Como podría dejar a las mujeres de su vida solas,sin nadie más?
Pensó en Sancar,su hermano. No podía dejarlo tampoco.*¿Como podría ese chico sobrevivir a todo sin mi?¿Quien lo aconsejaría o le daría un golpe cuando lo necesitara?* ,se encontró meditando. Nadie se metía con Sancar,solo el.
Nare seguía a su lado.Su pecho comenzaba a molestar más y el dolor se acentuaba.Ella era pequeña,pero ahora lo parecía aún más,como una paloma asustada. Y aunque fingía compostura,el sabía que no estaba bien. Ella tomo su mano,y el vio sus ojos llorosos. Gediz balbuceo algo,pero no podía dar un sonido claro. Tal vez el golpe en su cabeza estaba mostrando sus efectos.
Y a Gediz le pareció una broma tan cruel,el no poder sentir nada y querer sentirlo todo.

No era justo irse sin escuchar la risa de Melek mientras jugaba. Queria ir con ella a la escuela aunque fuese solo un día,que ella tomara su mano de camino.*Así sabría lo que se sentiria ser su padre ,solo un momento* , pensó. El no quería dejarla. Como podía irse? Sancar tenía que preocuparse por su hijo,y no estaría tanto con ella. Nare estaba destruida aún por ello. Y aunque confiaba en su fortaleza,sabía que no podría hacerlo sola. No en ese momento.¿Quien cuidaría de ellas si el se iba?
La observó,como si fuera la última vez que lo hiciera. Su cabello castaño,las largas pestañas que envolvían los ojos más hermosos que el hubiera visto alguna vez. Sus ojos se encontraron con los suyos.

-Estoy aquí,estoy aquí,no voy a irme.No hables,me quedo aquí.-dijo con voz rasposa.

*No puedo irme,no puedo.Ella me necesita. Yo la necesito a ella* Su cabeza daba vueltas una y otra vez.

Sus ojos se cerraron cuando su cuerpo entero colapsó.

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Akin

No había nadie fuera.Se fijo una y otra vez en la ventana pero no vio persona alguna.Guven había conseguido un buen lugar y confiaba en que nadie lo encontraría.
Se sentó a esperar que el llegara y le trajera comida.
La puerta de abrió repentinamente. Guven entro cubierto de un abrigo negro,en sus ojos se notaba el nerviosismo

-Acaso quieres matarme?- le dijo Akin con susto.-Dame lo que trajiste,estoy muriendo de dolor.

- Tienes que tomarlas cada ocho horas,o gritaras más.

-Quien diría que el gran Guven Celebi haría las compras para mi -dijo con una sonrisa mordaz.

-Akin considerate afortunado,estoy arriesgando mi cuello por ti.

BelieveWhere stories live. Discover now