P.H.

295 29 7
                                    

❗ADVERTENCIA DE CONTENIDO❗

Este capítulo incluye descripciones leves de violencia y ataque sexual, leer bajo su propia responsabilidad.

Aquella tarde en la que visité a Peter Hale, no imaginé que terminaria deseando no haberlo hecho jamás. Yo ya había escuchado los rumores de su enamoramiento, o supuesto enamoramiento fugaz por mí, pero quise pensar que no eran más que simples chismes.

La razón del porqué fui a visitarte será revelada más adelante, empecemos por ti. Siempre supiste el asunto de la foto mía que filtró Lydia, sabías que me había quedado solo y era vulnerable, lo que resultaba perfecto para ti.

Bastó un simple mensaje tuyo pidiendo que nos viéramos para que yo saliera corriendo hasta donde tú estabas. Lo único que yo quería era que alguien me ofreciera su hombro para llorar y me ayudara a comprender lo que estaba pasando, y tú lo sabias, pero eso fue lo último que hiciste.

Caminé por las calles mientras oscurecía, veía a las personas pasar por mi lado sin prestarme atención, como si yo no existiera. Digo, no es como que debieran saludarme, pero en serio me había sentido ignorado.

Mis pasos me llevaron hasta el apartamento que estabas habitando en ese momento, un lugar lindo, bien decorado y bastante agradable. En resumen; un lugar demasiado bueno para alguien como tú.

Toqué la puerta y solo pasaron un par de segundos antes de que escuchara tus pasos acercarse hasta la puerta, antes de escuchar el sonido chirriante de ésta siendo abierta, dejándote ver con una agradable sonrisa.

—¡Hola, Stiles! —saludaste— Pasa, por favor.

Te hiciste a un lado y me dejaste pasar, entré de manera inocente, pensando que querías hablar conmigo acerca de mi situación con Derek. Me senté en el cómodo sofá de tu sala de estar y miré como te sentabas a mi lado, mirándome de manera tranquila, invitándome a hablar.

Sin que pudiera evitarlo, comencé a soltar todo aquello que necesitaba salir, porque, aunque no lo creas, necesitaba que alguien me escuchara, que alguien confiara en mí y no me juzgara por los rumores que habían comenzado a correr sobre mí.

Me ofreciste un trago y yo acepté, sólo porque necesitaba valor para seguir con mi discurso. Comenzaste a beber conmigo y el ambiente se hizo menos tenso, incluso comenzamos a reírnos de mi miseria, era lo que quedaba por hacer.

Seguimos platicando por un rato más hasta que empezaste a acercarte a mí de manera presuntuosa, y supe que debía alejarme de ti, salir corriendo y no regresar, pero no lo hice, me quedé sentado en ese sofá contigo a un lado de mí, empezando a tocar lo que se te atravesaba.

Quise forcejear contigo, pero estaba ebrio, y tú eras más fuerte que yo. Peleando contra tus intrusas manos, terminé cayendo al piso, y traté de arrastrarme hasta un lugar aparte de ti, pero no lo logré porque más pronto que tarde te subiste encima de mí y comenzaste a desabotonar tu pantalón.

Comencé a llorar y te rogué para que me dejaras ir, me sentía inseguro y demasiado sucio, pero lo único que hiciste fue carcajear y decir que todo estaba bien, que nos estábamos divirtiendo. Bajaste mi pantalón y me penetraste sin siquiera haber hecho algo para prepararme, por lo que el dolor me hizo gritar, gritos de súplica para que detuvieras tu actividad y me dejaras ir, gritos que acallaste con una de tus manos y seguiste embistiéndome a medida que mis sueños y esperanzas se iban junto con las lágrimas que seguí derramando.

Cuando terminaste, te quitaste de encima mío y te incorporarse, dejándome a mí en el frío suelo, reflexionando lo que acababa de pasar, pero no lo entendí. Yo no lo provoqué, no lo pedí, lo único que hice mal fue confiar en ti e ir a verte de manera inocente pensando que querías ayudarme, pero lo único que querías era aprovecharte de lo vulnerable y herido que estaba.

Un rato más después, me puse de pie, acomodé mi ropa y salí de aquel lugar caminando con notable dificultad, con mis ojos ardiendo y con mi corazón totalmente herido. Caminé, caminé, caminé y me desvié del camino a casa, llegando hasta un puente en el que me senté en el borde de este, y comencé a llorar de manera desconsolada.

Había confiado en ti pensando que querías ayudarme, y lo único que hiciste fue destruir más mis posibilidades de poder reconstruirme, reinventarme y seguir con mi vida. Y me duele eso, Peter, porque haga lo que haga, no puedo dejar de escuchar tu voz diciendo aquellas palabras: «descuida, cariño, sólo nos estamos divirtiendo», no puedo dejar de sentir tus manos sobre mi cuerpo, sobre mi boca, sujetándome, tu miembro abriéndose paso a la fuerza en mi interior y esa mirada que me lanzaste cuando estabas totalmente perdido y no eras dueño de tus acciones.

No pasa nada, Peter, después de todo, tú me diste el empujón que necesitaba para hacer lo que debía hacer, y no te odio, porque el odio es una palabra demasiado fuerte para alguien que ha sufrido lo suficiente en sus 19 años de vida. Siento demasiada lástima por ti, Peter, porque la única forma en la que conseguiste acostarte conmigo fue abusando de mí, y eso significa que sabes lo repulsivo que eres, y sabes que ahora me repugnas más que nunca, no sabes cuánto desearía que alguien te hiciera lo mismo que tú me hiciste a mí.

Pero como dije, no te odio.

Stiles.x

x

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PIGGYBACK | TEEN WOLF | +21 | TERMINADA [✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora