El Harén de Jonghyun // JONGTAE

Capítulo I

Kim Jonghyun era uno de los grandes millonarios de Corea del Sur desde hacía diez años cuando murió su padre Kim Heechul en un accidente automovilístico dejándolo como heredero; Jonghyun era joven cuando asumió el cargo de las empresas a los 25 años. Todos en el país lo adoraban y tanto hombre como mujeres andaban tras él, pero era más que todo por el sexo, ya que se conocían historias que Jonghyun era un espléndido amante en la cama.

Además, se rumoreaba que tenía un harén en su gran mansión donde hasta el día de hoy nadie lo había corroborado, pero esos rumores eran ciertos, ya que Jonghyun tenía muchas cosas que hacer y no tenía tiempo para salir a buscar hombres.

Jonghyun era gay pero no le gustaba ventilar su preferencia sexual porque era algo que era suyo, además los hombres de su harén no eran esclavos sexuales, ya que ellos tenían cargos en la mansión y en la empresa, porque él había conocido el harén de otros millonarios y no le gustaba la forma en cómo eran tratados.

Pero el día de hoy decidió salir y tomó uno de los autos que usaban sus sirvientes para andar por las calles de Seúl, viendo cómo estaban de silenciosas; solo se dirigió por calles que él no conocía a profundidad a pesar que tenía muchos años viviendo ahí.

Minutos más tarde vio a un hermoso hombre y quedó sin aliento; se dio cuenta que iba cojeando por una calle y cruzó en frente de él, capturando su mirada. Siguió al chico hasta que giró a la derecha, bajando por la calle por donde él había pasado. Al estacionarse su corazón se rompió por el hecho de que obviamente había sido brutalmente golpeado. El muchacho vio que Jonghyun se había detenido y entonces él se acercó al auto. 

— Hola, guapo, ¿estás buscando diversión? — preguntó, apoyándose en la ventana. ¿Este hermoso hombre era una puta? No podía creerlo.

— ¿Cuánto? — le preguntó, tratando de ocultar su sorpresa.

— Pareces caliente — dijo, mirándolo tratando de ver su rostro ya que Jonghyun se había cubierto muy bien para que no lo identificaran, pero igualmente las ropas se ceñían a su cuerpo — Digamos que unos doscientos por hora.

— ¿Cuánto por toda la noche? Prefiero mi propia cama para una persona tan sabrosa como tú — le respondió, dejándole ver totalmente su lujuria.

El muchacho parecía sorprendido por su comentario y se volteó dejándole ver un buen tono rojo sobre sus mejillas y cuello. Ese sexy hombre olía casi tan bueno como se veía — ¿Mil?

— Hecho. Sube — le dijo mientras abría la puerta del pasajero. El chico miró a su alrededor por un momento y trató de verle a la cara.

— Tienes el dinero, ¿verdad?, ¿Y no eres un policía cierto?

— Lo tengo en mi casa, pero te puedo dar un par de cientos ahora — le contestó. — Y no soy policía.

Dudó unos instantes más antes de asentir y subió cerrando la puerta. Le vio una mueca de dolor mientras se deslizaba en el asiento.

— ¿Estas demasiado lastimado como para tener sexo? Porque no voy a pagar mil dólares por una noche de diversión si no puedes jugar — le dijo antes de encender el auto.

— Puedo tomar cualquier cosa, chico grande — susurró él después de cerrar la puerta y se inclinó y frotó su ingle con su mano haciéndolo saltar — Muy bonito.

— ¿Cómo te llamas? Y quiero que me digas tu nombre verdadero.

— ¿Por qué quieres saber mi nombre real? A nadie nunca le ha importado saberlo — su confusión era de alguna manera tierna y triste, al mismo tiempo – Me llamo Taemin. ¿Cuál es el tuyo?