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Antepenúltimo capítulo, no había ningún título que diera a saber alguna pista sobre lo que sucedería, aquello hacia que mordiera sus uñas a la espera de lo que sucedería

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Antepenúltimo capítulo, no había ningún título que diera a saber alguna pista sobre lo que sucedería, aquello hacia que mordiera sus uñas a la espera de lo que sucedería.

A lado suyo, el de abajo comía sushi (nunca había entendido su adoración por toda la comida de la Tierra, menos algunas cosas extravagantes como la sopa de murciélago), tomo un puñado de palomitas mientras sonaba la canción de inició.

Si no le gustaba, mandaría a que se le fuera la luz a aquél ser que había creado está novela, bajo aviso no hay engaño, pensó.

Se hallaba tomando el té mientras esperaba a su acompañante, le había pedido hablar de imprevisto y no podía decirle que no, después de todo, eran amigos

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Se hallaba tomando el té mientras esperaba a su acompañante, le había pedido hablar de imprevisto y no podía decirle que no, después de todo, eran amigos.

El timbre sonó, se levantó de su asiento y abrió la puerta, sonrió a la castaña que estaba enfrente suyo.

— Necesitamos hablar Francis

— Lo sé, me lo dijiste hace minutos por mensaje — Bromeó pero la mirada sería de la castaña le hizo callar — Pasa querida

— Gracias

Ambos pasaron, la puerta fue cerrada y se dirigieron a la cocina donde el albino le entrego una taza de té, eran las tres de la tarde de un sábado cualquiera, el sol brillaba y probablemente Ashtoreth les estaría mandando mensajes dentro de poco

— ¿Qué sucede Gabriela?

— Francis, ¿no me guardas rencor por haberte dejado hace diez años? — Preguntó, Francis le había dicho en varias ocasiones que jamás le había guardado rencor pero quería oírlo una vez más

— Jamás te he guardado rencor, no te lo guarde en el pasado y no te lo guardo ahora que sé la razón por la cual lo hiciste, querida

Tomo un sorbo de su té, aquella sería una plática corta pero que le ayudaría demasiado con la decisión que había tomado el día anterior — Si no hubieras conocido a Ashtoreth y yo volviera, ¿hubiera sucedido algo entre nosotros?

— Probablemente, mis sentimientos jamás se fueron hasta que conocí a tu hermana

— ¿La amas?

— Más que nada en el mundo, Gabriela

Sonrió, aquello era lo que necesitaba saber aunque a su corazón le doliera como si estuviera siendo apuñalado repetidas veces — ¿Me prometes que no la vas a lastimar, sunshine?

— Lo juro, Gabi — Aseguro, ese apodo traía a la memoria de ambos recuerdos pasados, recuerdos dónde su destino se había cruzado

— ¿Sabes?, me propusieron irme a Francia, van a abrir una nueva sucursal ahí y me quieren mandar a operar junto con algunos compañeros de trabajo

— ¿Y qué decidiste?, no vas a abandonar a tus hermanas así, ¿o sí? — Preguntó preocupado

Gabriela le sonrió acariciando sus mejillas con suavidad — Siempre has pensado en los demás antes que de ti, Francis, y eso siempre me gustó de ti — Confesó — Te amo Francis, es algo que no puedo olvidar tan fácilmente y por eso he decidido irme, por qué me duele verte y saber que tus ojos ya no me miran a mí, que mi hermana pudo ver la grandiosa persona que eres y decidió amarte como lo hice yo tiempo atrás e irme a Francia me ayudara a buscar un nuevo propósito, a amarme a mi misma y, tal vez, encontrar el amor como lo has hecho tú

— Te voy a extrañar Gabriela

— Y yo a ti, sunshine — Admitió — Pero nos volveremos a ver y el día que vuelva te presentaré a la nueva Gabriela y ese día podremos ser amigos

— ¿Cuándo te irás?

— En la noche, me despediré de mis hermanas, no quiero que nadie me acompañe o me arrepentiré de la decisión que he tomado — Pidió

Francis asintió, ambos se levantaron sabiendo que la conversación había finalizado — Cuídate — Pidió y la castaña asintió, titubeó antes de abrazarla, ella correspondió aguantando el llanto.

— Cuidala por mí, es mi hermana y la quiero tanto como ella a mi

— No necesitas pedirlo, lo haré

En el momento que se separaron Gabriela salió de la casa sin decir más, sus destinos se volvían a separar pero ya no había dolor en sus corazones, Francis había curado su corazón con el tiempo y con el cariño de su familia y de la pelirroja; Gabriela había por fin dado el primer paso para olvidar aquél amor de antaño, sabiendo que aquello le dolía más de lo que parecía, quería ser feliz y para ello deseaba encontrar el amor a su propia persona.

En la noche, Gabriela se fue como una sombra, nadie le acompaño al aeropuerto como ella pidió, junto a sus maletas, una maceta con un rosal blanco se hallaba esperando la llegada a su nuevo hogar.

Francis, Ashtoreth y Beatriz no volvieron a ver a Gabriela en los próximos cinco años.

Francis, Ashtoreth y Beatriz no volvieron a ver a Gabriela en los próximos cinco años

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Strange Love (Nanny Ashtoreth x Brother Francis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora