1. El sentimiento inefable trae consigo un dolor inefable

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Afuera podías ver un manto negro relleno de puntos destellando luz y armonía.

Afuera, una horda que vitoreaban victoria festejó la muerte del patriarca mientras veían ver a las llamas danzar.

Un espectáculo que llenaba de orgullo a casi todos.

La caída del Patriarca de Yiling ocurrió. Tarde o temprano iba a pasar.

La lucha del bien contra el mal tuvo ya a su ganador.

Afuera, la gente de corazones justos gritaban a los cuatros vientos la destrucción del mal.

Afuera, la gente de corazones ignorantes y mentes suceptibles gritaban a los cuatro vientos la destrucción de ancianos y mujeres.

Afuera, el mundo ardía en coraje y las llamas del odio consumió el racionamiento.

Adentro, un hombre lleno de heridas abiertas intentaba recuperarse de golpes frescos.

Un dolor indescriptible que cargará durante años nació con las palabras dudosas llenas de pesar que dejó salir su hermano.

"WangJi, el Joven Amo Wei ha muerto"

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Afuera, la gente tenía un orgullo unánime por acabar con el Patriarca de Yiling.

Afuera, él era como un inmortal alejado de los placeres y dolores mundanos.

¿Adentro? Adentro era un desastre, una herida tan grande que fue casi imposible de cicatrizar.

Adentro, en lo más profundo de sí, el sentimiento inefable que nació por una sonrisa que iluminó la noche oscura de su primer encuentro; terminó trayendo consigo un dolor inefable que incluso los golpes de castigo no pudo borrar.

Sobre trece años de esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora