𝑻𝒉𝒆 𝑳𝒂𝒔𝒕

𝕮apítulo IV.

—𝑳𝑨 𝑻𝑰𝑬𝑹𝑹𝑨...𝑷𝑹𝑶𝑵𝑻𝑶 𝑺𝑬𝑹𝑨́ 𝑫𝑬𝑺𝑻𝑹𝑼𝑰𝑫𝑨. —𝑺𝑼𝑺𝑼𝑹𝑹𝑶́ 𝑻𝑶𝑵𝑬𝑹𝑰, 𝑬𝑵 𝑴𝑬𝑫𝑰𝑶 𝑫𝑬 𝑼𝑵 𝑪𝑨𝑴𝑷𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑷𝑨𝑹𝑬𝑪𝑰́𝑨 𝑺𝑬𝑹 𝑬𝑺𝑷𝑰𝑹𝑰𝑻𝑼𝑨𝑳. 𝑨𝑩𝑹𝑰𝑶́ 𝑺𝑼𝑺 𝑶𝑱𝑶𝑺 𝑫𝑬𝑺𝑷𝑼𝑬́𝑺 𝑫𝑬 𝑻𝑨𝑵𝑻𝑶 𝑻𝑰𝑬𝑴𝑷𝑶, 𝑫𝑶𝑵𝑫𝑬 𝑼𝑵𝑨𝑺 𝑪𝑼𝑬𝑵𝑪𝑨𝑺 𝑵𝑬𝑮𝑹𝑨𝑺 𝑭𝑼𝑬𝑹𝑶𝑵 𝑳𝑶 𝑼́𝑵𝑰𝑪𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑯𝑨𝑩𝑰́𝑨.

En la oficina del Hokage se encontraban algunos de los mejores ninjas de Konoha.

—Su misión es rescatar a Hanabi Hyuga quien ha sido secuestrada. Hinata, Naruto, Shikamaru, Sakura y Sai asintieron hacia Kakashi. — Trabajarán como un equipo de 4 liderados por Shikamaru. También estoy concediendo el deseo de Hinata, de ser incluida en el equipo.

—Muchas gracias. —expresó Hinata, con una postura firme, esperaba por todos los medios poder encontrar a su hermana y protegerla por siempre.

—Shikamaru, levanta tu mano. —ordenó Kakashi. Shikamaru lo miró extrañado sin entender el asunto.  La mujer que sostenía una libreta, justo al lado del Hokage, llevo una de sus manos  al frente de su rostro, haciendo alguna especie de Jutsu.

La palma de la mano, que Shikamaru levantó comenzó a diseñar lo que parecía ser un patrón circular, de color amarillo.

—¿Qué es esto?

—Es un reloj secreto. —dijo Kakashi, totalmente serio. — Que solo los cinco Kages poseen. —mostró su mano izquierda descubierta, donde tenía el mismo reloj diseñado. Parecía casi un diagrama. —Este reloj cuenta el tiempo antes de la destrucción de la Tierra.

—No lo entiendo, ¿Por qué es necesario para el rescate de Hanabi? —preguntó Shikamaru, a quien nada podía escaparsele.

—Toneri, el que secuestro a Hanabi. Podría ser él, quien manipula la Luna.

—¿En qué se basa? —preguntó Sai.

—Es una corazonada. —admitió Kakashi.

Una vez salieron de Konoha, Sai hizo múltiples bestias voladoras para cada uno. Mostrando el campo de nieve donde había caído, perdiendo a Hanabi y a su secuestrador. Shikamaru acordó que se separarán y buscarán pistas. Extrañamente pidió a Sai cuidar de Naruto.
Sai miraba cada punto que pareciera sospechoso, Naruto también, en completo silencio manteniéndose lejano a su espalda. Ya que ambos compartían ahora la misma bestia voladora.

—¿Qué pasa Naruto, por qué estás en silencio? —preguntó Sai.

—¿He? Nada.

Cuando el equipo volvió a reunirse, Hinata traía consigo la noticia de haber encontrado un kunai de su hermana. Había algo de melancólica en su voz. Debía serlo, no sabía cómo estaría su hermana y el sentimiento era catastrófico.

—¿Qué ves Hinata? —preguntó Shikamaru, observando el Byakugan activado, una vez se alzaron en vuelo.

—Hay una laguna que brilla en el fondo de la cueva.

Al ingresar a la cueva, caminaron hacia la laguna que Hinata podía ver. Cuando llegaron una gran letra shinobi se encontraba tallada en una de las paredes rocasas. Era una “A” la cual podría significar “este es el principio”. Hinata parecía estar intentando ver qué había al fondo de la laguna, aquello que estaría produciendo algún brillo. Pero su visión parecía distorsionada, no, en realidad era su Byakugan el que estaba distorsionado.