Boda

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La lentitud de los pasos del menor lo desesperaban, tanto que si podría moverse de su lugar junto al juez lo arrastraría sin pensarlo pero Tay era consciente que si hacía eso sus planes estarían arruinados aún sin haberlos utilizado, observó la cara inconforme de los amigos de su prometido en pocos minutos su esposo, la incomodidad creciendo en su pecho, reflejada en su rostro.

Cuando Tay escuchó la afirmativa del menor a casarse con él tuvo que preguntar dos veces para asegurarse de que no sea su mente jugando con él. Sin embargo ahora parado junto al juez cuestionaba la decisión del menor nuevamente al ver su rostro apagado su mente repetía la misma pregunta ¿por qué dijo que lo haría si era evidente que no quería hacerlo?

Tay observó a su futuro esposo colocarse junto a él frente al escritorio del juez, por primera vez viendolo detenidamente concluyó que tenía la piel demasiado blanca, sus ojos almendrados de ese color negro profundo complementaban a los labios rojizos de éste, dandole una apariencia infantil a su rostro incluso cuando su cuerpo fuese del mismo tamaño que el suyo. 

Ambos usaban un traje azulado pero el de New tenía rayas verticales mientras el de Tay era algo más claro, cualquier otra persona ni siquiera podría adivinar que ambos contraían nupcias, sumandole la cara de incomodidad de los presentes parecía la escena de un divorcio en donde las partes solo se odiaban y querían terminarlo lo más pronto posible.

—¿Por qué P'New esta haciendo esto? Hasta el juez esta dudoso de empezar o no—Singto susurró a Gun, quién le indicó que guarde silencio aunque él mismo se hubiera hecho la misma pregunta cuando New le pidió que fuera el testigo en la ceremonia, el repentino interés por casarse con el dueño de la Universidad era intrigante, Gun se dirigió a la silla detrás de los novios junto a él, el nuevo director de la Universidad.

El juez empezó a oficiar la ceremonia presentandolos con los invitados y llegando a la pregunta que llenó de incomodidad el ambiente

—¿Están aquí por su propia voluntad?—el juez deslizó la pregunta casualmente lo que para Tay y New fue como una prueba de fuego. Ambos acordaron en responder afirmativamente

El juez al fin les hizo firmar el documento que certificaba su unión, lo mismo con los testigos.

—Bien entonces ahora son esposos puede besar a su esposo—el juez se dirigio a Tawan que lo miro atónito ante esas palabras, tanto él como su ahora esposo se observaron dubitativos de besarse o no. Igual que todos los presentes esperaban que una u otra parte se decidieran, al fin el mayor se decidió besando rápidamente la comisura de los labios del menor para después los dos salir con prisa seguidos por sus acompañantes.

Un pequeño grupo de personas los acompaño hasta la mansión que ocuparían por los siguientes tres meses tal como acordaron el día que se comprometieron formalmente.

Gun alcanzó rápidamente a su amigo alejandolo de aquellas personas.

—Ahora es momento de que me expliques todo—fue lo primero que dijo a su amigo.

—Realmente eres—murmuró New con una risilla nerviosa.

—Te lo dije aceptaría ser testigo en tu boda si me explicabas  el por qué de tu decisión.

—Te lo explicaré, lo prometo pero no es el momento, ni el lugar— New explicó mientras su amigo enarcó una ceja para demostrar su incredulidad.

—Esta bien, pero no olvides que no lo dejaré pasar.

—Disculpa pero mi esposo y yo tenemos que atender a los invitados
—la voz de el dueño de la Universidad los interrumpió llevandose a New con él y dejandolo en su lugar.

No habían más de 20 personas en la sala de la gran mansión al parecer todo era realmente íntimo, Gun notó que de todas las personas allí apenas conocía a sus amigos, al dueño y al nuevo rector de la Universidad, el resto de personas nunca las había visto en su vida así que la reunión no duró mucho aunque lo suficiente para que algunos hablaran sobre los recién casados y su incomodidad.

"Increíble lo que hacen algunos por dinero"

"Todo por una herencia"

"Imaginense su noche de bodas, ¡asqueroso!"

"Dios estuve a punto de vomitar en el registro civil cuando se besaron"

Eran algunas de las cosas que escuchaba mientras caminaba junto al menor de sus amigos, incluso sus manos dolían de tanto apretar los puños para evitar comenzar una pelea con cada uno de ese montón de estirados que no hacían más que criticar. Gun sabía que existían personas que eran incapaces de entender que el género no tenía nada que ver con el amor entre dos personas, pero estar cerca de ellas le provocó más de un dolor de cabeza sobretodo porque New era como su hermano desde hace tanto tiempo que todo el tiempo estuvo entre empezar una pelea o mantener su compostura por su tranquilidad.

Estuvo tan ensimismado en sus pensamientos que no notó cuando Singto se despidió de él subiendose rápidamente en un taxi, cuando divisó a una de las señoras a quién escuchó hablar por más de media hora de lo antinatural y lo interesado que era su amigo, aquella señora no parecía tener más de 30, aunque en su rostro no se reflejaba una sola arruga, la línea fina de sus labios apretados como quien huele algo asqueroso, al ver a los recién casados despedir a los invitados  y el hecho de que aparte de deshacerse en criticas también se deshizo en halagos todos para el nuevo director de la Universidad,  le dió una idea.

Afortunadamente Off se había mantenido junto a los esposos todo el tiempo, el menor se acercó sin titubeos al director de la Universidad que fue observado todo el tiempo por la desagradable mujer.

—Lo siento señor director

—Si dime

—Siento molestarlo pero mi amigo me abandonó y no tengo como regresar a casa, quería preguntar si puedo molestarlo con un favor

Off observó al menor con atención, tenía conocimientos de los amigos del ahora esposo de Tawan, había visto un par de veces al menor dentro de la Universidad, encontrandolo realmente lindo, la única razón por la que no había realizado un movimiento sobre él era la prohibición de su mejor amigo a relacionarse con estudiantes.

—Puedo llevarte si quieres—Off sonrió coquetamente en su dirección, Gun mientras tanto observó el rostro de la mujer que había cambiado a color verde por la repulsión y le contestó con una sonrisa igual de coqueta al mayor jugando sutilmente con la manga de su traje.

El menor agradeció dando una última mirada victoriosa hacia la mujer, pensó que sería una lección suficiente por hablar mal de alguien a quien quería tanto.

Des(esperanza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora