꧁•-Ｃｏｒｔｏｓ ｒｕｓｇｅr -•꧂ₚᵢᵣₐñᵢₜₐ y ᵣᵤₗᵢₜₒₛ

URSS

Estaba en el auto, un poco incómoda. Hacía un frío tremendo, y su padre la había vestido demaciado desabrigada. Tenía un vestido blanco, moderno para las niñas de esa época que le llegaba hasta las rodillas, como toda mujercita en esa era.
Su padre, (lo cual era bastante raro para su actitud usualmente) la había dejado elegir su peinado. Ella odiaba las trenzas que él le hacía usar, le parecian feas, le hacían sentir como una niña pequeña. Asique decidió usar el peinado de una actríz que a ella y a su padre adoraban. Ella era Marika Rökk, y era bastante hermosa.
  Volviendo al punto, básicamente se estaba lamentando por no haberle avisado que tenía frío cuando estaban saliendo de su mansión. Fue demaciado orgullosa, y ahora se quedaría así.

Tratando de olvidarse lo que pasaba, miraba como caía la nieve desde afuera de el vidrio.  No tenía idea donde estaban yendo, su padre simplemente le había avisado las pautas de comportamiento que debía tener y le dijo que no haga más preguntas. En el momento que pasó eso, ella bufó, lo cual aveces funcionaba para que su padre entendiese que quería mas explicaciones, pero esta vez no le había importado y salió de su lindo cuarto.

-Wir sind angekommen. Lass uns nach draußen gehen, Deutschland.
(Llegamos. Vamos, Alemania.)
-Ja, vater..
(Si, padre..)

El nazi salió, dejando sola a su hija que trataba de abrir la puerta del auto que este le había cerrado en la cara. Se
preguntaba por qué era que actuaba así, él nunca actuaba con ella de esa manera tan poco afectiva.
Abrió y salió desesperadamente, solo para encontrarse con el peor congelamiento en su vida. Medio corriendo, llegó hasta donde estaba su progenitor.

-P-papa .. es ist sehr kalt ..

Ni la miró. Tenía sus ojos clavados como navajas en la puerta que recientemente había tocado. Se notaba que mantenía una postura recta para impresionar, aunque miraba un poco para arriba cuando realmente no había nadie todavía. ¿Qué le pasaba?

Se abrió la puerta.

-Ах, привет! pasen, deben tener frío-El hombre posó sus amarillos ojos en la carita de porcelana de Alemania. Eso le dió un raro escalofrío. Ése hombre tenía una bandera de símbolo que en algún lado había visto- Pasa, принцесса, debes tener frío. Puedes ir a jugar con los niños..

La niña siguió a su padre tranquilamente, recordando las pautas que le había dicho: No acercarse mucho a los rusos. No romper, ni ser de mala educación. Ser lo más femenina posible, podría hacer que le caiga bien a...

¿A quién? espera, no recordaba esa parte

-Y bueno, supongo que los postes como tú no necesitan que la maldita repisa este baja, ¿o no, poste con patas?

-Habla el enano que parece que nisiquiera tiene patas..

Los dos empezaron a reírse, hasta que llegaron a un gran salón donde había  unos 15 niños, de diferentes edades. Solo habían 2 niñas, todos los demás eran varones. Aunque lo que tenían en común eran sus banderas.. todas tenían un símbolo raro.

-Third, estos son... mis hijos. Estuvieron.. umm esperándote-con ansias.-En eso último, tartamudeó un poco y lo dijo con un poco de furia.

Los jóvenes no parecían estar muy bien ordenados cuando llegó, y uno estaba tratando de agarrar algo de comida de la mesa..

-Si te parece, podemos ya dar inicio a esta cena, ¿no, URSS?

Escritora de esta parte:Umauwu