PADRE CONFUNDIDO

140 10 0
                                    

"Espero que pronto nos reencontremos, y que por medio de cartas me sigas contando de como está mi hermano. No puedo esperar a verte."

Dejó escapar un suspiro de sus finos labios. Ya había logrado entender por completo su situación, he incluso logró no llorar ni sentir un revoltijo en su estómago si mencionaban a su padre o hermano menor.

Empezar a vivir con UK y Francia no fue fácil.
No es que fueran malos, aunque Francia sí le tuvo un especie de reproche leve al principio. De hecho, eran bastante cariñosos y divertidos, ya que era bastante cómico ver como una mujer tan coqueta y segura como lo es Francia molesta a el hombre más serio y sarcástico del mundo, si exeptúas a URSS.

Sin embargo, sería una obviedad decir que Alemania extrañaba a su padre.
  Desde que aprendió los horrores que este había hecho, sin ella siquiera haberlo sospechado, realmente le hacía sentir culpable.
  Le hacía sentir ingenua, tonta, estúpida..
Pero, igualmente no podía evitar extrañarlo.
Extrañaba lo bueno que era con ella, extrañaba cuando la hacía reír, extrañaba jugar con él y su perrita Blondi por horas, extrañaba discutir sobre los libros y pinturas que tenían en su cálida casa. Lo extrañaba. Por ese pensamiento, sus ojos se aguaron un poco.

Knock knock.

-Germany, you there girl?
(Alemania, estas ahí?)

-Oh! yes mister UK. I'm here. You can come in, if you want. You don't need to knock the door.-
(Oh! si señor UK. Estoy aquí. Puede pasar si lo desea, no necesita golpear la puerta).

Antes de que entrara, frotó sus ojos.

La puerta se abrió, dejando ver a un adulto con un pelo negro que portaba algunas canas.
Ahora mismo usaba pijama, ya que estaba en su casa. Tenía una pipa en su boca, ya desde temprano fumaba tabaco.
Se sentó en la cama de la niña, viéndo como esta giraba su silla para enfrentarlo cara-a-cara. Lo miró, dandole a entender que debía podía decir lo que sea que tuviera que decir.

-¿Qué haces eh?-Trató de ser amable

-Nada, nada. Solo escribía historias..- Realmente no quería que se entere que estuvo hablando con Rusia sin su permiso. No era que pensara que le haría algún tipo de daño, simplemente quería que fuera un secreto.

Era muy complicado hablar con la niña, era muy poco habladora y solía guardar en lo posible sus pensamientos.
Como vió que no se podía acercar de ninguna forma, decidió ir al tema.

-Ale, entiendo que es difícil.-Hizo una pausa, acomodó su garganta y habló con un tono más alto, buscando captar cada detalle de su reacción- Pero no puedes simplemente no bajar a desayunar. Nos ignoras, y no es justo.

-Sí como, señor. Pero hoy no tengo hambre-dijo con un tono quebrado, ése día no había logrado contener sus emociones. Maldijo para sí misma por aver estado pensado en su familia- l-la próxima iré. Porfavor no me grite...

El adulto siguió observandola, como un águila. Nisiquiera  Esto le había gritado.

No ayudó mirándola fijamente, solo hizo que le de un frío escalofrio. ¿Por qué lloraba cada vez que le retaba? él nunca le haría daño.
Lágrimas corrían por sus ventnas verdes que ahora estaban rojas,  inundándolas. Los cabellos negros de la niña se pegaron a su cara, y su cara se puso de un tono carmesí.

-¿Por qué lloras?-Dijo con un tono dulce, incluso sonriéndo, algo que no solía hacer.

-¿E-eh?

-Por. Qué. lloras.-Repitió, con el mismo tono de voz.

-¡No lo s-sé!

No entendía nada. No sabía por qué lloraba. ¿Era angustia? ¿Era vergüenza de su padre? ¡Éste hombre no era su padre! ¿Por qué se avergonzaría? Solo le dijo que le gustaría que bajara a desayunar.
Hace unos minutos había logrado procesar todo los cambios que estaban pasando. ¡Por fin había logrado no ser una bebé llorona cuando mencionaban a su padre! Bah, no era que había logrado dejar de derramar lágrimas. Eso era una mentira que se decía para no aceptar que lo único que terminaba por hacer era dejar salir todo cuando estaba completamente sola en su cuarto, protegida por las gruesas paredes que no le contarían nada a nadie.

Su "padre" dió un suspiro pesado. Eso la hizo sentir inútil.

-Tranquila, me iré. Puedes venir a comer, si quieres. Hice un té para tí, está esperando en la mesa.

Se levantó, cerró la blanca puerta y dejó a la joven sola.
Tal vez no había entendido por completo su situación. Tonta Alemania, nunca comprendes nada.

No tenía planeado ir, UK probablemente habría contado a todo el pueblo lo pasado, verdad? aunque, se lo merecía. Pero por otra parte se sentía mal, él trato de ayudarla, incluso le hizo té. ¿¡Por qué era tan mala persona!?

Quería dejar de ser insegura.

Corto hecho por: pirañita,Umauwu

꧁•-Cortos rusger -•꧂ₚᵢᵣₐñᵢₜₐ y ᵣᵤₗᵢₜₒₛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora