Exploración urbana Parte 3

19 1 0
                                    


Rubén era bueno escondiendóse sin que nadie se diera cuenta, desde niño jugaba con sus amigos y el aprendía a como cambiar de lugares para que no lo encontraran, procuraba que sus tennis no hicieran ruido caminando con la punta de los pies en pisabas cuidadosas para ganar en cada juego de las escondidas, pero ahora era su vida y la de sus amigos las que tal vez estuvieran en juego esa noche.

Estando en cuclillas viendo desde un mueble a lado de la ventana, Rubén vio con la poca luz que la luna reflejaba por la estancia donde estaba, buscando a Brandon y Humberto, a quienes veía a lo lejos detrás de un sofá.

"¿Viste eso humberto?, algo se nos quedaba viendo y nisiquiera nos empezó a seguír cuando corriamos hacía acá"

Brandon no dejaba de sujetar temblorosamente el brazo de Humberto, cada vez que parpadeaba podía seguír viendo esos ojos que lo miraban cuando cerraba la entrada, como si esa silueta pudiera saber quien era la presa más fácil de cazar. Humberto por otra parte se veía tranquilo, aunque sin dejar de ver a lo lejos a Rubén mientras le hacia señas de que viniera hacía acá escuchaba al igual que los demás como algo caía desde la recepción donde habían estado. Parecían murmuros los que venian del primer piso pero mientras la luna se volvía a cubrir por las nubes y la oscuridad dejaba ciego a todo el que estuviera dentro del mirador algo se escuchó  repentinamente.

Cuatro golpes fueron los que azotaron en el suelo, siendo las baterías de las lámparas que tanto Rubén y Brandon dejaron abajo cuando empezaron a correr al ver a esa silueta rondando por ahí, mientras Rubén se acercaba hacía sus amigos Humberto se quedó pensando:

"¿Y si esta persona fue quien asesinó a esa pareja del periódico?"

Tomándose de la mano de sus amigos para caminar lentamente hacía el tercer piso mientras escuchaban a el otro ser subir las escaleras tranquilamente y sin prisa Humberto seguía pensativo.

"No, no creo que lo sea, el periódico mencionó que no había sospechosos de un presunto asesino y de ser así ¿qué haría a estas horas de la noche en un lugar abandonado?"

Los pensamientos de Humberto apenas le daban un respiro para poder asimilar la situación en la que estaba, tanto Rubén y Brandon estaban muertos del miedo con las manos sudando y subiendo las escaleras todos juntos sin hacer ruido. Llegando al tercer piso todos lentamente soltaron sus manos, a pesar de que la luna estaba cubierta por las nubes un poco de luz llegaba por ese piso, rápidamente mientras sus amigos seguían cuerdos Humberto les contó su posible teoría de quien era la persona que estaba abajo, susurrando lo más bajo que pudiera y sin notar que sus piernas no dejaban de tambalearse en unos segundos pudo contarles lo que sucedía.

"Mi lámpara es la única que tenemos ahora, si la usamos como distracción cuando él llegue aquí podemos bajar lo más rápido y abrir esa puerta."

"¡No vamos a poder Humberto!, abajo es donde menos luz hay y si alguno  se cae y se lastima se acabó todo, hay que buscar una salida que no sea por donde entramos"

Mientras Rubén y Humberto discutían Brandon notaba como los pasos que se escuchaban dejaron un silencio por todo el edificio a lo que en unos segundos dejó a todos sin habla.

Unos llantos, llantos y gritos se escucharon por todo el edicio, un hombre alterado y a la vez triste gritaba por todo el lugar, era como si un viento volara desde el primer piso hacía arriba y los sonidos llegaban más y más fuerte a los oidos de quienes lo escucharan. Brandon sujetó las manos de sus amigos que a la vez se quedaron inmóviles, como si tratara de juntar el valor que tenían esos tres lograran juntarse para seguir adelante. Mientras escuchaban ese ruido trataban de cubrirse sus oidos ya que los gritos eran devastadores como si ese hombre estuviera lastimándose a si mismo.

Después de que los gritos y llantos cesaran se escuchó como unas rodillas chocaran con el piso, dejando al Mirador nuevamente  con unos segundos de silencio mientras los demás se armaron de valor para poner a prueba su plan. Juntando unos cojines sobre una pequeña sala de estar colocaron la lámpara de una forma que alumbrara hacía abajo, pareciendo que alguién veía por donde pisaba, pero apenas los chicos volvían en si, lo peor llegó.

De pasar a tranquilos pasos, se escuchó como el hombre empezaba a correr desde el segundo piso, ese hombre que hace rato estaba al parecer perdido en sus propias miserias ahora estaba en búsqueda de tres presas enjauladas.


Relatos cortos de terrorWhere stories live. Discover now