[...] dijo aquel monstruo con una tranquilidad y una sonrisa que mostraba calma, pero eso no era lo que me transmitía. Lo único que emanaba de mi cuerpo ya no era miedo sino una fuerte ira que sentía en ese momento.
—¡Aghhhh! ¡Asesino! —grité mientras tomaba el control de mi cuerpo y corriendo me dirigí hacia él. Había destruido todo lo que amaba; mató a mi familia, mi corazón y mi alma entera.
Quería descargar toda mi rabia, pero no fue la mejor opción. Con la ira cegándome, salté hacia aquel hombre. Me miró con una sonrisa y luego, como si fuera por arte de magia, desapareció de mi camino, y en vez de poder atacarlo, choqué contra el comedor.
El demonio aprovechó mi distracción y se abalanzó contra mí, haciéndome impactar contra el suelo, quedando él arriba de mí, inmovilizándome.
—¿Por qué? —pregunté al borde de las lágrimas. Me miró desconcertado y luego cambió su expresión, como si hubiera entendido la pregunta, luego sonrió y me respondió:
—Ya te dije, necesitaba recargar mis fuerzas y tu casa estaba muy cerca de mi recorrido. Pero como te dije antes, no tienes que llorar más por ellas, ahora vivirán en la eternidad junto a mí, pero si no quieres pasar por el mismo destino que ellas está bien, te daré la opción dos, porque de todos modos la iba a utilizar. Desde que te atreviste a atacarme te vi un gran potencial, creo que llegarías a ser un gran demonio. —¿Escuché bien?, ¿dijo que me iba a convertir en lo que él era? No puede ser—. Te daré mi sangre y si eres aceptada por aquel hombre, entonces felicidades, ya serás uno de nosotros.
—Ni pienses que te dejare convertirme en una homicida como tu —dije muy segura de mí misma.
—Me gusta la seguridad que tienes —dijo manteniendo su sonrisa—, y además no creo que puedas evitarlo, porque yo soy quien te tiene inmovilizada. —La última frase la musitó muy divertido—. Bien, primera integrante, ¿cómo deseas que te transforme?, ¿prefieres beber mi sangre o quieres que la inserte en una herida que tengas?
—¡Nunca! —grité—. No te dejaré convertirme en un demonio y jamás beberé tu asquerosa sangre —hablé con todo el rencor que podía. Aquel demonio se sorprendió de lo que dije, después calmó su expresión y habló:
—Bueno, creí que serías más razonable, esto no me deja más opción que la número dos. —Con sus manos sacó un abanico de un hermoso color oro muy filoso. En un rápido movimiento casi invisible al ojo humano, movió su brazo en forma diagonal, segundos después sentí un dolor insoportable. Grité con todas mis fuerzas a causa de la cortada, había una gran grieta que comenzaba desde mi costilla derecha hasta mi pulmón izquierdo, me costaba respirar—. Sé que te duele, pero no me dejaste otra opción, así que terminaré con esto rápido para que ya no sufras.
Con el mismo abanico que usó para herirme lo utilizó para cortar su muñeca, de esta emanaba una gran cantidad de sangre y la esparció por toda mi herida, ahora se me hacía más imposible moverme.
No sentía nada en mi cuerpo además del dolor que tenía, de nuevo perdía el control de mi cuerpo. Rugía como bestia mientras con una fuerza, que no sé de dónde saldría, me movía como si estuviera descontrolada; sentí como mi cara, mis ojos, mi boca, mis manos y todo mi cuerpo cambiaba.
Me había transformado.
Con mis manos le rasgue los muslos a aquel hombre para que pudiera liberar mis piernas y patearlo para quitármelo de encima. Me arrodillé con mis palmas en el suelo mientras respiraba por la boca entrecortadamente, me sentía muy cansada y tenía hambre. Mis ojos se posaron en mis manos, unas uñas filosas adornaban mis dedos, jadeaba del cansancio.
—Oh, vaya, sí te aceptó —dijo muy contento—, pero te ves muy exhausta, tienes que comer. —Con su mirada apuntó a un rincón de la sala, dirigí la mía hacia ahí también; me di cuenta de que lo que estaba apuntando era a mi tía, no la había notado cuando llegué.
Se encontraba acostada y se apoyaba con su brazo mientras que con su otra mano se tocaba su cabeza como si le doliera, en su sien se hallaba una mancha de sangre y un camino de rastro de esta viajaba por su mejilla hasta pasar por la comisura de sus labios y finalizar por la barbilla. En el suelo se hallaban unas gotas de ese líquido que habían caído a causa de su herida y en sus pantorrillas había una enorme cortada. Ella estaba intentando levantarse, pero el dolor se lo prohibía.
Ante esa escena se me hacía agua la boca, sentí como mis tripas reclamaban comida. Mis ojos solamente veían la sangre que tenía mi tía; no podía creer lo que mis instintos decían que hiciera. A ella no, por favor, es la única familia que me queda, lo único que tengo, les suplico que no.
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De pronto, todo se volvió negro. Cuando la luz regresó a mis ojos, lo primero que vi fueron mis manos llenas de sangre, mi boca la sentía mojada y luego, ahí estaba mi tía, sin vida en el frío suelo.
—¡No! ¡¿Qué hice?! —grité desesperada con mis manos en la cabeza, apretandola. De mis ojos salían lágrimas sin control, temblaba de desesperación. No podía creer lo que hice: había matado a mi tía, lo único que me quedaba. En su cuerpo le faltaban grandes pedazos de carne y había más sangre esparcida que antes—. ¡No tía, discúlpame, tía, por favor, lo lamento, no te vayas! ¡No me dejes! ¡Ahhh! —grité mientras lloraba sobre su cuerpo.
—Oh, por favor, no llores, es normal comer la primera carne que se te presente cuando te transformas en demonio —mencionó con tristeza fingida mientras ocultaba su cara detrás de su abanico.
—Todo esto es tu culpa —susurré.
—¿Qué?
—¡Que todo esto es tu culpa, si no me hubieras convertido en un monstruo como tu yo nunca hubiera devorado a mi tía! —le retaba con la mirada, unas lágrimas amargas salían de mis ojos y mis brazos abrazaban el cuerpo inerte de mi tía.
—Pero no te enojes, si te elegí para ser uno de nosotros es porque vi mucho potencial en ti, ya te lo dije. Enserio lamento mucho lo de tu familia, pero es algo natural y no se puede evitar, no te preocupes, ya lo superarás, pero por ahora deberías de huir ya que si vienen cazadores serás una presa muy fácil de derrotar. —Dicho eso, de un parpadeo el sujeto desapareció. Me quedé varios minutos mirando hacia la nada, donde antes se encontraba aquel hombre.
Dirigí mi vista hacia mis brazos ya que los sentía pesados, al ver qué era, me encontré con una señora muerta. «¿Quién es?», esa pregunta se formulaba en mi cabeza. Dejé aquel cuerpo sin vida sobre el suelo y me levanté para irme antes de que llegue alguien, en especial aquellos cazadores que menciono aquel demonio.
Mientras caminaba visualice más cuerpos sin vida y me di cuenta de que me encontraba en una cabaña. «¿Qué hago aquí?», esa era otra pregunta que me hacía, no recuerdo nada desde poco antes que se fuera ese sujeto.
Sin tomarle mucha importancia al asunto, decidí irme de ese lugar, pero tenía muchas dudas sobre mi ausencia de información hacia lo que había pasado ahí. Mientras pensaba sobre el tema, corría hasta poder encontrar un refugio donde poder esconderme de los cazadores y del sol.
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Hilos De Amor {RuixLectora}
FanfictionFue un acontecimiento inusual como lo conocí. "Serendipia" así lo podría llamar ya que fue un suceso inesperado y accidental el cual descubrí algo que no estaba buscando Y al pasar el tiempo esa Serendipia causo estragos en mi interior haciendo que...