Familia: grupo de personas emparentadas entre sí, viven juntas bajo la autoridad de una de ellas.
Familia: personas que se protegen entre sí, de la misma sangre.
"Familia"
Eso era lo que quería él, pero yo no quería eso. Quería ser más que eso, otra cosa, otro tipo de familia; ser la mamá y tal vez que él sea el papá. Ese era el tipo de familia que quería formar, pero lamentablemente, eso no estaba en sus planes... ¿Qué cómo lo conocí? Bueno, regresemos el tiempo hace unos cuantos años atrás. Oh, sí, lo siento, qué mala educación de mi parte, mi nombre es ____________ y esta es mi historia.
Vivía con mi madre y mis tías. Mi padre nos abandonó a mi madre y a mí cuando yo apenas tenía memoria, apenas logro recordar su cara. Un tiempo después mi mamá y yo nos mudamos con mis tías; éramos 5 personas en total. No sufría tanto por la falta de mi padre, mi madre y mi tía se encargaban de eso.
No éramos de la clase alta, pero tampoco de la baja, éramos de una clase promedio, pero eso no era lo que me importaba, era feliz con mi vida, la princesa de mis tías era yo, lo más importante para mi mamá. Tenía una vida alegre y eso era lo único que me interesaba.
Vivíamos en una hermosa cabaña la cual estaba ubicada en el bosque, cerca de ahí se encontraba un pequeño pueblo, todos nos conocían y eran muy agradables. La mayoría de las tardes me dirigía hacia allá y pasaba horas jugando con mis amigos. Las señoras eran muy amables, me daban comida algunas veces y en otras me quedaba a dormir, claro que con el permiso de mi madre y mis tías.
Como dije anteriormente, era feliz, pero no todo en la vida es de color de rosa; desde ese día todo cambio.
A pesar de mis 7 años, ya pensaba con una edad mayor. Mi madre me crió de una forma muy madura y gracias a eso sé cuidarme muy bien en el lugar donde vivo.
Me dirigía hacia el pueblo, hoy había quedado en jugar con mi mejor amiga.
—¡___________-chan! —me llamaba mientras me veía entrar a la villa.
—Mina-chan! —dije mientras corría hacia ella, nos abrazamos en modo de saludo y luego nos dirigimos a su casa para iniciar con nuestra diversión.
Duramos mucho tiempo jugando, tanto que perdimos la noción del tiempo, ya había anochecido ¡y yo no he regresado a casa todavía, oh, no, esto es un problema! Mi madre sabe que puedo defenderme por mí misma y tal vez no se preocupe tanto, pero ya es tarde y debo regresar. Me despedí de Mina y luego me dirigí hacia la cocina para despedirme de sus padres.
—Oh, ¿ya te vas? —dijo su madre con una expresión de amabilidad y sorpresa.
—Pero ya es muy tarde y puede ser peligroso —continuó su padre alzando su vista hacia mí mostrando su rostro serio, pero con preocupación.
—No se preocupe, me sé defender muy bien, y además le prometo a mi mamá que la ayudaría a hacer la cena.
—Déjame acompañarte hasta tu casa —dijo la señora, su mirada resaltaba amabilidad. Demasiada amabilidad.
—Muchas gracias, pero no quisiera molestarla, estaré bien. —La mamá de Mina era muy amable, sin duda era una gran señora.
—No es ninguna molestia, me preocuparía mucho si te pasara algo. Por lo menos déjame acompañarte hasta el final de la villa —dijo de una manera un poco suplicante ¡Dios esta señora es increíblemente amable! No pude decirle que no, así que tuve que aceptar.
Cinco minutos después ya nos encontrábamos al final del pueblo. Me despedí y le agradecí a la señora por todo, luego caminé rumbo a mi casa que se encontraba a unos 50 metros y rodeando una colina; cuando la escalaba me sentía grande al ver el pueblo pequeño, se sentía increíble.
Cuando llegué a mi casa mis ojos se encontraron con una imagen desgarradora, mi cuerpo estaba petrificado del horror: una de mis tías, estaba pasmada en el suelo alrededor de un gran charco de sangre, con sus ojos abiertos sin vida.
No sabía cómo reaccionar, mi cuerpo no respondía, mis manos sudaban y mi respiración estaba agitada, eso había sido lo más horrible que había visto en mi vida. Un grito de dolor hizo que me saliera de mi trance, provenía dentro de mi casa y como si mi cuerpo respondiera por sí solo, se dirigió a paso apresurado hasta llegar a la entrada. Enserio prefería haberme quedado allá quieta e inmóvil, porque lo que yo visualice ahí dentro, era mucho peor que lo que me había encontrado al llegar.
Un hombre... Un hombre, ¡Un hombre estaba devorando a mi madre!
Jamás habría olvidado su cara, portaba una mancha roja con negro en el centro de su caballera gris. Su piel y su cara eran pálidas, tenía unos ojos particulares: no tenía pupila, en su lugar tenía kanjis grabados; sus iris eran de un color hermoso. En ese momento él tenía una sonrisa amplia y cada vez que abría su boca para poder arrancarle un pedazo de carne al cuerpo de mi madre se podían divisar unos colmillos.
«¿Será un vampiro?». Me hacía esa pregunta mientras mi cara mostraba horror por esa escena.
No, no era un vampiro, un vampiro no podría llegar a ser tan colorido, entonces ¿qué sería eso?
«Un demonio devora hombres».
«¡¿Un demonio?!, ¿dónde escuché eso?».
Cierto, ya recuerdo. Una vez que fui a visitar a Mina, unos señores estaban hablando de eso cerca de la entrada, el más mayor del grupo, un señor de unos 65 años, decía que habían matado a unos integrantes de la familia Takagi:
»—El padre y la hija murieron esa misma noche en su casa, la madre estaba haciendo unas compras para el cumpleaños de su hija que era el día siguiente, a la señora se le había hecho tarde y cuando regresó a su casa se encontró con el cuerpo de su esposo e hija tirados en el suelo. El padre se encontraba abrazando a su hija boca abajo, la protegía del demonio, pero no pudo hacer mucho contra esa bestia; lo que más resaltaba en la casa, era la sangre derramada por aquella gente.
»La señora Takagi gritó tan fuerte que alertó a todo el vecindario, cuando llegamos no podíamos hacer más nada, solamente consolar a la señora. Al día siguiente enterramos los cuerpos; dos días después la señora se marchó del pueblo y no se supo más de ella —terminó de decir el señor.
»—Esas cosas son superiores que nosotros, pueden regenerar sus partes cortadas o heridas, también tienen una agilidad y habilidad mayores que las nuestras. Lo peor es que salen de noche y se alimentan de carne humana —dijo el segundo que al parecer casi le llega la edad al mayor.
»—Pero por suerte tenemos a los cazadores que los asesinan por nosotros, espero que uno ya se haya encargado del demonio que asesinó a los Takagi, y la verdad no tengo idea de cómo evitarlos, pero agradezco que hayan personas que tengan la habilidad y la valentía para aniquilarlos —finalizó el tercero que se veía de la misma edad que el segundo.
Recordé que se me hacía tarde para ver a Mina, así que me encaminé de nuevo hacia su casa ignorando la conversación de esos señores, pues creí que la habían inventado por una razón tonta. Pero ahora ya no creo que ese cuento sea mentira. Un grito de dolor me sacó de mis pensamientos.
—¡Mamá! —El grito provenía de ella y eso era lo único que podía salir de mi garganta, sentía cómo mis lágrimas recorrían mis pómulos, siguiendo por mis mejillas hasta terminar en mi barbilla y finalmente caer al suelo, una y otra vez. Arrodillada al lado del marco de la puerta, mientras aquel monstruo levantaba su mirada para fijarla sobre mí.
—Oh, hola ¿cómo estás?, ¿tú vives aquí con ella? —me dijo el muy desalmado con una sonrisa inocente en su rostro; su boca y sus manos estaban cubiertas de la sangre de mi familia.
—¿Por qué las asesinaste? —pregunté histérica y enojada, ya comenzaba a tener el control de mi cuerpo.
—Bueno, tenía que alimentarme y además las mujeres son más nutritivas que los hombres. La fertilidad de ellas hace que sean muy deliciosas, pero si te preocupan tanto no te alteres, ellas vivirán en la eternidad junto a mí. Ellas estarán muy felices en el paraíso —dijo aquel monstruo con una tranquilidad y una sonrisa que mostraba calma, pero eso no era lo que me transmitía. Lo único que emanaba de mi cuerpo ya no era miedo sino una fuerte ira que sentía en ese momento.
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Hilos De Amor {RuixLectora}
FanfictionFue un acontecimiento inusual como lo conocí. "Serendipia" así lo podría llamar ya que fue un suceso inesperado y accidental el cual descubrí algo que no estaba buscando Y al pasar el tiempo esa Serendipia causo estragos en mi interior haciendo que...