❥ 𝘔𝘦𝘭𝘪𝘧𝘭𝘶𝘰 ❚ kevedd [✓] ⌗𝟬𝟭

chapter twenty four ;

"Ahora que confesé la verdad..."

ㅡ No, así suena extraño...

"Ahora que he dicho lo que siento..."

ㅡ Ugh, no es un sentimiento; es algo que soy ㅡrascó los cabellos de su sien ㅡ Ah, ¡lo tengo!

"Ahora que he aclarado todo entre mi corazón y mi
  cabeza, y ahora que mis amigos saben lo que siento;
  podré marcharme pronto a las olimpiadas, y no
  preocuparme de que mi plan sobre contarles a mis
  amigos lo que soy se extienda hasta Dios sabrá
  cuanto tiempo más... Estoy feliz, ya no debo
  esconderme de las personas a las que amo por temor
  a que descubran que soy diferente a lo que ellos piensan..."

Una sonrisa escapó de sus labios, mientras sus ojos se llenaban de una suave laguna que pronto dejaría caer sus pequeñas y saladas cascadas hasta la punta de su barbilla; sintiéndose libre.

No quería escribir en su diario algo cómo "ayer salí del clóset", o "les dije a mis amigos que soy gay y lo aceptaron", no; él quería algo más personal, algo simple, algo que sea completamente Eddward.

Ayer, por la mañana, luego de almorzar, caminó con sus amigos por diferentes lugares. Fueron a un pequeño centro comercial a treinta minutos de su barrio, a pequeñas tiendas cerca del Parque Central de Peach Creek ㅡun nombre un tanto largo y específico, pero el alcalde de la ciudad estuvo de acuerdo a llamarlo asíㅡ aunque, actualmente, su nombre era "Parque Central, General Alexander Hamilton", todos lo conocían cómo Parque Central.

Siquiera decían "de Peach Creek" luego de decir el nombre, así que varios lo llamaban cómo querían.

En las pequeñas tiendas que había a las afueras del parque, encontró millones de cosas que sabía le servirían en un futuro; por ejemplo, había conseguido un caleidoescopio pequeño, de colores arcoíris que Ed eligió para él, y el diario en el que ahora escribía, que fue un regalo de Eddy.

Bueno, no era un diario... Era un libro de bitácoras, no tenía cuadraditos ni ligeras líneas, sólo eran hojas en blanco, sin remarque ni nada extra.

La primera cosa que hizo cuando lo recibió, fue dibujar un árbol en la primera hoja. Un árbol de hojas verdes que se esparcían hasta el principio, debajo de éste árbol yacía él, sentado con un libro en sus manos y Eddy a su lado hablando sobre nuevas ideas para estafas. En la rama del árbol cercana al suelo, estaba Ed dando vueltas.

Escribió sobre su día y sobre su confesión. Cómo estaba estudiando un poco de arte, logró dibujar a sus dos amigos en la hoja, y una gorra que inconscientemente pintó de rojo. Habló sobre Kevin, y sobre Nathan; sobre la charla que tuvo con Kevin sobre sus padres y los propios; sobre cómo lo había pasado bien junto al pelirrojo...

Y ahora ambos se irían al pueblo contíguo de Peach Creek.

Les dejó folletos a sus amigos sobre las estafas que habían preparado si Edd no hubiera asistido a las olimpiadas, le dejó notas a sus padres por si éstos volvían, y cerró todas las puertas importantes bajo llave.

ㅡ ¡Vamos, Doble D, le pedimos el auto prestado a mi mamá! ㅡgritó Ed, mientras sacaba la cabeza por la ventana del auto trasero.

ㅡ ¡Cállate, Ed; ¿no ves que son las seis de la madrugada y la gente duerme?! ㅡgritó Eddy.

ㅡ Dejen de gritar, ambos ㅡdijo Doble D, entrando al auto tan delicadamente, que los otros dos soltaron un bufido.

ㅡ Oye, si ibas a ser tan niñita después de confesártenos, te hubiera golpeado ㅡEddy rodó los ojos, mientras el de gorro y el tontorrón de atrás se aguantaban la risa.

「 • • • 」

ㅡ Gracias por traerme hasta la escuela temprano hoy, amigos ㅡdijo, con un par de lágrimas en sus ojosㅡ Lamento no poder pasar los inicios del verano con ustedes.

ㅡ ¡No llores, Doble D!

ㅡ Si, hermano, no te pongas sentimental ㅡEddy palmeó su hombroㅡ Volverás con un increíble y enorme trofeo a casa, ¿qué más podría ser mejor que éso?

ㅡ Tienes razón ㅡrió leve, bajándose del auto, junto a ellos.

Mientras más se acercaban a dónde la multitud se encontraba, más podían oír lo que estaba sucediendo, hasta que el entrenador ㅡque daba clases de gimnasia y era el coach de basquet y fútbol americanoㅡ tomó un megáfono y aclararon sus dudas.

ㅡ ¡Porristas, chicos y chicas de gimnasia, al autobús uno!, ¡chicos de ajedrez e informática al autobús dos!, ¡miembros de fútbol americano y olimpiadas de matemáticas, al autobús tres!, ¡basquet y ciencias, autobús cuatro! ㅡgritó, se tomó un tiempo y luego dijo ㅡ Asegúrense de que todas sus pertenencias estén a su nombre, busquen a su profesor correspondiente en las puertas de los autobúses. Suerte, a todos los estudiantes...

Quería haber oído mal, pero lo bufidos de Eddy le confirmaban la verdad; iría con Kevin el resto de todos los viajes posibles.

Tenía miedo que su novia se enojase con él por "robárselo un tiempo", y poco sabía que Kevin y Nazz ya no eran nada.