Nuestro anfitrión.

6.6K 401 59
                                    

— ¿Cómo qué te vas? , ¿A dónde? —Eleve mi voz a un grito — ¡Maldita sea Takaba, no cuelgues!

Estaba enojado, no, furioso, ¿Por qué se fue así tan de repente?

— ¡Kirishima! —grite, estaba desesperado.

—Si señor —entro rápidamente al escucharme llamarlo.

—Manda a alguno de los hombres a investigar a ¿dónde se fue Takaba?

—Sí señor, mandare a que vayan a la revista y ¿sabe si viajo en avión o eso también lo debo investigar? —mi secretario me pregunto.

—Al parecer viajo en avión, quiero saber todo, ¿entiendes? —le exijo.

—Sí señor, con su permiso.

—Adelante —miro como salé y me hundo en mis pensamientos, debo encontrar una manera de encadenar a ese jovencito.

Después de las veinte mil horas de viaje por fin llegamos y al bajar del avión, nos dirigimos a realizar todos el papeleo pertinente y a recoger el equipaje, al terminar todo esto nos dirigimos a la sala de espera, allí observamos por toda el lugar en busca de alguien, pues según el jefe mandarían por nosotros y después de unos segundos de búsqueda vimos un enorme cartel que decía: “Welcome gentlemen of the Headline Magazine” y una señorita (delgada de cuerpo bien proporcionado, alta de cabello oscuro recogido en un elegante chongo y con lentes, vestía traje sastre negro y camisa blanca) parada con un tipo (alto y de cuerpo fornido, como los hombres de Asami, vestía traje negro, al igual que la mujer pero este usaba gafas oscuras, su cabello era castaño claro y estaba perfectamente peinado hacia atrás) este es el que sostenía el cartel.

Los tres nos acercamos a ellos y saludamos, ellos nos devolvieron el saludo y se presentaron.

—Espero que hayan tenido un buen viaje, mi nombre es Natalie y soy la asistente del señor Smith, él es Justin y es el chofer —la señorita hablaba muy seriamente.

—Un gusto conocerlos y la verdad el viaje fue bueno pero venimos muy cansados —Issei explico.

—Entiendo, entonces los llevaremos a su hotel y los dejaremos descansar, además ya es tarde, el señor Smith me pidió que les avisara que desea desayunar con ustedes y espera que no les moleste —Saco una agenda electrónica —a las 10 de la mañana, claro ¿si no tienen ningún inconveniente? – su pregunta era solo una cortesía, ¿cómo nos negaríamos?

—Para nosotros sería un placer desayunar con el señor Smith que ¿debe de tener una agenda muy ocupada? —Kaito contesto educadamente.

—Efectivamente, entonces pasaremos a recogerlos al lobby del hotel —nos indico, la señorita.

—Bueno, vámonos —los tres seguimos a las dos personas.

Después de llegar al estacionamiento, nos acercamos a un auto negro, el cual abordamos. Nadie dijo nada durante el viaje, yo iba con mi rostro pegado a la ventana viendo cada detalle de Chicago.

En cuanto llegamos al hotel y nos registramos, Natalie se despidió y nosotros nos fuimos a nuestras habitaciones, nos despedimos en el pasillo, los tres estábamos muy cansados y solo queríamos dormir.

Al entrar en la habitación, mi estomago grito desesperado, fui al teléfono y pedí algo de cenar. Me di una rápida ducha para quitarme todo el sudor del viaje y revise la hora, aquí eran las 10 de la noche por lo que hice cuentas y concluí que en Japón eran la 1 de la tarde aproximadamente, así que era una buena hora para llamar.

Verano Caliente (Takaba x Asami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora