Diferente

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Suaves luces se colaban por la habitación, Tawan fue el primero en abrir los ojos encontrandose con el rostro del menor acomodado sobre su hombro, esbozo una sonrisa, llevando una de sus manos a las mejillas del contrario, toda aquella situación le parecía irreal, el hecho de haber sentido al menor tan cerca de sí mismo, poder haber acariciado esa piel que deseo por tanto tiempo aun le parecía un sueño del que daría toda su fortuna por no despertar, Tawan acaricio suavemente la mejilla del menor dandole un beso en la frente después.

New se revolvio un poco entre sus brazos formando un mohín, abrazando por completo el pecho del mayor que no perdía detalle de sus movimientos, abrio lentamente sus ojos percatandose de que la habitación que ocupaba no era la suya, recordando los sucesos de la noche anterior que se acumulaban uno a uno en su cabeza sonrojando sus blancas mejillas, al sentir aquella pequeña punzada en sus caderas, escondió su rostro en el pecho de su  esposo.

— Buenos días — el mayor se rio al ver las acciones de su   esposo.

— Tay yo— el menor seguía rehuyendo la mirada del mayor que acariciaba suavemente su espalda.

— Shhh no digas nada, ayer dijiste suficiente— Tawan sonrió bobamente ante el recuerdo de aquellas palabras tan marcadas que el menor había dicho.

— Estoy tan avergonzado — New hablo cubriendo su rostro con ambas manos, su idea había sido confesarse al mayor pero terminar en su cama había estado fuera de sus planes y mucho menos que las palabras que quería decirle a su  esposo llegaran a esa situación.

— No tienes por que estarlo— Tawan hablo atrapando una de las manos que cubrían su rostro y besando el dorso de la misma— fue la mejor confesión de amor que he recibido en mi vida— la risa ligera del mayor llegó a los oídos de New que no pudo evitar quedarse embelesado por lo agradable que sonaba a sus oídos, enfrentando por fin los ojos que lo veían con adoración.

— Te amo — Tay pronuncio esas palabras por enésima vez sin perder su boba sonrisa, New lo observó si alguien le hubiera dicho que sus sentimientos por el heredero de la familia Vihokratana llegaran al punto que le era imposible apartar la vista del rostro contrario se reiría tan fuerte porque alguien se atrevia a pensar siquiera en la probabilidad, ahora entre sus brazos solo confirmaba que las cosas suceden contrario a las expectativas.

— Te amo — la simple respuesta de New lleno de calidez el ambiente, Tawan podía ver todo el lugar envolverse de esa sensación reconfortante.

— Casémonos mañana — Tawan  sonrió al decirlo abrazando al menor con fuerza,  dejando un beso en su mejilla y aspirando aquel aroma al que se estaba volviendo adicto.

New vio atónito al mayor después de escuchar aquella petición, recordando de pronto la petición hecha días atrás, quién diría que la primera vez que se comprometieron la situación era completamente diferente,  incluso aquellos sentimientos negativos se habían transformado ahora en algo que nunca pensó que llegaría a pasar: se habían transformado en amor tan progresivamente que ni siquiera tuvo tiempo de notarlo.

— Sí — respondió casi automáticamente y el mayor se lanzó a besarlo nuevamente con adoración.

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Las flores dispuestas que formaban un camino hasta donde los novios se mantenían arrodillados frente  a donde los monjes daban sus bendiciones a la feliz pareja para proceder a rociarla con agua al igual que  a los invitados  que hubieran realizado las plegarias junto a ellos, mientras en sus cabezas el hilo de algodón que conectaría sus almas relucía orgulloso.

La ceremonia de Sai Mongkol* había sido hermosa tanto que incluso algunos invitados derramaban pequeñas lágrimas.

Des(esperanza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora