𝕮apítulo V.

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𝑬𝑹𝑨 𝑪𝑶𝑴𝑶 𝑼𝑵𝑨 𝑭𝑨́𝑩𝑹𝑰𝑪𝑨 𝑫𝑬 𝑩𝑼𝑹𝑩𝑼𝑱𝑨𝑺.
𝑺𝑯𝑰𝑲𝑨𝑴𝑨𝑹𝑼 𝒀 𝑺𝑨𝑰 𝑰𝑵𝑽𝑬𝑺𝑻𝑰𝑮𝑨𝑩𝑨𝑵 𝑳𝑨 𝑬𝑿𝑻𝑹𝑨𝑵̃𝑬𝒁𝑨 𝑫𝑬 𝑳𝑨 𝑺𝑼𝑷𝑬𝑹𝑭𝑰𝑪𝑰𝑬 𝑫𝑬𝑳 𝑴𝑨𝑵𝑨𝑵𝑻𝑰𝑨𝑳. Sakura en cambio miraba el agua aún esperando que Naruto y Hinata aparecieran. Se habían tardado demasiado. Pensó en ir a ver, cuando de pronto Hinata salió mirando a sus compañeros. Parecía desconcertada por algo.

—Sasuke. Sasuke y Naruto. —habló. Todos la miraron confundidos, listos para preguntarle qué sucedía.

Pero de pronto el piso comenzó a temblar, Shikamaru había logrado encontrar al portero, el cual era un cangrejo gigante. Dueño de hacer las burbujas que habían en la superficie de la laguna.


Toneri miraba con tranquilidad a Naruto, casi como si por primera vez después de tanto tiempo pudiera deslumbrar al hombre. El rubio no sabía qué decirle, jamás se encontró con alguien que le dijera que tenían que casarse, mucho menos si se trataba de un hombre. Estaba listo para enfrentarlo, cuando el movimiento de una capa algo vieja y antigua tapo su visión por unos segundos.
Tampoco espero eso, no en ese momento, como la postura recta de otro hombre lo cubría a él de cualquier intento que tuviera Toneri.

—¿Sasuke? —preguntó sin poder creerlo.

—No te acerques a Naruto. —amenazó el nombrado, sin dar tiempo para alguna explicación. Dejando al rubio en su confusión.

Naruto bajó un poco su puño, pero lo mantuvo algo apretado a su costado, Sasuke dio un paso adelante. Toneri lo miró sin importancia.

—¿Tú de nuevo? — preguntó con molestia. Naruto no entendió aquello, estaba seguro de que Sasuke no estuvo en el ataque de Konoha. Porque estaba en su viaje. —Estás en mí camino, muévete.

Sasuke y Toneri se miraron fijamente.

Mientras que el equipo de rescate, peleaba con todo, contra el cangrejo gigante, por órdenes de Shikamaru lo mejor era no destruir las burbujas o serían nuevamente encerrados en el Genjutsu. El joven estratega estaba buscando lo mejor para ganar y no dañar a los suyos.
Los kunais era inútiles, tanto como las bestias de Sai. O eso parecía.
El pintor diseño de forma rápida nuevos dibujos, más altos y grandes para que pudieran hacer retroceder al cangrejo. Funcionó. Shikamaru aprovechó la caída de monstruo para hacer su técnica, Atadura de Sombras. Una vez lo tuvo bien inmovilizado Sakura solo tuvo que dar su súper golpe.

Naruto veía con desesperó como Sasuke y Toneri peleaban, parecía ser un gran alivió que solo estuvieran usando sus puños y piernas para lanzar golpes.
No basto demasiado para que Sasuke golpeará el rostro de Toneri, donde de manera sorpresiva todo los huesos del hombre parecieron sonar, rompiendo casi como si se tratara de una máscara, la cara de Toneri.
El rubio llegó al lado de Sasuke mirando como el pálido hombre se levantaba,  como si no tuviera articulaciones, encorvado.

—¿Eres una marioneta? —preguntó Naruto, viendo cómo Toneri caminaba dando zancadas con gran dificultad.

—Este no es mí cuerpo. —respondió, con la voz aún neutra. — Naruto, mí próximo yo, vendrá por ti la próxima vez. —miró al nombrado con una sonrisa un poco más ligera que la anterior. Su rostro estaba roto, como si de un muñeco de porcelana se tratara.— Mí querida esposa.

Sasuke no resistió el impulso de darle un último puñetazo. Pero el cuerpo inerte de la simple marioneta cayó al piso, donde la voz de Toneri se burlaba de Sasuke. Porque nunca, nunca podría golpearlo realmente.

𝑻𝒉𝒆 𝑳𝒂𝒔𝒕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora