ARMARIO

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La niña estaba tirada en el pasto, casi sin moverse.

Miraba hacia arriba, a el cielo anaranjado, que en poco tiempo más, se volvería un azul profundo.

Al rededor de ella, tenía flores hermosas que su padre había plantado. Le gustaban, porque le recordaban a él y a como le daba cariño.

Se fijaba en como las nubes volaban ligero por el cielo. Le parecía divertido ver como lentamente daban vueltas y se hacían mas pequeñas o más grandes. Tal vez era un poco difícil de apreciar, pero si te fijabas, era un revoltijo desordenado.

Se acordó aver estado escuchando a escondidas como su padre desde la otra habitación hablaba con alguien. Aunque no captó todas las palabras y tampoco se acordaba mucho, pensó en esa frase que dijo "tropas al oeste..". Cuando se le iluminó la cabeza con la palabra "oeste" se fijó como las nubes se movían en esa dirección. ¡Qué inteligente eres, niña!

A esta hora, donde te calmas y empiezas a procesar el día mientras las estrellas aparecen, siempre tu imaginación te inventa ideas, tal vez hasta un poco irrealistas y demaciado imaginativas, yendose lejos de lo que es nuestra o su realidad.
Ideas, eso es de lo que se lleno la pequeña cabezita de Alemania. Ideas sobre todo lo que la rodeaba. Esas ideas que se embotellan y que quedan almacenadas en el cerebro o se terminan rompiendo en miles de pedazos.

La niña nunca fue nada tonta, siempre tuvo la buena fortuna de poder pensar, incluso desde que era que era pequeñita.

Tristemente, era chiquita, y no podía decidir que propaganda veía y cual no. Su padre decidía todo lo que hacía, como cualquier buen progenitor con su hijita. Asique, por ahora no sospechaba y tampoco podía sospechar algo de su querido vater, pero siempre tuvo esa frase que hasta los niños más inocentes se plantean alguna vez ¿Qué pasa si no es bueno?

No, no.

Obviamente no, eso no era verdad. ¡No seas tonta, ingenua Alemania!

Su papi era bueno, un alma pura. Puro como las nubes que se estaban perdiendo en el cielo. Son muy lindas cuando se manchan de este color carmesí, ¿Verdad?

-Deutschland! entra a la casa, se hace oscuro!

-Ahí voy pa!

Rápidamente se levantó y acomodó su vestido, golpeándolo suavemente para que el polvo de este volara y descendiera al piso. Se fijó en el cielo una vez más, viendo como este ahora no tenía las nubes carmesí. Solo cielo azul, azul profundo. Le dió un escalofrío, pero no importancia.

Entró casi corriendo, con unas tremendas ganas de darle un abrazo a su querido progenitor

-Padre!- La niña se abalanzó contra el de coloted rojos y le brindó un abrazo- ¡Te quiero!

-Woah, ¿Estás cariñosa hoy? -Dijo el adulto correspondiendola con amor, para luego batirle sus cabellos juguetonamente  - O es solo para no comer verduras, pequeña desgraciada?

-¡Oh, no! ¡me atrapaste!

[...]

Despertó en su camita, siendo lo primero que vió luz proveniente de su ventana.
Se quedó un poco perdida viendo las brillantes y bien cuidadas flores que había en su escritorio.
Movió su cabezita lado a lado para despertarse, y posó sus ojitos verdes en el armario... Ahí estaban todos sus vestiditos, los pantalones que su padre aceptó que usara de vez en cuando y las remeritas para estos. Tal vez.. hoy podría elegir ella la ropa?

Talló sus todavía dormidos ojos y se acercó a el gran armario, inconscientemente de puntitas. Estas viniendo de  ansiedad y de un poco de emoción que sentía por ser "independiente".

Fue sacando uno por uno, dejándolos arriba de su desecha cama, que pronto su padre le diría que armara.
Buscó entre todas sus ropas, ¡todas eran tan bonitas! ¿Cómo podía elegir entre tanto bueno?   Como su papi dijo, todos son buenos, nadie realmente lo es. Todavía no entendía eso del todo.. Para ella, si todos eran buenos, justamente todos lo eran.

Hasta que encontró uno precioso. Bah, si se podía decir, ya que todos lo eran.    Pero este en particular, no era ni rosa, ni rojo, ni azul, ni blanco.
Era uno negro que tenía diseño de corazones blancos. Ese le llamo la atención, ya que su padre amaba que se vistiera de blanco con toda su alma, decía que una princesa como ella ese color le venía bien. Pero, ¿por qué no? tampoco nunca le dijo que el negro era feo en ella. Además, el siempre usaba negro. Tristemente, era un poco corto para la época donde se encontraban. Le quedaría un poco chico a la pobre niña, asique llegaba más arriba de las rodillas, y eso no era apropiado para las niñitas con cara de porcelana.

-¿Se avergonzará de mi?...

Por un minuto se lo pensó, en completo silencio. ¿Qué tal si era algo que no debía usar? Tal vez para su padre era horrible esa prenda, por eso estaba tan atrás, arrugado y hecho una bola, como cuando Alemania se asustaba y trataba de protegerse, como una tortuga con su caparazón.

No aguantó sus impulsos. ¡Era demaciado hermoso! ¿qué mujer en este mundo negaría un regalo tan lindo? no pasaba nada si era un poco corto, igualmente era una chiquita. Tal vez la dejaban zafar por esa razón.
Se lo probó, mirando a todos lados por las dudas. ¡Le había quedado precioso! Tal vez no era tan mala idea dejar a un lado vergüenza y animarse a mostrarle a su padre la princesita que parecía ese día.

...

  Sin embargo, la niña, no había logrado captar un pequeño detalle. Algo que estaba al lado de ese vestido. Algo que también estaba arrugado, atrás de todo y hecho una bolita. Ese algo tenía una estrella, una estrella azul. Aunque, si fueras uno de esos que no llegaban a ser ni seres vivos (según los superiores), dirías que ya nisiquiera debería ser considerada una estrella, ya que ni tenían había perdido ese significado de esperanza que antes les brindaba.

Hecho por mi reina hermosa #nojoto:Umauwu
Mi reinita hermosa🌼💜

꧁•-Cortos rusger -•꧂ₚᵢᵣₐñᵢₜₐ y ᵣᵤₗᵢₜₒₛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora