capítulo 5 {end game}

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Habían pasado varios días y no me atrevía a verle la cara a Rui desde aquella vez, siempre lo evitaba y cada vez en las cenas familiares me sentaba en alguna parte donde sus ojos no pudieran visualizarme.

Hasta ese entonces.

Repentinamente me llegó reclamándome sobre mi comportamiento, el cual le desagradaba, me pidió, que más bien sonó como una orden, que nos encontráramos en la misma parte del bosque donde pasó aquello. Instantáneamente mi mente comenzó a divagar sobre los recuerdos de esa noche y empezar a imaginar las posibles cosas que me haría. Ninguna eran buenas.

Con mi cabeza gacha y un asentimiento, se fue dejándome completamente sola, sinceramente no deseaba ir a aquel lugar, pero temía de lo que me haría Rui si no asistía.

Ahora me encontraba caminando hacia mi destino final, como decidí llamarlo, con mil y un pensamientos en mi cabeza. Estaba tan distraída que no me había dado cuenta de que ya había llegado hasta que noté el gran resplandor que ofrecía la luna esta noche.

Como si mis ojos estuvieran en automático, lo buscaron, encontrándolo recostado sobre un árbol jugueteando con sus hilos para pasar el rato, con mi pulso acelerado me encaminé hacia él. Cinco metros cerca notó mi presencia, volteándose y poniendo toda su atención en mí, iba a decir algo hasta que su voz me interrumpió.

—Al fin llegas —dijo con voz anodina.

—Y-yo... l-lamento llegar tarde... me distraje con al-algo, por eso... —No pude terminar la frase ya que sentí como unos hilos me jalaban desde la cintura estrechándome contra el cuerpo de Rui, sintiendo una presión sobre mis labios.

«Me estaba besando.

¡Me estaba besando!

¡Por todas las lunas demoníacas, Rui me estaba besando!»

Sus labios cálidos contra los míos, su mano sobre mi mejilla, su brazo rodeando mi cintura, ese sabor de sangre humana que me encanta, ¡Dios explotaría de la felicidad!

Nos separamos y mirándome a los ojos me dijo:

—A partir de ahora ya no serás más mi hermana menor, pertenecerás de otra forma a mi familia: tu nuevo papel será ser mi novia. —Y dicho eso sus labios atacaron otra vez a los míos. No sé qué fue lo que lo hizo cambiar de parecer, pero no voy a desaprovechar esto, así que juntando mis manos detrás de su cabello, profundice el beso.

Pero si algo aprendí de la vida, es que no todo es de color de rosa.

Llevábamos algunos segundos besándonos, hasta que pasó eso.

—Vaya vaya, al parecer tenemos dos monstruos enamorados, ¿no, chicos?

Esa voz hizo que nos separáramos buscando de donde provenía. A diez metros de mi derecha se encontraba un pequeño grupo de cazadores, cinco en total. Por inercia, Rui me apretó contra su pecho en forma de protección.

—¿Qué hacen unas escorias como ustedes aquí? —dijo Rui fríamente.

—Solo nos encargamos de nuestro trabajo, es decir, aniquilar a demonios como ustedes —respondió al parecer el mismo chico que nos interrumpió.

—Deberían largarse antes de que se arrepientan —habló mi albino amenazante.

—¿Por qué no haces que nos arrepintamos? —contestó el mismo chico de forma tentadora.

Rui casi se le echa encima si no fuera porque mi brazo lo detuvo, le doy una mirada de que me encargaría, luego de dudarlo por un momento, aceptó saltando hasta la rama alta de un árbol para observar lo que iba a suceder.

Encarando a los cazadores, me preparo para la batalla. Admito que estoy muy nerviosa, pues nunca he luchado con un cazador, y la verdad no sé si salga viva de esto. «¡¿Por qué demonios acepté?!».

Bueno por lo menos conozco mi habilidad especial. ¿Cómo lo sé? no tengo idea, pero lo importante es que sé de su existencia. Mi técnica consiste en telarañas muy pegajosas, que al atrapar a su víctima le extrae toda la sangre, dejándolo completamente seco y sin vida. Decidí llamarla telaraña carmesí, ya que la red se tiñe de ese color cuando termina de succionar.

Sin control, empecé a lanzar de mis manos las telarañas hacia los cazadores, ellos sin problemas las esquivaron. Dos se dirigían hacia mí con la clara intención de liquidarme, yo por poco los esquivo saltando hacia adelante; mientras estoy arriba aprovecho y le lanzo dos de mis técnicas de sangre, de nuevo las evitan fácilmente.

Aterrizo de espalda a un árbol, pero giro rápidamente al sentir una presencia detrás de mí, era un cazador. Evito su espada y lo pateo en el pecho mandándolo a volar. Escucho un ruido sobre una rama, volteo y lo que vi me dejó congelada: uno de los cazadores estaba en la rama donde estaba Rui.

Me tranquilizo al instante al saber y ver que Rui es lo suficientemente fuerte y que, en un segundo, acabó con el cazador. Él me voltea a mirar y escucho que grita mi nombre, giré sobre mis pies, pero ya era muy tarde.

Un cazador con su espada mi cuello atravesó, y mi cabeza cortó.

Lentamente caigo al suelo, veo a Rui gritar de desesperación y destrozar en un chasquido a los cazadores. ¿Por qué hice esto? Fui una idiota al aceptar sabiendo que no tenía posibilidad de ganar, ahora estoy pagando gravemente por mi estupidez.

Rui llega a mi lado gritando y llorando, pidiendo que no me vaya. Nunca lo había visto tan desesperado, pero siempre hay una primera vez ¿no?

—Te amo Rui, más que a nada, lo siento tanto. —Como pude le dije esas palabras antes de desvanecerme completamente entre sus brazos y abandonar esta vida.

Fin...

Hilos De Amor {RuixLectora}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora